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domingo, 12 de julio de 2020

SERIE PARQUES Y JARDINES DE MADRID III: DEL BARRIO DE BELMONTE A LA CIUDAD DE LOS POETAS DE LA MANO DE LUISA CARNÉS Y BLAS DE OTERO.

 


Allá donde asoma la calle de Sinesio Delgado de nuevo a la luz, tras soterrarse bajo la Dehesa de la Villa, para no hacerle una sangrante herida en medio de su verde piel, como un alcalde intentó... allá donde acaba "Valdezarza" y comienza el barrio de "los poetas"... en la calle de Antonio Machado, nada menos, y cerca del centro cultural Julio Cortázar para crear un entorno adecuado, hay dos pequeños espacios de frondoso verde, donde tomar el fresco a la buena sombra, con muchos bancos y sitio para que jueguen los niños en esos parques infantiles multicolores que destacan entre la naturaleza que les rodea. Pues bien en ese marco se ven y se saludan, carretera y calle citada de por medio, Luisa Carnés y Blas de Otero. Pero vamos con los nombres primero.



Isidro Sinesio Delgado García (Tamara de Campos, Palencia, 1859 - Madrid, 1928) fue un escritor y periodista que colaboró en numerosas publicaciones periódicas de la época, contribuyó a la aparición de la publicidad en prensa y fue socio co-fundador de lo que hoy es la Sociedad General de Autores, entre varias cosas más que podemos apreciar leyendo su biografía en Real Academia de la Historia.


El PARQUE LUISA CARNÉS fue dedicado en 2019 a esta madrileña escritora y periodista, nacida en 1905, activista que trabajó como costurera, dependienta, etc., pero que destaca por haber dejado un legado escrito muy amplio a través de artículos, obras de teatro, cuentos, novelas... Murió de accidente de coche en el exilio mexicano en 1964. Su ideología le llevó a apoyar a Clara Campoamor y su pasión le llevó a estrenar con Rafael Alberti. Cuando huyendo del horror atravesó la frontera francesa, fue reclamada por el Presidente de México y allí se fue. Es fácil encontrar sus obras reeditadas, la principal "Tea Rooms", que ha sido repuesta en varias ocasiones en los teatros. También colaboró con la prensa de la época: La Voz, Estampa y Crónica, etc. Este Parque se le dedicó como reconocimiento póstumo a toda su valía que tuvo que desarrollar lejos de su tierra por culpa de la anti cultura. Destacan los altos Plátanos de sombra, pero también cuenta con varias especies de Acacias del Japón, tres espinas, etc. y otros árboles como el Olmo de Siberia, Cedro blanco, Catalpa, Álamo blanco, Arce negundo, etc. y como en el resto del barrio, algún Pino que otro.


El Parque tiene forma de cuña que atraviesa un paseo lleno de sombras y bancos muy agradables de disfrutar, con zonas de césped acotadas y área de mascotas. Hay un espacio para los juegos infantiles, llamado pomposamente "del dragón", a la espalda del Centro Cívico, con la forma en que están dispuestos los elementos que lo integran y la cabeza del mitológico animal en forma de adorno floral, estimula la imaginación infantil.  



El PARQUE BLAS DE OTERO, justo enfrente, o mejor dicho, al otro lado de la calle Sinesio Delgado, es tan coqueto y dotado como el de Luisa Carnés. El poeta nació en Bilbao, en 1916, dentro de una familia que no andaba mal económicamente, recibió una buena educación aunque diversos avatares del destino cambiaron esta situación. No obstante, cuando llegó la Guerra Civil, se incorporó como sanitario en el ejército; tras la caída de Bilbao y pasar por un campo de reconversión, se incorporó al bando golpista. Su tendencia fue siempre hacia la poesía, aunque estudió y trabajó en cosas que poco tenían que ver con ello, aparentemente. En 1952 se afilia al PCE y comienza su etapa de poeta comprometido, ya no era un desconocido y vive intensamente en diferentes partes del mundo: Francia, Rusia, Cuba...  Su amplísima obra es de sobra conocida y divulgada, así que vamos a dejar que sea la fundación que lleva su nombre la que nos lo cuente, pinchando aquí lo podéis seguir. Disfrutemos del pequeño parque y del recuerdo del poeta.


Recientemente ha sufrido una renovación que ha mejorado su acceso hacia la parta alta del barrio de Valdezarza, calles Aguilar de Campoo y Artajona, según vemos en las imágenes bajo este texto. En este caso predomina el Pino piñonero, combinado con Ciprés común, Cedro llorón, Fotinia, Álamo gris, Álamo temblón, algunos Perales de flor, etc.


