Translate / Traduire / Übersetzen / Itzuli / Перевести / 번역하기 / 翻訳 / ترجمة / 译 / ...

sábado, 30 de julio de 2022

SERIE PASEOS, PARQUES Y JARDINES DE MADRID LXXXVIII: EL CAMPO DEL MORO (los Jardines de Palacio 1ª Zancada).

 

El origen de Madrid está en un emplazamiento muy concreto que hoy ocupa el Palacio Real, en cuyo entorno se sitúan una serie de Parques y Jardines que tienen indudable relación entre sí y que vamos a recorrer en dos Zancadas. Son los JARDINES DE SABATINI, el CAMPO DEL MORO, el PARQUE DE ATENAS, los JARDINES DE LA CUESTA DE LA VEGA y el JARDIN DE MOHAMED I, a ellos podríamos sumar el entorno de la calle Segovia con los JARDINES DE LAS VISTILLAS y el Viaducto, pero no lo vamos a hacer, dejándolos para otra ocasión. Pasearemos en esta Zancada por el CAMPO DEL MORO, para lo cual nos situamos en la Glorieta de San Vicente con su correspondiente puerta émula de la que construyó Sabatini, que ya hemos visto en varias ocasiones en este blog y que podéis volver a leer aquí



La entrada de visitantes se encuentra por el paseo de la Virgen del Puerto; hay otra puerta en la Cuesta de San Vicente que da acceso a los servicios de Palacio, por lo cual tiene restringido el paso, y otra en la Cuesta de la Vega que igualmente está limitada a los usos propios. Al fondo se ve el Palacio Real al lado de la Catedral de la Almudena, entre los que se levanta el anexo que se ha construido donde se ubicará la exposición de las Colecciones Reales (según proyecto, a finales de 2022). Dicho edificio ha servido también para dar acceso al Mirador de la Cornisa, cuya vista del atardecer destacamos con el número 16 de los "atardeceres de El Principito" por Madrid (ver aquí).

Por debajo del CAMPO DEL MORO transcurre el túnel ferroviario del que hablamos en el PASILLO VERDE FERROVIARIO (ver aquí). También, si recordamos lo hablado sobre la SENDA REAL (ver aquí) encontramos que existía una explanada sobre cuyo talud se alzaba el Alcázar, cuyo fin era el servir de atalaya de vigilancia sobre el valle del Manzanares. Mayrit no era más que una población sin peso ni importancia fundada por musulmanes dentro del ámbito de Al-Ándalus cuando Alfonso VI tomó Toledo en 1085, la verdadera capital de la Taifa en ese momento; se especula con que a la ida hacia dicha ciudad tomó Madrid igual que hizo con otras poblaciones por las que pasaba, con gran facilidad pues no se trataba de una plaza fuerte; o bien que al caer la capital de Toledo, cayó todo el reino musulmán. El caso es que a la muerte del rey Alfonso, Alí Ben Yusuf en 1109, intentó reconquistarla atacándola desde un flanco lateral pero acampado en este lugar que hoy ocupan los jardines y se supone que de ahí procede el nombre.

Felipe II ante la capitalidad de la ciudad, compró hacia el siglo XVI los terrenos colindantes con el Alcázar, convirtiendo la zona en lugar de ocio para la Corte, hasta que el incendio de 1734 recondujo la atención hacia otros lugares. Es con Isabel II cuando se acomete la construcción de los actuales jardines, ya que la conexión con el Palacio resultaba casi imposible dada la gran diferencia de altura, a cambio, ofrecía unas vistas espectaculares. En 1844 comenzó el diseño de paseos y ejes regulares por el arquitecto de Palacio Narciso Pascual y Colomer; en el eje central que va desde Palacio hasta la entrada que hemos usado para acceder, se instalaron dos fuentes. La Fuente de los Tritones, obra de autor desconocido pero inspiración italiana, fue instalada aquí procedente del Jardín de la Isleta de Aranjuez, se construyó a imitación de la fuente que había en los Jardines de la Reina en El Retiro siendo Felipe IV el que ordenó hacerlo hacia 1656 ejecutándolo el maestro José de Villarreal. La Fuente de las Conchas fue diseñada por Ventura Rodríguez (Ciempozuelos, 1717 - Madrid 1785) y realizada por los escultores Felipe de Castro (Noia, La Coruña, 1704 - Madrid, 1775), escultor de cámara de Fernando VI, y su discípulo Manuel Álvarez "el griego" (Salamanca, 1727 - Madrid, 1797) que lo acabó en 1776 instalándose en el Palacio del Infante don Luis en Boadilla del Monte, cuyos herederos, los duques de San Fernando de Quiroga, regalaron la fuente a Fernando VII y su esposa María Cristina, que la instalarían en la Real Quinta de Vista Alegre, hasta 1845 que se trasladó donde está ahora.


Junto al acceso indicado y debajo de él, se encuentra la entrada al Túnel de Bonaparte, cuya historia es la siguiente. José Bonaparte conocido como José I, fijó su residencia en la Casa de los Vargas que está a la entrada de la Casa de Campo por la Puerta del Rey (y que visitaremos cuando hagamos un recorrido específico por dicho Parque), como el ambiente de Madrid andaba muy revuelto y él no era el preferido del pueblo, decidió mandar construir un túnel que le permitiese ir desde su residencia hasta Palacio sin tener que moverse por las calles y así evitar jaleos innecesarios. La salida del túnel hoy en día puede verse en la zona de Madrid Río al otro lado del Paseo de la Virgen del Puerto, también tuvo que construir un puente sobre el Manzanares. Además esta obra le permitiría escapar en caso de necesidad, aunque nada consta que así fuera cuando efectivamente tuvo que "salir por patas". El túnel se encargó a José de Villanueva, el conocido arquitecto, que falleció en 1911 cuando aún no estaba acabado. La Casa de Campo se abrió al público en 1931 durante la II República, e igualmente el túnel también se hizo accesible; durante la Guerra Civil sirvió de almacén armamentístico. Con la construcción de la M30 el túnel quedó oculto, pero en 2011 se volvió a ubicar y se puso una placa explicativa por el lado de Madrid Río. Finalmente he de añadir que existe un proyecto que data de la legislatura de la alcaldesa Carmena para reabrirlo, recientemente se ha modificado dicho plan para hacerlo coincidir con la apertura de las Colecciones Reales.

Tras los desastres de la Revolución de 1868, durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo se acometieron reformas lideradas por el jardinero Ramón Oliva a partir de 1890, consistentes en abrir paseos curvilíneos y suaves pendientes, gran plantación de árboles y arbustos, etc. siguiendo las corrientes románticas y paisajísticas de la época. Se construyeron también pabellones de recreo tales como el Chalecito de la Reina, el Chalé del Corcho y la Casa del Jardinero. También se ubicaron bancos, columpios y la rocalla que decora la Gran Gruta o Túnel de Bonaparte. La Guerra Civil trajo un profundo deterioro, por lo que hubo que volver a recuperar vegetación y paisaje, momento en el que se añadió el antiguo Museo de Carruajes, hoy Aula de Música Reina Sofía, los estanques, etc. Actualmente pertenece a Patrimonio Nacional, como el mismo Palacio.

El CAMPO DEL MORO cuenta con un profuso arbolado, césped y zonas frescas muy bien cuidadas, celebrándose eventos musicales en verano en el área de la entrada. Cuenta con varios árboles protegidos en el Catálogo correspondiente de la Comunidad de Madrid, que nos iremos encontrando señalados con unos pivotes que los nombran. Los paseos están denominados según las plantaciones mayoritarias de la zona u otros aspectos: de los Durillos, de los Mosquitos, de las Hayas, de los Plántanos, etc. pero también de personajes históricos: de Alí Ben Yusuf, de Felipe II, de Isabel II, etc. Conviene que llevéis un plano y si así lo queréis, os ofrezco usar el que hay en esta página como foto y que pertenece al dicho Parque.


Además de las fuentes citadas, está la Fuente de la Almendrita en una recoleta plaza en la parte alta, data de 1700 o incluso antes pues no se descarta que el pilón fuera de otra construcción anterior, está a continuación del Bosquete de la Almendrita. Este otro nombre de Bosquete, también lo volveremos a encontrar: de la Chata, de los Magnolios, del Tenis, del Roble, de las Canteras, etc. Recorridos por numerosos paseos y rincones donde disfrutar de la tranquilidad y el frescor en verano, pues algunos son tan tupidos como un bosque del norte de España.

También hay que ver los estanques, de los cuales destaca el que está ante el Aula de Música Reina Sofía, obra del arquitecto Ramón Andrada realizado en 1967 con el fin de crear un Estanque de Patos sobre el que cruza un puente casi a la mitad, las paredes de rocalla y una verja de 1,2 metros de altura lo bordean; varias ranas de bronce situadas en diferentes puntos arrojan chorros de agua sobre la superficie y dos casas para patos, cada una a un extremo, dan refugio a estas aves. La sombra la proporcionan frondosos Plátanos que se levantan en alcorques sobre el agua. Por desgracia no se encuentra en funcionamiento, así que nos consolaremos con las dos plazoletas que hay a cada lado del edificio que constan de jardines y flores, fuente y vaso en forma de pequeño estanque.

Dicho estanque y el entorno fueron levantados para acompañar al edificio colindante, obra del mismo arquitecto Ramón Andrada y fecha, el cual se compone de varias plantas octogonales unidas y diseñado como Museo de Carruajes, viejo proyecto de la II República que inauguró el dictador Franco, pero tras quince años fue considerado no apto y en 1992 se cerró. Su fondo expositivo esperamos que reaparezca en las Colecciones Reales. Nos quedan dos frontones de piedra caliza sobre la fachada de la entrada al edificio, realizados por el escultor Cruz Solís (Sevilla, 1923 - Manzanares el Real, 2003) catedrático de la Escuela de Bellas Artes de Madrid, tiene otras notables obras por la Comunidad incluidos los conjuntos escultóricos de la base del Cerro de los Ángeles, la puerta de la Basílica del Valle de los Caídos, etc. Los dos paneles son alegorías de medios de transporte aludiendo al fin para el que fue levantado el edificio.


Otro estanque que nos interesa mucho ver es el Estanque de los Nenúfares, pequeño y con las paredes de rocalla, se encuentra al lado de la estatua a Isabel II, con lo que ya enlazamos con este otro aspecto del Parque: las estatuas. Ésta en concreto fue realizada en 1862 por José Vilches (Málaga, 1815 - Saigón, 1890), nombrado en 1840 escultor de Cámara del Rey, ocupó a continuación la dirección de la Escuela Gaditana, más tarde nombrado Académico de Mérito de San Fernando, pasando a dirigir la Academia de Roma en dicha ciudad, donde realizó su carrera escultórica; fue allí donde elaboró ésta escultura y la pareja: Francisco de Asís de Borbón, esposo de la Reina, que fueron presentadas en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1864, pasando al patio del Ministerio de Hacienda hasta que el arquitecto Mayor de Palacio en 1876, José Segundo de Lema, ordenó llevarlas a las galerías bajas del Príncipe, en Palacio claro, hasta su definitiva ubicación donde ahora se encuentran.


La del rey consorte Francisco de Asís, puede que os sea un poco más difícil de encontrar porque se encuentra rodeada de vegetación y la humedad ha reverdecido su material, pero está muy cerquita del Paso Central junto a la entrada, metiéndose por un caminito, en una zona espesa y ajardinada, hay que pisar el césped para verla (que iba a decir yo que hoy en día, ya lo de ocultarse no tiene sentido ¿no? pero casi mejor me callo). Casi lo mismo ocurre con el busto en bronce fundido en Roma en 1985 de Juan Carlos I, que casi nos recibe al entrar en el recinto, más visible, pero algo tapado también, figuradamente en una línea visual a su espalda se encuentra la de Francisco de Asís citada.


Antes de seguir y por el interés que pueda despertar he de indicar que por encima de donde está la estatua a Isabel II y junto a las rejas que dan a la Cuesta de San Vicente, hay una zona de frondosa hiedra por el suelo, entre cuyas hojas se esconden recuerdos de otros lugares, escudos de armas y entre ellos, el antiguo de Madrid que incluía entre otros motivos, un dragón.

Como ornamento singular se emplazan en la rotonda donde se ubica la Fuente de las Conchas, varios jarrones sobre pedestal en los que se representan diferentes deidades mitológicas, al gusto de la época. Destaca sin embargo un jarrón solitario al término del Paseo de Damas, en el Bosquete de la Copa, cuya imagen he puesto más arriba y que data de 1850, rodeado de un macizo floral en torno a una especie de laberinto, figura ésta que se repetirá en dicho Paseo, siempre a escala panorámica, muy cerca del Chalecito de la Reina y del Chalé del Corcho. Ambas construcciones de recreo de la nobleza en aquellos tiempos, fueron levantadas en 1898 y son obra del arquitecto Enrique Repullés Segarra (Valladolid, 1848 - Madrid, 1918) que fue profesor de arquitectura de la Escuela de Madrid, posteriormente arquitecto del Ministerio de Instrucción Pública y de Bellas Artes, Mayor de Palacio y Reales Sitios, y catedrático de Topografía y Geodesia, con proyectos y reformas que abarcan desde el Banco de España, la Bolsa, el Retiro, etc. El primero de los chalets citados se inspira en las construcciones del norte de Europa y se divide en tres áreas internas diferentes pero unidas, en un principio era del Rey, pero alguna razón cambió a su popular denominación actual. En el caso del segundo, su nombre proviene por el material empleado en su construcción.

También es obra de Repullés la Casita del Guarda, levantada en dos plantas a estilo tirolés, con una gran balconada hacia el paseo de la Virgen del Puerto y que llama la atención de los paseantes. Su utilidad era la de albergar al guarda de los Jardines y su familia, cuenta con una puerta independiente de entrada, no se puede visitar porque es parte de las instalaciones oficiales, cercana al invernadero y viveros. Así mismo contamos con otra construcción de dicho arquitecto esta vez realizada en 1894, el Cuerpo de Guardia junto a la entrada de la Cuesta de la Vega y del futuro emplazamiento de las Colecciones Reales (que vemos al fondo en la foto sobre este texto), junto al que hay otro pabellón de igual uso y construcción de tejado puntiagudo y de chapa. En el interior está la antigua fábrica de gas para el alumbrado de Palacio, sustituida en su función por la estación de producción eléctrica, de Repullés también, pero ahí no tenemos acceso, al menos aún.

Poco más que añadir, pero andando por el Campo del Moro aún podréis descubrir rincones muy interesantes. No quiero olvidar los ejemplares de Pavo Real que viven en este entorno, junto con Palomas, Tórtolas y Faisanes. Tampoco olvidaros de los árboles singulares censados por la Comunidad de Madrid, como la Secuoya, el Roble, el Pino, los Tejos y otras muchas especies con ejemplares de más de 150 años. Y, por supuesto, la Rosaleda, a la que dedicaremos un recorrido particular para incluirla dentro del trazado singular de rosaledas que tenemos ya hecho por Madrid y que cada año va incorporando más, pero sólo en la época adecuada.


Madrid.es.Campo del Moro

Puedes ver la primera parte de este recorrido pinchando aquí. Y la GUÍA BÁSICA:



GUÍA BÁSICA DE LOS JARDINES QUE RODEAN EL PALACIO REAL, incluye este paseo y el del artículo siguiente con todos los jardines y parques citados, puedes adquirirla aquí.


@ 2022 by Santiago Navas Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario