Translate / Traduire / Übersetzen / Itzuli / Перевести / 번역하기 / 翻訳 / ترجمة / 译 / ...

Mostrando entradas con la etiqueta ElPrincipito. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ElPrincipito. Mostrar todas las entradas

sábado, 6 de enero de 2024

ATARDECER Nº 19: SOBRE LAS 4 TORRES.



El Principito caminaba tras la Osa sin decir nada, observaba. Sus pensamientos volvían a cada momento hacia su planeta, estaba preocupado por los volcanes, hacía ya tiempo que no los deshollinaba y temía que entraran en erupción. También le preocupaban las semillas que el viento hacía volar, podían posarse en su pequeño planeta y germinar, sus raíces dividirían las rocas, las separarían y el planeta podría desaparecer ¡hacía ya tanto que viajaba! Cuando quiso darse cuenta se encontró ante unos rascacielos que brillaban contra el sol del atardecer. Y se acordó de sus atardeceres, de lo fácil que le resultaba disfrutarlos, con solo mover su silla un poco. Iba a preguntar a la Osa porqué los seres humanos hacían casas tan altas, no tenía mucho sentido, salvo que buscaran el lugar desde el que ver ponerse el sol una vez tras otra, pero su amiga y guía había desaparecido de su lado, como siempre ocurría cada vez que llegaba el ocaso. Sin embargo vio la figura de un hombre sobre un pedestal, como el de la Osa pero mucho más alto, así que se dirigió hacia él para saber el por qué de aquellos edificios pues parecía el guarda o portero.

lunes, 3 de abril de 2023

EN EL 80 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA EDICIÓN DE EL PRINCIPITO.






Érase una vez que se era que un pequeño Príncipe salió de su mundo perdido en el espacio y voló entre las estrellas y los planetas recorriendo el Universo. Érase y fue que un aviador avezado y soñador lo conoció y adquirió toda su sabiduría... y lo contó. Con motivo del 80 cumpleaños, participé con "mi colección de principitos" en el Cultural de Rtve, no dura ni 2 minutos, pero si quieres verlo, pulsa aquí. Y posteriormente fui entrevistado para la revista Uppers junto con otros fieles a El Principito, puedes leerlo pinchando aquí.


martes, 10 de enero de 2023

ATARDECER Nº 18: EL SUEÑO DE SAN ISIDRO

 


Del Capítulo V de El Principito:

"... El principito no lograba explicarse para qué podían servir, en algún lugar del cielo, en un planeta sin casa ni población, un farol y un farolero..."

"Posiblemente este hombre es absurdo. Sin embargo es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Al menos, su trabajo tiene un sentido. Cuando enciende su farol, es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga su farol, se duermen la flor o la estrella..."

"- Tengo un oficio terrible. Antes sí era razonable. Apagaba a la mañana y encendía a la noche. Tenía el resto del día para reposarme, y el resto de la noche para dormir..."

"- ...ahora que da una vuelta por minuto no tengo ni un segundo de reposo. ¡Prendo y apago una vez por minuto !

- ¡Tiene gracia ! ¡Los días acá duran un minuto !"

"El Principito lo miró y se sintió cautivado por ese farolero que era tan fiel a la consigna. Recordó las puestas de sol que él mismo iba antes a buscar, corriendo su silla."

"Ése es el único que podría haber sido mi amigo. Pero su planeta es, a decir verdad, demasiado pequeño. No hay en él lugar para dos..."


El farolero representa, quizá, la constancia en el trabajo, la fidelidad a la consigna que debe cumplirse, pero ¿para qué? El Principito, que todo lo razona, se pregunta para qué sirve su trabajo, incluso le propone que para no tener que apagar y encender el farol cada minuto, camine siempre mirando al sol y así será de día hasta que decida pararse... pero el farolero lo que quiere es dormir, es descansar y tener tiempo para sí mismo. El farolero es una metáfora de nosotros mismos, de la entrega al trabajo por el trabajo, todos necesitamos trabajar para vivir, pero no podemos vivir únicamente para trabajar, necesitamos descansar y tener tiempo para nosotros mismos, para amarnos, para cuidarnos, para crecer. Y tal vez ahí radica el contraste con "el sueño de San Isidro", el ideal de todos, que alguien nos haga el trabajo mientras nosotros dormimos. Cuyo monumento de dicho nombre permanece al lado del farol recién iluminado cuando llega el anochecer de nuevo.


Seguramente El Principito pasaría por los Jardines de San Francisco haciéndose estas u otras reflexiones similares al ver la estatua citada del durmiente San Isidro, que visitamos en la Zancada que podéis ver pinchado aquí. Y para terminar concluiría tal y como lo hace el capítulo V:

"Lo que el Principito no se atrevía a confesarse, es que extrañaba ese planeta bendito, debido principalmente ¡a las mil cuatrocientos cuarenta puestas de sol por cada veinticuatro horas !"



Desde los Jardines de San Francisco, antiguo Daliedo, pegado al lateral de San Francisco el Grande y con el Parque de la Cornisa a los pies, despedimos un nuevo atardecer con El Principito.

@ 2023 by Santiago Navas Fernández.

P.D.- Para ver más atardeceres con El Principito, pincha aquí o en la pestaña "Atardeceres", para conocer LOS 43 ATARDECERES DE EL PRINCIPITO EN MADRID.

sábado, 22 de enero de 2022

LOS 43 ATARDECERES DE EL PRINCIPITO EN MADRID.

 

 


- ¡Hola! ¿Qué haces ahí subido?

 

Giró su cabeza sorprendida por la interrogación, nadie hasta ahora le había hablado, y menos con ese tono inquisitorial, urgente, curioso. Ante ella, un niño rubio de pelo revuelto y grandes ojos, vestido de una extraña forma… o, mejor dicho, de una manera nada habitual, porque ella estaba acostumbrada a ver todas las extrañezas del mundo moverse a su lado.

 

- “¿Subido?” ¿no será más correcto decir “subida”?

 

- ¡Ah, perdón!, no sabía. ¿Qué haces ahí subida?

sábado, 12 de diciembre de 2020

ALBA Y EL PRINCIPITO

 





ALBA Y EL PRINCIPITO

 

– ¡Hola!

 

Alba acababa de abrir los ojos y se encontró directamente con la mirada azul y tranquila de un niño de rizos dorados, vestido de una forma extraña, con una capa que le cubría los hombros. Aunque lo más raro de todo es que estaba sentado en el borde de la cesta y no parecía tener miedo.

 

– ¿Quién eres? – le preguntó.

 

– Yo.

 

– Quiero decir ¿cómo te llamas y cómo has llegado hasta aquí?

 

El niño rubio le miró con sus ojos azules, no parecía entenderla muy bien. Así que Alba pensó que tal vez fuera un extranjero y no la comprendía.