Translate / Traduire / Übersetzen / Itzuli / Перевести / 번역하기 / 翻訳 / ترجمة / 译 / ...

viernes, 19 de julio de 2024

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXV: BARRIO DE LAS SALESAS.



¿A qué se aplica el nombre de Salesas? pues se refiere a los integrantes de la Orden de la Visitación de Santa María, una congregación religiosa fundada en Saboya, Francia, en el año 1610 por San Francisco de Sales (1567-1622) y Santa Juana Francisca Fremiot de Chantal (1572-1641), su discípula baronesa en cuya casa vivía refugiado y donde fundaron el Instituto de la Visitación de Santa María junto con Charlotte de Bréchard, para religiosas dedicadas a la vida contemplativa y la visita a pobres y enfermos, hasta que en 1616 cambian a clausura bajo la Regla de San Agustín. A estas religiosas se les conoce como Salesas por seguir los preceptos y enseñanzas de sus santos fundadores dichos, dedicadas al servicio de Dios y a la caridad hacia los demás, con el objetivo principal de llevar el mensaje de María y consolar a todos aquellos que lo necesiten. Las hermanas Salesas llegaron a España en 1747 y fue la reina Bárbara de Braganza la que les dio cobijo en un Monasterio, al año siguiente, construido a este fin. Y de ahí procede el nombre de este barrio que administrativamente no existe, sino que es parte del de Justicia, distrito Centro.


El barrio de Salesas ha adquirido un gran valor e identidad propia gracias a la oferta de moda y arte que reúne en sus calles, repletas de edificios de época vistosos y arrogantes muy bien conservados, así como algunos teatros, museos y/o palacios reconvertidos para otros usos más actuales. Sin embargo, sus límites no están bien definidos y podemos encontrar planos el que aparece sobre este párrafo o cualquier otro de los que se encuentran en la red, incluida la web de turismo esmadrid.com. Así pues, vamos a caminar y lo que nos vayamos encontrando lo comentamos.

Nos ubicamos en la plaza de Santa Bárbara de prolija historia, su nombre aparece en el plano de Espinosa en 1769, constando una Puerta y un Convento con dicha denominación. Ventura Rodríguez diseñaría un matadero y saladero de cerdos que pasaría en 1831 a ser la "cárcel del Saladero" hasta 1884 cuando los presos son trasladados a la cárcel Modelo de Madrid (que ocupó el actual espacio de la plaza de Moncloa según vimos aquí), la vieja cárcel se demolió en 1888. Hacia 1834 había sido instalado allí el "Circo Olímpico" de espectáculos al estilo de los varios que hubo por Madrid en dicha época y de los que vimos al inicio de la calle Príncipe de Vergara o como proyecto dentro de la Dehesa de la Villa. Actualmente la plaza está ajardinada con Plátanos de Sombra en el bulevar central y Acacias del Japón en las aceras laterales, abajo encontramos algo de variedad con Falso Plátano, Arce de Freeman y algún Árbol del Amor. Cuenta con zonas de césped y espacio reservado para juegos infantiles. Llama la atención la librería acristalada en su bulevar de la que luego hablamos, así como algunos edificios, vamos a destacar dos:


El Palacio del Conde de Villagonzalo, levantado entre 1862 y 1866 por Juan de Madrazo en estilo isabelino de moda en aquel momento, siguiendo las teorías del arquitecto francés Viollet-le-Duc. En 1933 fue adaptado por Ignacio de Adama para escuela municipal, que ejerció hasta la década de los 70; actualmente se alquila para eventos y exposiciones y se puede visitar virtualmente en su página web palaciosantabarbara.com. Y el Palacio de los Condes de Guevara, levantado en 1920 por Joaquín Pla Laporta sobre el terreno del antiguo saladero, en tres plantas y bajo en estilo neobarroco con torreones, rejerías y balconadas, que en 1939 fue expropiado para dedicarlo a sede de entidades bancarias, habiendo pasado diferentes marcas, conserva sólo la fachada de su origen. Entre ambos hay una calle peatonalizada, es el final de San Mateo que está cubierta con Perales de Flor.


