PUERTA DE TOLEDO
La Puerta de Toledo desde 1996 es Bien de Interés Cultural, su ubicación se corresponde con la entrada a Madrid a través de la calle y el puente sobre el río Manzanares del mismo nombre. En dicha entrada siempre existió una puerta un poco más allá o más acá que, al igual que en otras entradas a Madrid, se ubicaron con el ánimo de controlar quién entraba y para cobrar los impuestos correspondientes. A fin de cuentas, Mayrit nació de una necesidad de defensa como plaza amurallada y así siguió en sus posteriores ampliaciones. El primer proyecto de puerta del estilo de la actual corresponde a los tiempos de José I según encargo realizado al arquitecto Silvestre Pérez entre 1811 y 12 sin que llegara a realizarse. Al regreso de Fernando VII "el Deseado", se decidió erigir dicha puerta en homenaje suyo, así que un año después de lo anterior el Ayuntamiento de Madrid encarga al arquitecto municipal Antonio López Aguado la obra respectiva que realizará en piedra de Colmenar, concluyéndola en 1827. Se compone de tres entradas, la de en medio en arco de medio punto y las otras dos a cada lado son cuadradas, entre ellas vemos columnas de orden jónico. A los lados se adosaban sendos edificios del mismo arquitecto que unían la puerta a la cerca de Felipe IV cuyo único recuerdo vivo se encuentra muy cerca, en la Ronda de Segovia según vimos en la Zancada sobre La Cornisa y La Paloma (ver aquí).