La actual glorieta de San Vicente con la Puerta del mismo nombre en el centro, era más o menos el acceso que había al REAL SITIO DE LA FLORIDA, creado por Carlos IV, desde el cual salía de Palacio para dirigirse hasta El Pardo o a donde él quisiera que para eso era Rey, acompañado por su cara esposa doña María Luisa de Parma, la cual fue la verdadera instigadora de la creación de un pasillo por donde circular sin tener que para a cada paso y asomarse a saludar al pueblo que la vitoreaba, ¡encima! La puerta no ha estado siempre donde la vemos, hubo un tiempo que se situaba más cerca de la actual estación. Enfrente mirando al Río se ubicó en su momento el Asilo de las Lavanderas, institución benéfica promovida en 1871 por la reina María Victoria dal Pozzo della Cisterna, esposa de Amadeo I de Saboya conocida como "la Rosa de Turín"; atendido por las Hijas de la Caridad tenía un marcado carácter benéfico pues permitía a las mujeres que iban a lavar al río, dejar a sus hijos allí mientras ellas hacían su tarea y, además, contaba con seis camas para atender a las enfermas; se mantuvo en servicio hasta 1936 cuando debido a su situación cercana al frente de guerra acabaría destruido, aunque en 1946 se refundó como Casa de Caridad entre el Paseo Imperial y el de Pontones y permaneció hasta el inicio de los 70 del siglo pasado, reconvirtiéndose dos décadas después a servicios municipales.