Translate / Traduire / Übersetzen / Itzuli / Перевести / 번역하기 / 翻訳 / ترجمة / 译 / ...

jueves, 8 de octubre de 2020

SERIE PARQUES Y JARDINES DE MADRID XIX: AMANECER DE LA DEHESA DE LA VILLA, BREVE HISTORIA (1ª zancada)





¿Es una "dehesa" la Dehesa? ¿Es "de la Villa" o "de Amaniel"? Si miramos lo que la RAE define como DEHESA, veremos que habla de un lugar de pastos con encinas, alcornoques y similares. Si hoy paseamos por la DEHESA DE LA VILLA nos encontraremos con Pinos más que nada, zonas de jardín, Cedros, Cipreses, Almendros... alrededor de caminos, y desperdigados con Acacias, Chopos, Olmos, Fresnos, Plátanos... y también algunas Encinas, entre otros lugares en la antigua carretera donde hubo una buena replantación de ellas. Hay que tener presente que la madera de Encina y familia es muy apreciada para hacer fuego y carbón, así que su apreciado uso condujo a una explotación excesiva que se vio agravada por la lentitud de crecimiento de esta especie. Su ausencia en terrenos donde era dominante fue compensada plantando Pinos que crecen mucho más rápido y favorecen los pastos. De éstos se conoce su aprovechamiento por arrendamiento en tiempos remotos, favorecidos por la humedad y la sombra, hoy existen gracias a la implantación de jardines; igual ocurría con la Retama, hoy desaparecida, cuya explotación se hacía por subasta y de forma controlada. Así pues, la palabra Dehesa no está mal usada, pues su sentido también alude a un terreno conservado o protegido para el pastoreo, además, existen más dehesas donde predomina el Pino, árbol nada desdeñable, también típico de la Península y de toda la zona mediterránea. La Encina, hoy es un monumento que se cuida y se vuelve a plantar en numerosos lugares, no olvidemos la Encina centenaria de la QUINTA DE TORRE ARIAS (pincha aquí) o las dos Encinas gemelas incluidas en la SENDA ECOLÓGICA de PRADOLONGO (pincha aquí), por poner sólo dos ejemplos.


Retrocediendo en el tiempo, nos encontramos con una Dehesa en sentido estricto, poblada de Encinas y otros ejemplares de Fagáceas, con el carácter comunal que tuvieron, recordemos que Madrid era un núcleo pequeño de población hasta que Felipe II se trajo la capitalidad en 1561. Toda la zona de lo que hoy es la Dehesa (y aún más, pues en su origen era mucho más extensa, se habla de unas 1.634 hectáreas de las que sólo se conservan 70 actualmente) incluyendo la Casa de Campo y los montes de El Pardo, era una sucesión de paisajes similares: grandes praderas y bosques. En el mural que figura dentro del intercambiador de Príncipe Pío, reproducido encima de este texto, podemos apreciar el paisaje de la cuenca del Manzanares y su entorno. Lo ratifican los restos de plantas y animales encontrados en diversas obras y excavaciones por todo Madrid que se pueden ver en diferentes lugares gratuitamente, como la estación de Metro de Carpetana, el Museo Arqueológico y el Museo de Historia de Madrid. En Tetuán se encontró un cráneo de Mastodonte con más de 18 millones de años de antigüedad, pero también otros restos de reptiles, aves, peces, mamíferos... y fósiles como el de la famosa tortuga gigante, que también podemos contemplar en los murales de dicho intercambiador y otros lugares citados. Parece que los terrenos arcillosos fueron propicios a "capturar" estos animales que salieron a la luz en los tejares tan típicos que hubo en las inmediaciones de los arroyos de la Huerta del Obispo, Cantarranas, los Pinos, etc.


Insisto, podemos llamar dehesa a la Dehesa con toda propiedad, aunque tenga mayoritariamente Pinos, pero ¿y "de la Villa", no sería mejor "de Amaniel"? En el paseo dedicado a recorrer una zona que incluía el Aljibe de Amaniel (ver aquí) comentábamos que dicho sobrenombre provenía del ballestero de Enrique II, Diego Lope de Amaniel, Guarda Mayor del Bosque de Encinas y Caza lindero con la Dehesa y Monte de Cantarranas. Todo ello situado dentro del territorio que otorgó el rey Alfonso VII (ver biografía en Real Academia de la Historia) a la pequeña villa de Madrid mediante privilegio del 1 de mayo de 1152; Mayrit no era entonces más que un pequeño asentamiento fundado por musulmanes que mantenían una atalaya de vigilancia de los caminos que conducían a Toledo, verdadera capital, y algo de comercio, ubicada alrededor de una fortaleza que estaba donde hoy el Palacio Real más o menos y que se entregó sin lucha en 1085 a Alfonso VI (el abuelo del dicho, ver en Real Academia de la Historia) tras la caída de la Taifa de Toledo. Volvamos a lo "de la Villa", hay autores que orientan el nombre de Amaniel en otro sentido, dicen algunos que es un derivado árabe del prerromano que hace referencia a un lugar o sitio habitado, en concreto, la aldea de Amaniel sita entre el Pago de Santa Ana y el antiguo Camino de Aceiteros (hoy calle de Isaac Peral). Y aduce también, que durante los siglos XII y XIII se unieron una serie de aldeas al alfoz de Madrid, constando la anexión en 1262 de una denominada Famaniel (o Hamaniel). El autor aporta notas de diferentes fechas en las que se habla de "aldea" o "pago" en la cercanía de la Dehesa de Madrid, incluyendo una gran siembra de Pinos, Almendros, Chopos, Olmos, Fresnos, etc. en el siglo XVIII. Y no podemos olvidar la existencia de una "Carretera de Amaniel" que llevaba desde la de Francia a través de la Dehesa en dirección a El Pardo por unas puertas que aún existen, pero sin uso, que están dentro de la colonia de Puerta de Hierro. Así que conocido su origen diverso y controversias del nombre, se queda con el de DEHESA DE LA VILLA aunque la expresión de este señor del "retrato" de abajo, parezca ponerlo en duda, se trata de Alfonso VII pintado por José María Rodríguez de Losada (1826-1896), detalle del cuadro de la colección reyes de León.


Desde 1485 la Dehesa fue zona de aprovechamiento ganadero, obligando así a los carniceros a proveer de carne a la Villa con un precio de venta fijo tasado por las autoridades a cambio del permiso de que pastaran en sus praderas; cinco años después se construyó el Matadero de Arganzuela y, no siendo suficiente, en 1573 el Ayuntamiento proveyó de rutas de entrada a los rebaños procedentes de Extremadura, Castilla, etc. En 1803 se contabilizaban más de 20.000 carneros y 5.000 vacas, según la Real Dirección de Abastos informó al Rey Carlos IV cuando éste ordenó la incorporación de tierras de la Dehesa en favor del Real Sitio de La Florida para su ampliación (como vimos aquí). A cambio el Rey donaría terrenos del Soto del Pobar, junto al Negralejo que ya era propiedad municipal, y pagaría la diferencia según fijaran los tasadores; un año después su propuesta se ejecutó, pero la acción dejó la mayor parte de las fuentes y manantiales dentro de las tapias del real de El Pardo, lo que implicaría el fin de la tradición "carnicera" de la Dehesa. Ya en 1530, ante la necesidad agrícola y dada la bondad de ciertas zonas, se había autorizado "la roturación" de tierras por un período inicial de 20 años a los agricultores fuencarraleros, para lo que se destinaron terrenos entre Valdezarza y Beacos, dos pequeños asentamientos poblacionales de los cuales el segundo se encontraba por la actual zona de Arroyofresno, que vimos en el recorrido por el lugar, pulsa aquí. Era una concesión para cultivo de cereal y fabricación de pan que surtiera a la capital, motivo por el cual existieron tantas tahonas en Fuencarral pueblo (ver nuestra visita aquí). Al término de este período se especuló entre la recuperación del territorio cedido realizando una replantación de árboles o dejar los terrenos como de labor, opción que finalmente triunfó.


Los días 18 y 19 de marzo de 1876 se concentraron más de 25.000 soldados en el "Campamento de Amaniel", preparados para entrar triunfalmente en la capital tras el rey Alfonso XII. Son las tropas que, provenientes del norte de España, celebran el fin de las Guerras Carlistas. Los madrileños y madrileñas pululaban por el campamento y al día siguiente copaban las calles del desfile. Acompañaba a las autoridades Cánovas del Castillo, protagonista de las negociaciones que trajeron la paz, la abdicación de Isabel II y el regreso del Rey, según cuenta Galdós en sus Episodios Nacionales titulado "Cánovas". El 10 y 11 de mayo sucede otro hecho similar; en este caso es el ejército de África el que acampa en los "Montes de Amaniel" preparados para hacer un desfile triunfal por la capital. O'Donell llega en tren a Atocha el día 10 y es recibido por la multitud madrileña, toma su caballo y marcha al campamento con sus tropas. El Ayuntamiento preparó festejos tales como un Teatro y concierto de música en la Casa de la Panadería y en la Plazuela de la Villa, iluminadas y adornadas especialmente para la ocasión, entre otros festejos. Estos dos acontecimientos han creado a algunos cronistas la falsa sensación de que Tetuán nace sobre la base de los ejércitos, pero nada tiene que ver (historia del distrito aquí). Sin duda la cercanía a la capital y su fácil acceso a través de la carretera de Francia, hoy Bravo Murillo, puede ser motivo suficiente para que se eligiera este lugar como descanso de tropas, pero hay otro más. En 1850 se cede al uso militar la Dehesa, de forma que sirve como lugar de prácticas a la caballería e infantería asentándose seguramente sobre los miradores como el del Cerro de los Locos que tal vez pudiera deber su otro nombre "de las Balas" a este hecho; dos años después, un informe del "Visitador de Propios" avisa del deterioro que la presencia de caballos y el uso de fuego está provocando en el terreno; comienzan a reproducirse testimonios y presentar pruebas a través de la prensa, lo que provoca que en 1890 se derogase dicha cesión. Otro motivo que sumar a la forestación que se produjo y que vamos a ver a continuación.


Fue en ese mismo 1890 cuando se produce la gran plantación de Pinos que ahora disfrutamos, que continuará a principios del siglo siguiente para reforestar este espacio por diferentes motivos. Aparte del militar señalado, por un lado tenemos que el crecimiento de Madrid provoca la tala de arbolado para aprovecharlo en usos domésticos y construcción, lo que aumenta la deforestación y aridez del suelo; por otro lado, la falta de higiene general en las calles provoca suciedad, malos olores y gran preocupación por la salud pública. Ante los hechos se plantea la necesidad de crear un cinturón verde de seguridad alrededor de la capital (¡y luego dicen que el proyecto Bosque Metropolitano es actual!), pero como no hay colaboración de los propietarios particulares, la replantación se ciñe a los terrenos públicos de la Dehesa, Parque del Oeste y montaña del Príncipe Pío. Se elige el Pino Piñonero y el Carrasco por su velocidad de crecimiento y adaptación al terreno, permitiendo el desarrollo de pastos. Acude la prensa y la propia reina Isabel II acompañada del entonces alcalde Andrés Mellado al primer acto institucional, posteriormente se harán otros actos similares con Alfonso XII como monarca y las autoridades de la época. Actualmente se celebran plantaciones populares de nuevos ejemplares y especies promovidas por organizaciones como "Salvemos la Dehesa" y otras asociaciones del barrio.


Tras la plantación se produjo un efecto de atracción para la gente de Madrid que comenzó a acudir a la Dehesa los festivos llevando su comida o preparándola allí y así pasar el día. Aparecieron los quioscos, en particular se hizo famoso el de Casa Gorris, donde Carrillo cuenta que iba de pequeño a pasar el día, allí se juntaba su familia con la de Largo Caballero que había adquirido en 1913 un terreno cuya vivienda fue derruida en el conflicto civil de la Guerra, tras lo cual se construyeron pequeñas casas que aún se conservan. De 1918 a 1936 se celebró allí el 1º de Mayo de forma oficial, organizado por la UGT pero con la presencia de trabajadores y trabajadoras de cualquier ideología o sin ella, se incluía un mitin y otros actos festivos con música y bailes. En 1892 la Sociedad de Panaderos de Madrid, organizan una excursión a la Dehesa el primer día de mayo. Dos años después se institucionaliza la costumbre por la zona de la Fuente de la Teja o Pradera del Corregidor. Y así otras convocatorias como la "Jira de la Promiscuación" convocada cada viernes de Cuaresma para comer pescado y carne en el quiosco de las Flores por la "Sociedad El Libre Pensamiento Y Juventud Republicana Federal". Con la Guerra Civil todo queda parado. Tras el conflicto, el Ayuntamiento decide regularizar el asunto mediante concesiones que empezaron a funcionar en 1942 con 56 quioscos, de los que a la fecha actual se pueden ver hasta tres edificaciones, pero cerradas.
  

Se empezó a fraguar a partir de 1954, siendo alcalde el Conde de Mayalde, la construcción de un Centro de urgencias y tratamiento del aparato respiratorio, el más moderno y dotado de medios en el mundo, que en 1960 toma el nombre de Fabiola de Mora y Aragón (la cual en realidad se llamaba Fabiola Fernanda María de las Victorias Antonia Adelaida de Mora y Aragón, pero eso puesto en letras sobre la fachada iba a ser mucho peso) que ese mismo año se proclamaría reina consorte de Bélgica por su matrimonio con el rey Balduino, obvia decir que ya era noble por descendencia, así que pusimos otra vez una "chica" (pica) en Flandes, o al lado, pero en esta ocasión por cosas del amor, precisamente la historia de este joven matrimonio ha sido referencia almibarada en plan cuento de hadas y exaltada por la gran fe religiosa católica de ambos, a pesar de carecer de descendencia. Con el tiempo sus funciones, las del edificio en cuestión no las de la reina, han ido variando pero siempre relacionadas con la medicina.


Quizá el último en llegar a la Dehesa ha sido el edificio del Centro de Información y Educación Ambiental CIEA, como recurso espejo de los existentes en otros Parques históricos. Un edificio datado en 2007, escondido entre los viejos Pinos a la trasera del punto de jardinería y conservación de la Dehesa, que consta de una planta alzada sobre rasante con una rampa de entrada, donde encontramos un mostrador de atención, sala de exposiciones y sala de actividades, reuniones, trabajo, etc. además de una biblioteca para consultas en el ámbito de la botánica, ornitología, parques y jardines, y un largo etcétera de temas relacionados con el medio ambiente. También cuenta con un taller de bicicletas donde hay todo tipo de herramientas para su uso por quien lo solicite. En el sótano hay un gran salón para charlas y proyección de vídeos. Su función es la que se desprende de su título y para ello cuenta con el programa "Habitat Madrid" que incluye paseos y visitas guiadas, de carácter gratuito para el usuario, destinado a familias, niños o adultos, que a veces son a pie, a veces son en bicicleta. Por la Dehesa la Villa, su historia, recuerdos de la Guerra Civil, del barrio de Tetuán, hacia otros Parques, para describir la botánica y aprender a distinguir las aves, en diferentes épocas del año o conocer sus secretos y los "viajes del agua", que incluyen en este caso, la visita a los túneles del Aljibe ubicado en la avenida Juan XXIII (hablamos de ello aquí). Pegado al edificio hay unas composteras de carácter comunal y un pequeño huerto participativo, además, en la pared colindante que pertenece al puesto de jardinería y conservación, se han practicado unos "buzones de reciclaje 24 horas" donde podrás depositar diferentes elementos seleccionando el lugar adecuado. El personal que lo atiende además de amable, está especialmente preparado para dar educación ambiental no dudes en pasar, pero si quieres, puedes mirar su web y suscribirte a su boletín de actividades pinchando en Cieadehesadelavilda.



Y para terminar esta brevísima historia ¡vámonos de Fiesta! En junio se celebran las de la Dehesa de la Villa, se corta el tramo de Francos Rodríguez desde el cruce con la calle del Doctor Federico Rubio y Galí hasta el cruce de las calles Antonio Machado y del Alcalde Martín Alzaga y se suceden los días de concursos, cultura, deportes, música y jaleo (ya ves, se corta el tráfico y no pasa nada, habría que repensar la utilidad de esta carretera igual que se cortó la antigua de la Dehesa, hoy pista deportiva que veremos en otro capítulo, ahí lo dejo). La Dehesa es lugar de paseo, encuentro y fiestas particulares, álbum de fotos para bautizos, comuniones y bodas, y con el tiempo, cumpleaños y otras celebraciones, como la del entierro de la Sardina, que en febrero celebran las Asociaciones del Barrio en esta época de Carnaval.


Bueno, si has seguido todos los enlaces y has disfrutado, me alegro, pues es lo que pretendía, un primer y variado conocimiento de la DEHESA DE LA VILLA y citas para que vayas tomando el tono al Parque antes de recorrerlo.


Aquí te dejo el enlace para comprar la GUÍA BÁSICA de la DEHESA DE LA VILLA,  que incluye todos los 6 paseos publicados en el blog, acompañados de los mapas de los recorridos, en formato bolsillo por 5 euros. Pincha aquí.



@ 2020, Santiago Navas Fernández

Si quieres seguir la serie Dehesa de la Villa, hay más capítulos:

-) Dehesa de la Villa, ruta por los restos de la Guerra Civil, pincha aquí.
-) Paseando por el entorno de la Dehesa de la Villa, pincha aquí.
-) Tres caminos y dos paseos por la Dehesa de la Villa, pincha aquí.
-) Los 6 sentidos de la Dehesa y algunas curiosidades más, pulsa aquí.
-) Los capirotes de la Dehesa de la Villa, pincha aquí.
-) El "Canalillo", pulsa aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario