Pues sí, se creía la neurona que podía abandonarme así, sin más, pero mira, la he podido esquivar y ... seguimos con otras siete historias cortas de la saga del CONFINAMIENTO:
EL LORO
¡Como los chorros! así tengo yo la casa de relimpia ¡qué caramba! Todo el día dale que te pego con la fregona, con la mopa, con la bayeta, con el trapo del polvo… y venga desinfectante, abrillantador, suavizante, perfumadores ¡y no sé cuántas cosas más! Que me dejo media pensión cada vez que voy al súper, para tenerlo todo limpito y oliendo a flores, que soy la envida de las vecinas. ¡Cómo los chorros del “loro”! Así tengo yo la casa ¡cómo los chorros del “LORO”! (¿o lo del loro era lo del chocolate? Uy, que lío)
PINTANDO
- Pero ¡quién lo iba a decir! Con la paliza que nos hemos dado a restregar y con la pintura tan bonita que habíamos comprado.
- Di que sí, pero es culpa nuestra, sólo nuestra ¿eh?
- Si, pero además es que no se lo podemos decir a nadie, porque… ¿cómo lo vamos a explicar? No, mejor que no se entera la familia
- ¡Ni los vecinos! …
- ¡Qué fuerte! Tantos años viviendo aquí y hasta que no nos hemos puesto a hacer una limpieza a fondo, no nos hemos dado cuenta de que las paredes tienen papel pintado y no “yeso pintado”.
- Ainnnnssss
CONECTADOS
Ya he visto cincuenta y seis películas, doce series, una de ellas era The Walking Dead, desde la temporada 1, yo creo que esa me tendría que contar por el triple o más, por que falta el último capítulo y me han dejado con la intriga. He visitado El Museo D’Órsay, el Guggenheim, he hecho tres cursos gratis en El Prado, he estado en el Thyssen, el Reina Sofía… He visto veintiocho obras de teatro. He descargado ochenta y seis libros, de los cuales he leído dos, lo siento, no me ha dado para más. He abierto varias redes sociales más, a sumar a Facebook, Whatsapp e Instagram, así que ahora tengo Pinterest, Telegram, Tuenti, Tiktok, Podcat, IrPod, PuerCas (ah, no, que eso es “otra cosa”). He intercambiado más de diez mil (10.000) mensajes, fotos, archivos, etc. Me he apuntado a tres portales de “Amistades en la distancia”, “Amigos para siempre” y “Nos rozamos de que podamos”. Y he suscrito Prime, Spotify, Youtube sin publicidad, HBO, Filmin, Netflix, Movistar…
No puedo más, quiero volver al trabajo, por favor, es una cuestión de salud ¡que me entre el bicho y me lleven aislado de todo a algún sitio, por favooooorrrr!
UNA MÁS
Creo que la próxima vez que tengamos que estar recluidos, será mejor. Habremos aprendido a hacer la compra sin vaciar las estanterías del supermercado. Habremos aprendido a protegernos y a proteger a los que nos rodean. Habremos aprendido a discernir lo que es importante y real frente a bulos, mentiras y cintas de video caducadas. Habremos aprendido a ocupar el tiempo sin sufrir excesos de ansiedad. A quemar lo negativo y alimentar lo positivo. A compartir, a reír…
“Paaaaco, el despertador, que siendo como es el primer día de la vuelta al trabajo, creo que no deberías llegar tarde ¿no crees?”
PRIMER PASEO
Toda la emoción, una hora al día nada más después de cuarenta y tantos encerrados ¡qué emoción! Prepararlo todo, las zapatillas de andar (por si acaso), los pantalones vaqueros que me había comprado dos días antes del confinamiento ¡por fin voy a poder estrenarlos! Y contando los minutos que faltaban, como un niño, oye… y mira, diez minutitos y de vuelta a casa, no he podido aguantar más… Tanta preparación, desde dos horas antes haciendo estiramientos, saltos para activar la circulación, bajar las escaleras andando ¡y la mascarilla! ¡asfixiadito del todo! ¡Ea! corriendo para arriba que no puedo ni andar ¡mañana agujetas!
TODO PASA EN NEW YORK
Nos quejamos por todo y luego no sabemos qué hacer cuando nos dan lo que queríamos. Años diciendo “todo pasa en Nueva York, en Estados Unidos” ¿qué hay un Supermán? ¡en Metróplis! ¿qué aparecen muertos vivientes? ¡en un pueblo perdido de Estados Unidos! ¿qué llegan los extraterrestres? ¡a Whasington! ¿qué se inventa la “red social”? ¡en un valle remoto de Estados Unidos! ... y así todo ¡Y venga a quejarnos!
¡POS TOMA! que el coronavirus ha empezado por Europa y en España más ¿ahora qué? ¿volveremos a quejarnos por qué aquí nunca ocurre nada?
¡VALGO POR DOS!
Eso fue lo que le dije a mi mujer en mitad de una disquisición sobre la auto afirmación personal, mía claro, entonces ella comenzó a reírse a carcajadas, a pecho partido, sin parar, no me lo podía creer ni ella parar de reírse y cuanto más me miraba, más se reía. Creí que se iba a atragantar, me empecé a preocupar seriamente.
Y cuando por fin pudo hacer algo más y consiguió compaginar la risa con respirar, entrecortada, me dijo la muy hija de su santa madre “¿Por dos solamente? Jajajajaja, y hasta por tres jajajajaja, y como se prolongue el confinamiento una semana más, te doblas por cuatro y puede que hasta te multipliques como una ameba” y continuó riendo sin parar.
2020, @ by Santiago Navas Fernández
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