En un lateral hay un mirador ajardinado que salva el tremendo desnivel con la calle Antonio Machado, que baja la cuesta de la Dehesa de la Villa desde Francos Rodríguez, enfrente del cual vemos las pistas deportivas con el nombre de dicho poeta. Las sombras arboladas la dan Pinos piñoneros y Plátanos de sombra en particular, pero también encontramos Arce, Cedro, Ciprés, etc. Y es que estamos en una de las entradas, quizá la principal, a la Ciudad Residencial Barrio de los Poetas, por donde pasearemos posteriormente.


Por detrás del JARDÍN BLAS DE OTERO y sin subir ninguna cuesta, llegamos a la calle San Restituto, donde un pequeño parque reserva una parcela en la que desemboca el metro, parada de Valdezarza correspondiente a la línea 7, como siempre dotado de juegos infantiles y zonas de descanso. Aparentemente no tiene nombre. Las dos pirámides que se ven a un extremo y otro, no son más que respiraderos, no vayáis a pensar... El arbolado sigue la configuración general predominando los Pinos acompañados de Ciprés, Castaño de Indias, Tilos, Chopo negro, Aligustre del Japón, Olmo de Siberia, algunos ejemplares del Árbol de los farolillos, etc.



El barrio de Valdezarza, de casas sencillas y construida a través de la Obra Sindical del Hogar durante la segunda mitad del siglo XX, se caracteriza por el gran desnivel en el terreno que ocupa, así hay una zona alta y una zona baja. Bien, pues este parque "del metro" (pues carece de nombre), está abajo y desde ahí podríamos subir hacia la calle Isla de Long por las escaleras que se ven en la foto de arriba y que, entre esa calle y la de Ochagavia, serpentean el desnivel ocupado por un jardín lineal también sin nombre, en el cual destaca una hermosa oliva bien cuidada, entre Cedros, Pinos y Olmos. Así mismo, en la parte alta de Artajona esquina a Ochagavia, hay otro espacio muy bien acondicionado como parque infantil, en una de esas parcelas que de no haber sido habilitadas, puede que hoy fueran una escombrera o un vertedero.


Esto bloques de ladrillo visto suelen tener 4 plantas sin ascensor en su origen, aunque poco a poco se va incorporando, así como revestimientos externos que aíslen el interior de las viviendas. Entre los edificios se construyeron plazas con locales comerciales a modo de mercados, dado que cuando se hicieron eran barriadas dedicadas a la nueva población migrante y estaban alejados de otros centros de comercio. En este caso hay una en la parte alta y otra en la baja, una especie de plazoletas con tejadillo y pasillo a modo de galería por donde andar a cubierto de la lluvia, en su caso. Y en las plazoletas donde no se instalaron comercios, se aprovechó como espacio vecinal adornándolo con cierta vegetación y arbolado de especies citadas. La plaza de Alcira es un ejemplo, aunque hoy día no conserva ningún negocio abierto, pero os pongo una foto debajo de este párrafo para que os hagáis una idea de cómo era la vida en estos sencillos barrios. Al lado, otra plaza entre bloques donde se ha colocado una zona de juegos infantiles y algunos árboles o pequeños setos que pretenden dar un toque verde. 


Enfrente está la Dehesa de la Villa, que recorreremos en dos artículos más adelante (ver aquí el primero). Sin cruzar la calle, nos encontramos con otro gran desnivel y más bloques de viviendas de ladrillo rojo visto, sobre cuyas azoteas parece que vamos a caminar, pues están muy hundidos sobre cota, es Valdezarza baja, de la que nos separa el PARQUE DEL HOYO, una bonita forma de salvar el desnivel con las calles Aguilafuente y Sánchez Preciado, por cierto, las cuestas han sido recientemente arregladas, haciendo rampas más largas para que nos sea menos costoso subir. Y conserva el arbolado original de Cedros, Pinos, etc.



No queda más remedio que bajar. Recorremos las calles Azuaga y Almorox, donde hay numerosos comercios en funcionamiento, y en la esquina con San Restituto, encontramos más zonas verdes aprovechando parcelas que fueron eriales, hoy con columpios y buenas sombras de Plátanos, Castaños, Olmos, etc. o cubriendo el parking municipal de residentes. Junto a la Parroquia "de Altagracia", que los más viejos conocimos en un local comercial. Por aquí también discurrió una parte del Canalillo, según vimos en el recorrido por dicho Canal (ver aquí), cerca de donde se ubicó la Huerta del Obispo y el actual Parque Agustín Rodríguez Sahagún.


Hemos bajado andando, pero también se puede hacer en vehículo desde la calle Arciniega por una calle que va serpenteando entre zonas verdes y unas terribles escaleras, es la calle Denia, que desemboca junto a la estación de metro de Valdezarza, en San Restituto, frente a otra área del barrio donde se alternan los "chalets" modernos con las casas bajas antiguas, pues su origen está en la llegada de inmigrantes ocurrida en la segunda mitad del XX, los cuales se construyeron con sus propias manos y que posteriormente fueron reconvertidas de la forma que veremos en la historia de Belmonte y Peñachica.


Andando, nos vamos a encontrar con un curioso Parque sin nombre junto a la calle Valle de Cardos y varios descampados sin construir, entre casas de dos alturas ¡muy atractivas!, que surgieron tras un episodio que hizo famoso en todo el mundo este lugar, por su singularidad y que os voy a contar tras las fotos del mencionado espacio verde, donde se ve el variado arbolado constituido por Cedros, alguno Pinos y Castaño de Indicas, Olmos, Aligustre, etc. incluido algún Peral de flor.



- Vecinos de Belmonte ¿qué queréis?...

- ¡Queremos pan, queremos vino, queremos al alcalde colgao de un pino!

Esto que hoy podría ser motivo de polémica y tal vez hasta cárcel, en los años 90 se convirtió en un grito no sin cierta gracia que no iba más allá, aún cuando el citado era Alvarez del Manzano, cantado por un grupo punki del barrio que se constituía en Reino independiente de España por voluntad popular en septiembre de 1990. Y por tanto, este fue el que sería su himno nacional, entre música, fiesta y buen ambiente donde disfrutaron de la sangría popular, hasta los representantes de la embajada de Cuba. Os cuento.

Ese día se había constituido el "Reino de Cerro Belmonte, Villaamil y Peña Chica", tras un referéndum donde votaron los 214 vecinos y salió que sí a la Independencia de España por 212 favorables y 2 en contra. Se promulgó la Constitución, única en el mundo que entre sus principios destacaba "la FELICIDAD", así, en mayúsculas; eso sí, se ofrecía a don Juan Carlos I de España, la Corona. Su bandera era roja por la lucha que llevaban los vecinos, blanca porque así quería dejarles el Ayuntamiento los bolsillos y con una estrella que, según comunicaron a la Comunidad de Madrid, le habían quitado al independizarse y que les devolverían en cuanto su problema se solucionara; incluso emitieron su propia moneda, el "belmonteño" y decidieron que su fuente de ingresos sería un peaje que instalarían en la calle Sinesio Delgado que atravesaba "su nación". Con el himno que ya os he dicho.


¿Y cómo se llegó a este punto?. Pues porque el Ayuntamiento quiso expropiar las casas viejas de los vecinos para reconstruir el barrio, ofrecía 5.018 pesetas el m2, importe que constituyó el cambio de 1 "belmonteño". Los vecinos se negaron y ante la falta de diálogo, decidieron constituirse en "nación independiente", contactaron con la embajada cubana, que no les hizo mucho caso, pero a final, la respuesta del gobierno de la isla caribeña, fue invitar a una delegación a visitarles, Fidel Castro dedicó 45 minutos de uno de sus discursos de 4 horas, a hablar del barrio (yo creo que no dejó china sin mentar). El tema duró varios meses y hasta la BBC (y otros medios internacionales europeos y americanos) se hicieron eco, pero el que más Egin en el País Vasco, que un día sí y otro también los llevaba incluso en portada. Así que el Municipio se tuvo que apear de su pedestal de prepotencia y negociar, aunque ya sabéis cómo, individualmente, pero al menos los vecinos sacaron mejor precio y una reubicación en un bloque cercano en vez de largarse a Vallecas o Carabanchel, que es lo que quería el Ayuntamiento. En su recuerdo quedó el PARQUE PEÑACHICA, cuyo nombre fue sustituido para así borrar más el rastro, por PARQUE DEL CERRO PEÑABEL, que conoceremos en esta visita, pincha aquí.


Singular historia ¿verdad?. Seguimos nuestro paseo por la CIUDAD RESIDENCIAL DE LOS POETAS a la que algunos conocemos como Colonia Saconia, pues así se llama la constructora que hizo este barrio allá por los años 70-80 sobre las antiguas huertas; barrio moderno y ejemplar lleno de espacios interbloques que forman una red natural de respiraderos en forma de jardines casi privados, arboladas con todas las especies habituales de Madrid para sus viales, como son el Pino, el Plátano de sombra, Cedros y Olmos, Arce, etc. Durante un tiempo se la conoció popularmente como "rojonia" pues sus vecinos, jóvenes y animosos, vivían de una forma distinta, con asambleas vecinales, extensas propuestas culturales y asociacionismo reivindicativo de todo ámbito gracias a un nivel cultural y económico suficiente y profesiones pujantes.

Es una delicia dejarse ir por sus calles, meterse por las plazas que protegen los portales, oler las flores que algunos vecinos tienen especialmente cuidadas, sentir el silencio... no es extraño que este barrio haya sido perseguido por la especulación y hayan querido levantar un edificio en el centro de una de esas plazas para dedicarlo a explotación de residencia de mayores, lo que volvió a unir a sus vecinos, pues iban a transformar un lugar de ocio en un negocio. Y ahí sigue, vallado desde hace años. Además, destaca una plaza multiusos con parterres, césped, pequeño arbolado, lindando con una calle peatonal y muy comercial, coquetos jardincillos, cuñas verdes, etc. que nos iremos encontrando, pero en especial, la explanada que hay detrás del Monumento a Antonio Machado ajardinada con Catalpas, Almez, Arce negundo, Carpe, algún Peral de flor o Ciruelo púrpura, Álamo blanco, Ciprés, etc.


El monumento citado es obra del escultor Pablo Serrano Aguilar, enclavado en un conjunto ideado por el arquitecto Joaquín Roldán Pascual, impulsado por el alcalde Enrique Tierno Galván que lo inauguró en 1985 en este emblemático barrio, cara a la calle que lleva el nombre del poeta y que es arteria principal de la Ciudad Residencial. Consiste en un mural, con una frase en una placa, sobre una lámina de agua y el busto del homenajeado en el centro.


Permitidme para tan grande autor español que cite la biografía del Instituto Cervantes. Y sigamos paseando arriba de la calle, donde encontraremos diferentes edificios útiles, aunque sólo me voy a referir al Centro Cultural Julio Cortázar, del cual escritor también os propongo conocer a través del enlace a la biografía que elabora el Instituto Cervantes. Detrás de este edificio y del resto con los que forma conjunto, protegidos por una zona techada, está la PLAZA LUGAR POETAS, nombre precioso donde los haya que supera el cuidado de la misma, pero que nos habla de tiempos mejores. Llama la atención de la fuente que hay en la pared y que crea una ría, las gradas laterales y la terraza superior en la que existe una cubierta que debía albergar trepadoras, ocupado casi en su totalidad por Plátanos de sombra.


No podemos pasar por aquí sin citar la Colonia de Valdeconejos, antiguo asentamiento que fue reuniendo personas que venían en busca de una nueva vida en un lugar donde se asentaron huertas, pequeñas ganaderías y fue formándose a sí misma, transformadas poco a poco en zona de casas bajas y de cierto nivel, aún hoy podemos encontrar algunos ejemplos de lo que fue como vemos en las fotos debajo de este texto; conectada por un lado con otros asentamientos similares que hemos concido, como Peñachica, Belmonte (mas arriba), etc. nuevos edificios como los de la Colonia de Valdezarza levantada por la Obra Sindical del Hogar, pero también contaminada por la influencia de la cercana Colonia Puerta de Hierro



Es la calle Isla de Oza, antigua carretera, la que nos lleva por dicho viaje en el tiempo. A un lado el antiguo Hospital Puerta de Hierro que quedó cerrado con sus instalaciones intactas como si a nadie le dolieran los millones allí enterrados. Y al final la Ciudad Puerta de Hierro, colonia de la élite empresarial y rica de Madrid, con el Club de Golf de igual nombre, ambos en referencia a una de las famosas puertas de Madrid que, en este caso, se conserva y era paso hacia El Pardo y norte de España (la explicamos aquí). Así que dejemos al menos constancia del contraste entre ambas colonias.



Y con esto ya hemos llegado a donde comenzamos, el PARQUE LUISA CARNÉSSi un día los quieres visitarlo, es fácil, el metro línea 7, paradas Valdezarza o Antonio Machado te dejarán en buen lugar, sólo tienes que caminar. Una pasarela y varias aceras une ambos barrios a través de Sinesio Delgado que los separa. Si tomas la pasarela, verás una bonita estampa de "las torres" de Plaza Castilla.




@ 2020, by Santiago Navas Fernández


P.D.- Este artículo ha sido actualizado y ampliado en abril de 2021 y febrero de 2023. 
 

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