Aunque no es una escultura, sí podemos hablar de monumento, en particular en el tramo que vemos en la foto de portada. El Canal de Isabel II que se puso en funcionamiento en la segunda mitad del siglo XIX, impulsado por Juan Bravo Murillo, traía las aguas a Madrid desde la sierra por un conducto que aún se conserva y que ha aumentado sus puntos de extracción de aguas. El nombre le viene de que fue durante el reinado de Isabel II cuando se construyó e inauguró. La foto corresponde al Acueducto de Amaniel, que salvaba el desnivel entre dos puntos y, precisamente donde vemos en la foto, la Acequia del Norte conocida como canalillo, pasaba bajo sus arcos en el único punto que pisaba terreno de lo que hoy es Tetuán, de hecho, la foto está tomada desde la acera de enfrente que ya corresponde al distrito de Moncloa-Aravaca.