En cuanto a la librería acristalada que decía, hay que contar que es heredera de una instalación anterior, un "kiosoko" obra de Manuel Valcorba de primeros del siglo pasado que por un lado tenía entrada a unos baños subterráneos y por el otro el negocio de libros de lance y prensa de toda la nación, que recordamos algunos. Dejo esta foto publicada en El País del 27 de octubre de 2009.


Aunque no sean de una exquisitez artística desdeñable, tampoco son un artículo único los trampantojos que encuadran el número 118 de la calle Hortaleza, un retranqueo de edificio originado al derribo de otro anterior para ampliar la zona de plaza. Los colindantes han sido adornados como vemos. Uno corresponde al muralista Boa Mistura "Aceptando el mundo", sobre el cual se colocaron balcones a juego con el edificio al que pertenece la fachada y el otro igual, pero sin muralista en la parte baja ¡qué le vamos a hacer! El arbolado aquí es de Árbol del Amor y Magnolios.


Bajamos la calle Hortaleza hasta la esquina con las calles de Fernando VI y Mejía Lequerica, en el número 1 de ésta se encuentra "La Comunal", una tienda especializada en Aceite de Oliva creada por la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, cuyo fin privado es la promoción relacionada con este producto. En la tienda física se pueden hallar distintas variedades, derivados y realizar catas o contratar eventos. El edificio se conoce como Casa de los Lagartos en alusión a las Salamanquesas que sostienen la parte alta. Llama la atención la decoración de la fachada de influencia del modernismo vienés. Como curiosidad, el edificio es tan estrecho que sólo tiene dos pisos alargados por planta, con las escaleras comunes al centro y dos estudios en la parte alta. Se levantó en 1911 por Benito González del Valle y Fernández-Galán para dedicarla al alquiler.


Tomamos la calle Fernando VI ahora. No os voy a mostrar fotos, pero si os acordáis, mirar el número 3, lo que veis ahora es un edificio pintado de blanco que ha sido levantado sobre unos almacenes que mandó construir Joaquín Ripoll en 1924, de una sola planta baja y amplios espacios de luz al interior ¡cómo cambia la ciudad! El escaso arbolado de esta calle es de Aligustres del Japón y Cerezos silvestre, ocasionalmente. En el número 4 y haciendo esquina con la calle de Pelayo, se encuentra la Sociedad General de Autores, antiguo Palacio de Longoria, y que no pasa desapercibido. Obra de José Grases Riera entre 1902 y 1904, BIC desde 1996, realizado en estilo modernista para el bancario Javier González Longoria, vivienda en planta superior y oficinas en la baja. En 1912 García Nava lo transforma para la Compañía Dental Española; lo comprará la Sociedad General de Autores y en 1950 el arquitecto Carlos Arniches Moltó lo transformará, en 1990 Santiago Fajardo dirigirá la rehabilitación de la fachada. Destaca en su interior la escalera ubicada en el torreón de la esquina, con una cúpula de cristal e hierro forjado que le da luz, cuenta con un patio interior en L y apenas espacio entre la fachada y la calle de forma que la luz entre por las claraboyas del sótano con más facilidad. Su fachada en piedra redondeada es una aventura para la observación, dedicarle un rato.


El siguiente edificio en el que nos vamos a detener es el de los Hermanos Lamarca. Obra de Santiago Castellanos Urizar en 1902 en un estilo neoclasicista con reminiscencias clasicistas y elementos que adelantan el modernismo que llegaba. La Sociedad Lamarca Hermanos se dedicaba a la construcción de carruajes y taller de reparación, con lo que el edificio se adapta perfectamente en la planta baja a esta necesidad, en los extremos hay escaleras que conducen a las plantas superiores donde había viviendas; el edificio se cierra en sus extremos, en total contaba con cinco viviendas.


En la esquina que forman las calles Belén y Barquillo se encuentra una placa que nos recuerda que aquí estuvo la "Casa de ¡tócame Roque!", según dicen las crónicas, se corresponde con un chascarrillo que popularizaron dos hermanos, Juan y Roque, mientras discutían por la herencia de la casa "¡tócame a mi!, ¡No, tócame a mi!" decían. La casa se derribó en 1850 a petición de sus propietarios, porque los que vivían en la corrala no pagaban el alquiler y las pérdidas ya eran cuantiosas, la leyenda llegó al Sainete de la mano de don Ramón de la Cruz bajo el nombre de "La Petra y la Juana" (ver en mi blog de teatro, pinchando aquí), aunque luego apareció en otras composiciones diversas.


Y llegamos ya a la plaza de las Salesas, un pequeño reducto de sombra, bancos y frescor en el centro de un Madrid noble y de bella factura, edificios sólidos y funcionales como hemos visto, de otra época. En la plaza nos encontramos de espaldas a la calle un monumento, "Poesía", que contiene una frase de Carlos Fernández Shaw, padre del arquitecto de nombre Casto y mismos apellidos, que dice así "Para inculcar en las almas un vivo y duradero amor a la poesía, debemos empezar por inculcarlo en el alma del niño". Se trata de un conjunto escultórico de José Chicharro Gamo, ganador del Concurso Nacional de Escultura de 1924 con dicho proyecto, posteriormente se renombraría como "Monumento a la educación de la infancia" a pesar de que representa a la Poesía rodeada de dos grupos de niños y niñas.


A su lado se eleva un árbol singular, Gingko Biloba; una zona de gimnasia y, al fondo, el monumento a Jean Jacques Rousseau regalado por la ciudad de Ginebra a Madrid en 1981, obra del escultor Jean Jacques Pradier (1792-1852), un busto de bronce sobre pedestal de granito moldeado de diferentes formas y grabado el acontecimiento en letras rojas. Y en la esquina de las calzadas que rodean el jardín de la plaza, encontramos un bonito comercio, casi único, con un toldo a juego con el producto que ofrece, lo dejo como curiosidad. El arbolado de este coqueto espacio se compone, además del singular dicho, de Ciprés, Cedro del Atlas, Castaño de Indias, Plátano de Sombra y algún otro suelto como el Aligustre del Japón, mientras en la acera de la calle General Castaños, son precisamente los Castaños de Indias los que predominan.


Y llegamos a la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara, colindante con el antiguo Convento de la Visitación de las Salesas Reales, origen del nombre del barrio. La vista de la iglesia se adivina desde lejos y cuenta con unos jardines a los lados de sus señoriales escaleras, en los que distinguimos las especies relacionados hasta aquí e incluso otros como Palmeras, etc. mientras la calle luce Aligustres del Japón. La iglesia fue proyectada por Francisco Carlier en 1749, la ejecutó y acabó Francisco Moradillo en 1758, el cual introdujo sobre el proyecto las torres que rodena la portada de la iglesia. Como dije al principio, es impulso de la reina Bárbara de Braganza para dar cobijo a las monjas salesas de la Visitación, además contó con un colegio para hijas de familias nobles y unos jardines que alcanzaban hasta Recoletos y la calle Génova. El pórtico dividido en tres espacios da idea de grandeza aunque el templo sólo se corresponde con el espacio central, las torres ayudan a esa imagen y se remata con adornos diversos y la hornacina con San Francisco de Sales y otra con Santiago peregrino. La escalinata es de Miguel Durán Salgado en 1920-30 realizada sobre el desnivel al construirse la calle de Bárbara de Braganza como continuación de la de su esposo. El interior tiene una rica decoración, incluso un púlpito rococó; junto con altares laterales, retablo central y pavimento son obra de renombrados artistas. Los sepulcros de los monarcas Fernando y Bárbara son obra de Francisco Gutiérrez que ejecutó los diseños de Sabatini y constituyen obras fundamentales de la escultura neoclásica española.


El otro edificio que vemos pegado a la iglesia es el Tribunal Supremo, cuya historia es la siguiente. En 1870 las monjas son exclaustradas por el General Prim y el Convento se remodela para nuevos usos según proyecto de Antonio Ruiz de Salces, reconvertido en Palacio de Justicia. Dos terribles incendios lo asolan, en particular el de 1915 que casi llegó a la iglesia pero que destruyó el Palacio completamente. Reconstruido por Joaquín Rojí López-Calvo entre 1915 y 1926, año en el cual recibe el primer premio en la Exposición Nacional de Bellas Artes, aunque rompe con la línea entre iglesia y convento. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid está al otro lado de la calle General Castaños, en el número 1, en la esquina con la plaza de las Salesas que ya hemos visto, lo digo porque como el nombre se parece, su cercanía puede llevar a confusión. La puerta principal del Tribunal Supremo se encuentra ante la amplia plaza de la Villa de París, su pórtico contiene en lo más alto una alegoría obra de Miguel Blay a la Equidad y el Derecho, así como otra al Derecho romano y al jurista romano Gayo. Su riqueza por dentro merece una visita ¿te apetece?, pues no te quedes con las ganas, pincha aquí y entra.


La plaza de la Villa de París recibe su nombre por la visita que realizó en 1905 el Presidente de la República Francesa Émile Loubet. Era el huerto de las monjas del convento. Hay que decir que la reina Bárbara de Braganza nunca habitó la parte que se había reservado porque falleció antes. He de comentar que para mí esta reina es una de las que más admiración me inspiran. Este gran espacio se llamó en un principio plaza del Palacio y a su alrededor se concentran otros usos relacionados como son la Audiencia Nacional o el Colegio de Abogados, la Fiscalía del Tribunal Supremo, el Consejo General del Poder Judicial, etc. Aunque no es un jardín, tiene algunas buenas sombras que se pueden aprovechar, pero se podría mejorar bastante. Sobre las copas de los Plátanos de Sombra, única especie de la plaza, asoman "los sombreros" nuevos de las Torres de Jerez. 


Además de unos aparcamientos subterráneos, contamos con zona canina y espacio para juegos infantiles. En la zona derecha hay una estatua del rey Fernando VI, obra de Juan Domingo Olivieri realizada entre 1750 y 1752 en piedra de Colmenar de Oreja, que estuvo emplazada en el Real Sitio de Aranjuez y en el interior del Convento. En similar estilo, a la izquierda hay una estatua de su esposa, Bárbara de Braganza, que era hija del rey Juan de Portugal, mujer culta, obra de Mariano Benlliure.


Y en la salida hacia la calle de marqués de la Ensenada nos encontramos con este recuerdo homenaje y 
Monumento a los víctimas de los atentados de París de noviembre de 2015, frente al Instituto Francés. Dicha calle está arbolada con Acacias del Japón.


Podríamos seguir nuestro paseo, pero creo que con esto tenemos suficiente por hoy para hacernos una idea muy turística de este barrio no barrio, que pretende atraer la atención sobre sus galerías de arte y museos, restaurantes, tiendas de moda, comercios de dulces, etc. pero que aparte y sobre todo, es espectacular. No podemos decir que hayamos visto ningún parque o jardín, pero sí varias zonas verdes que podrían serlo.



@ 2024, by Santiago Navas Fernández

viernes, 12 de julio de 2024

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXIV: LA CALLE DEL GENERAL RICARDOS Y ALREDEDORES, 3/3


Vamos a comenzar a la altura del metro de Urgel, donde el Camino Viejo de Leganés se une a la calle del General Ricardos que estamos recorriendo, ante un pequeño jardín que un conocido restaurante de comida rápida, indirectamente aprovecha como terraza a juzgar por los restos de suciedad que, con su etiqueta, se acumulan entre bancos, pinos y juegos infantiles (ya podían tener el detalle de recogerlos). Este pequeño espacio salva mediante una rampa, la distancia en desnivel con la plaza Cantoria.

sábado, 6 de julio de 2024

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXIII: LA CALLE GENERAL RICARDOS Y SU ENTORNO, 2/3: LA COLONIA TERCIO Y TEROL


Es necesario que nos desviemos un poco de nuestra ruta para entrar a conocer un hito de la reconstrucción de Madrid bajo las líneas del nuevo diseño surgido del régimen dictatorial tras la Guerra Civil española. Y lo haremos al llegar a la esquina con la calle Comandante Fontanes.

viernes, 28 de junio de 2024

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXII: LA CALLE DEL GENERAL RICARDOS Y SUS ALREDEDORES 1/3.


Tengo el vago recuerdo de que cuando oí nombrar esta calle por primera vez, se me vino a la mente la Guerra de la Independencia de 1808, el por qué no lo sabría explicar, pero el caso es que me llamó la atención ese supuesto nombre propio hecho plural, sin embargo, tan solitario. Por circunstancias me tocó recorrer algún tramo hace unos años y fue entonces cuando me propuse prestarle más atención, observar sus edificios y conocer un poco de su historia. Casi paralela está la calle del Camino Viejo de Leganés, mientras que el trazado actual casi coincide con la antigua carretera de Fuenlabrada, la cual cambió su nombre a carretera de Carabanchel en 1859, en todo caso acababa (en su nueva denominación, o más bien comienza si hacemos caso a la numeración de las casas) frente al Puente de Toledo (leer su historia aquí). El viajero que iba hacia la Villa de Madrid tenía la visión del puente, luego la plaza de Pirámides con sus monumentales Obeliscos (de los que conocimos aquí) y tras ella, el antiguo Paseo de los Ocho Hilos (llamado así desde finales del XIX por sus cuatro hileras de árboles en cada lateral), que desembocaba en la Puerta de Toledo (leer su historia aquí), figuraos la impresión que un viajero de finales del sigo XIX o principios del XX recibía al acceder a la capital.

sábado, 15 de junio de 2024

SERIE POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXI: LA FINCA DE VISTA ALEGRE.


No deja de ser curioso y hasta un poco intrigante, que la Finca Vista Alegre no se encuentre en el barrio de Vista Alegre, son esas cuestiones de las particiones administrativas que nos sorprenden, pero así es. Y el caso es que mientras el barrio llega hasta la acera de los pares de la calle General Ricardos, los JARDINES DE LA FINCA DE VISTA ALEGRE están en la acera de los impares ¿Qué más le daría al partidor que hacer un pequeño borrón y meter la Finca en el barrio? Pero elucubraciones aparte, vamos a lo que vamos. Este espacio estuvo muchos años cerrados a pesar del clamor popular que pedía su uso generalizado, pues hoy y con las limitaciones que veremos, ya está a nuestra disposición.

viernes, 31 de mayo de 2024

SERIE PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLX: UN PASEO POR EL BARRIO DE RIOS ROSAS Y ALGO MÁS.




Vamos a hacer un pequeño pero no corto recorrido por el barrio de Ríos Rosas, distrito de Chamberí, cuyo nombre se corresponde al del político malagueño Antonio Sánchez del Río y López de la Rosa (Ronda, Málaga, 16/03/1812 – Madrid, 03/11/1873), conocido como Antonio Ríos Rosas, famoso orador que fue Presidente de las Cortes, Ministro de la Gobernación, Embajador, etc. Está enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres. Y aprovechando que estamos en el año de Antonio Palacios, comenzaremos en el conocido popularmente como el Palacio de Maudes o de Jornaleros, que el municipio de Madrid celebra con diferentes actos que puedes ven en la web: centenariopalacios.es Como curiosidad, encontramos ante él, en la calle de Raimundo Fernández Villaverde algunos Pinos.

viernes, 17 de mayo de 2024

SERIE PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLIX: UN PASEO POR EL BARRIO DE VALLEHERMOSO.



Comenzamos este paseo por el barrio de Vallehermoso con Vicente Aleixandre. Su calle contiene la antigua residencia del poeta, lugar de tertulias conocida como Casa Velintonia, donde se trasladó su familia en 1927, y por la cual pasaron a lo largo de los años, todo el mundo cultural del siglo XX. Declarada Bien de Interés Patrimonial en 2022, no ha prosperado la propuesta de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre de que la adquiera la Administración para crear la Casa de la Poesía. En cuanto a la calle que lleva el nombre del poeta, hay una curiosa anécdota contada por el ingeniero José María de Otamendi en una carta publicada por ABC el 21 de febrero de 1955, en la cual refiere que, tras las obras de urbanización del barrio, visitó junto con la reina Victoria la zona, descansaron a la sombre de un árbol que ella dijo que era una "Wellintognia", variedad de Secuoya de la cual pueden encontrarse ejemplares en el PARQUE DEL OESTE, por lo que Otamendi que quiso dar nombres naturalizados a las nuevas calles antes de que llegaran los recuerdos a personajes, escogió dicho nombre para ésta calle. Y posteriormente Aleixandre la castellanizó incorporándose al Diccionario de la Real Academia de la Lengua en 1970.