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miércoles, 2 de septiembre de 2020

SERIE PARQUES Y JARDINES DE MADRID XV: PARQUE DE LAS CRUCES Y UN PASEO POR SUS ALREDEDORES

 

Los antiguos municipios de Carbanchel Alto y Carabanchel Bajo, se extendían a lo largo de los actuales distritos de Carabanchel, Latina y Usera, teniendo sus límites geográficos lindando con Pozuelo de Alarcón, Alcorcón, Leganés, Villaverde y Madrid, del que les separaba el Manzanares; cada uno de ellos contaban con su propio Ayuntamiento, hasta que fueron integrados en 1947 dentro de la capital en respuesta a un amplio diseño que absorbió numerosas poblaciones que, hasta los años 50 constituían el alfoz de Madrid, en una gran operación socio político administrativa. 

Según explica la página karabanchel.com, usando los datos de población del INE a 2009, los antiguos municipios agrupaban a ese año, una población que los hubiera convertido en la cuarta ciudad española por habitantes tras Madrid, Barcelona y Valencia. El desarrollo de proyectos de viviendas ha engrandecido los distritos mucho más allá de sus viejos cascos históricos, ocupando fincas y terrenos que en su tiempo eran huertas de legumbres, viñas, melones, cereales y cierta producción ganadera (ovejas y algunas cabras) que surtían a la Corte desde que ésta se estableció en 1561 en Madrid, y hasta que desaparecieron tragadas por el hormigón; famosos son los garbanzos de Carabanchel. Y fruto de ese desarrollo desde mediados del siglo XX, son numerosos los espacios verdes que se han ido ganando, no sin brava lucha vecinal, como ocurre con EL PARQUE DE LAS CRUCES y los que conforman el entorno que hoy vamos a visitar: PARQUE DE CHIRIVITA, PARQUE EUGENIA DE MONTIJO y PARQUE DE LOS INGENIEROS.



Comenzamos en la Avenida de los Poblados, junto a la calle Chirivita, admirando los pasillos vegetales que se alinean a lo largo de dicha avenida y por donde discurre un buen tramo del ANILLO VERDE CICLISTA que da una vuelta completa a Madrid (ver artículo en el blog, pinchando aquí). Justo tras las viejas tapias del Colegio Santa María de los Apóstoles, nos encontramos con el PARQUE DE CHIRIVITA (sobre estas líneas) en el cual, apenas camines un poco, ya te has salido de él, eso sí, tienes a la vista el moderno edificio de la Biblioteca Luis Rosales y si quieres, puedes adentrarte en el antiguo centro urbano de Carabanchel Alto que se abre muy cerca de allí, lo visitaremos más adelante.

Siguiendo por la Avenida de los Poblados llegamos a la PLAZA DEL PARTERRE (foto superior izquierda) que cuenta con un espacio inaccesible rodeado de asfalto y unas fuentes de chorro en su área central; a continuación, un espacio arbolado en forma de plaza que cuenta con un lugar para juegos infantiles, nos sirve para ir hacia la Plaza de la Emperatriz, verdadero núcleo del antiguo pueblo, donde podremos admirar la Iglesia de San Pedro (que fue la parroquia del antiguo Carabanchel Alto) y un antiguo edificio de estilo mudejar construido en 1917; más adelante hay una casa hoy de propiedad particular que fue en su día el Ayuntamiento, la reconoceremos en seguida y al lado el llamado "hotelito", originario de 1910 y reclamado por parte de los vecinos para uso común como Casa de Cultura. Nosotros nos desviamos hacia la calle Joaquín Turina para encontrarnos con el recuerdo de las residencias de recreo que tuvieron Mesonero Romanos, Mariano Calleja y la Marquesa de Perinat, para llegar al actual colegio Amorós que fue el Palacio de Larrinaga (llamado así por su último dueño, que lo mejoró bastante sobre sus predecesores entre los que se encuentran personajes como Godoy, el conde de Salamanca y otros más; su primer propietario fue el conde de Campo Alange, que compró una huerta en Carabanchel y posteriormente fue ampliándola para convertirla en Quinta de recreo hasta que su hijo se la vendió a Maria Luisa de Parma, reina consorte de Carlos IV, para regalársela a Godoy... ¡y hasta ahí puedo contar!; años después, en 1834, sirvió de residencia a la regente María Cristina y su hija, la futura Isabel II, cuando la epidemia de cólera en Madrid, de donde vinieron huyendo en busca de aires más sanos), casi enfrente se situaba el antiguo Palacio del Marqués de Remisa (hoy desaparecido, tras habérselo cedido a las Hermanas Redentoristas, monjas de origen francés, motivo por el cual fue conocido como el Monasterio de las Francesas; dice algún autor que fue en este lugar donde acabó residiendo la regente por amistad del Marqués de dicho nombre). En fin, si seguimos un poco más por esa calle, a mano derecha nos encontramos con un extremo del Parque que buscamos.

El popularmente llamado "Parque de Carabanchel" (hay otro que realmente se llama así), de nombre oficial PARQUE DE LAS CRUCES, recibe esta denominación porque se supone que lo atravesaba un camino que conducía al Cementerio de Las Cruces (y de hecho hay una calle así llamada justo al lado). La idea como espacio verde nació en un proyecto que data de 1963, aunque no está muy claro que fueran exactamente estos terrenos de hoy en día. En 1974 se constituyó la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto que asumió la reclamación del levantamiento de dicho parque y de una Casa de Cultura. Comenzó entonces una intensa lucha vecinal, cuyos avatares están recogidos en la web de dicha Asociación acompañados de noticias de prensa y vídeos, pues por un lado el Ayuntamiento no contaba con presupuesto para hacer las expropiaciones que se proponía hacer y por otro los legítimos propietarios (herederos del conde de Tamames, familia Messia Figueroa) querían especular y construir viviendas. No fue hasta 1979 con la llegada del alcalde Enrique Tierno Galván que no se aclaran un poco las cosas y se consiguió la firma de un acuerdo con ambas partes, más la Asociación de Vecinos como interesada en el tema. A partir de ahí el barrio se vuelca, se organizaron plantaciones populares de árboles y en 1983 se inaugura oficialmente, ampliándose su terreno en 1985 hasta llegar a la Avenida de los Poblados.

Siendo alcalde Álvarez del Manzano, en 1995, intentan ceder terreno para construir una gasolinera y en 1996 un Centro de Reciclaje y Residuos, cuyo inicio de obras sin avisar, consiguen detener vecinos del barrio que se dan cuenta de lo que pasa cuando paseaban ese día de casualidad por el entorno; a partir de ahí, montan un servicio de vigilancia presencial que acaba con la iniciativa municipal y dejan el parque como estaba. La conservación posterior se ha visto comprometida por la falta de presupuesto y diversos problemas (pero por casualidad, no por causalidad ¿eh?), hoy mismo si lo visitamos, apreciamos cierta dejadez y, sobre todo, llama la atención el curioso tendido eléctrico de altas torres que lo cruza como si fuera un campo abandonado, ¿qué hacen ahí unas conducciones de alta tensión eléctrica? pues ni idea.

El territorio reservado para dicho tendido eléctrico parece una pista más del cercano aeródromo de Cuatro Vientos. Pero entremos, nos encontramos con una zona de juegos infantiles, de las varias que abundan en el parque y caminando por la izquierda, llegaremos a un campo de futbol de tierra y varias pistas de juego más. A la derecha y donde el lindero del parque se adentra hasta los portales de la calle Mascaraque (que desemboca en el Camino de las Cruces y el mercadillo de los lunes) el parque ensancha su territorio y es por este lado, más húmedo, con árboles más grandes, arbustos y praderas más nutridas y una fuente de varios chorros que vemos en la foto de más arriba.

Tanto es así, que cerca de allí nace el surtidor de agua que ira por una ría, sobre la que cruza algún bucólico puente, hasta desembocar en una pequeña cascada de piedra sobre el lago (fotos debajo de este texto), el cual a su vez, da vida a un surtidor de un gran chorro en altura, frente a una grada con capacidad para unas 3.000 personas en condiciones normales (fotos de arriba). También en esta zona que va en dirección a la avenida de los Poblados, encontramos zonas de juegos infantiles y campos de deportes diversos, dotadas incluso de césped artificial para actividades apropiadas a ello. Y otra gran fuente de diversos chorros en una plazoleta donde reposar escuchando el murmullo del agua. Al final, por la entrada de la calle Consuelo Guzman, un cartel nos recuerda que estamos en una zona biosaludable del llamado Proyecto WAP "GENTE QUE CAMINA", que explicamos en otro artículo (ver aquí).

La información que nos proporciona el Ayuntamiento en su página web, en grandes números, es la siguiente:

452.090 m2, en los que se incluyen:

Árboles. Nº total de unidades: 3.868

Plátano de sombra 18%

Arce 15%

Acacia de tres espinas 9%

Ciruelo rojo 8%

Arbustos. Nº total de unidades: 58

Palo loro 36%

Evónimo 16%

Biota 9%

Macizos arbustivos. Superficie: 30.116 m2

Esquimia 6%

Aligustre del Japón 4%

Espino de fuego 12%

El ANILLO VERDE CICLISTA vuelve a cruzarse en nuestro camino y en el de los paseantes, como ya dijimos, es un espacio reservado a bicicletas por el que debemos cruzar con similar cuidado que si se tratase de una calzada. Pero no abandonemos el Parque, vamos aún a recuperar el camino de las torres del tendido eléctrico y seguimos hasta la otra punta, en la confluencia de la Avenida de las Águilas con la de los Poblados, frente a la estación de metro de Aluche. Nos vamos a encontrar con bosques de Pinos, Plataneros de sombra, Acacias... siempre escaso e insuficiente el arbolado y los arbustos pero en constante crecimiento, aunque en algunos extremos nos sugiera una imagen desértica y excesivamente árida ¡con lo que pasó este Parque para constituirse!

Casi mejor si salimos junto a la rotonda donde empiezan las instalaciones deportivas cerradas en la avenida de los Poblados, tiene parterres y una fuente en cada una de las medias naranjas que la forman y nos permitirá seguir hacia nuestro próximo destino. Veamos cómo es dicha plazoleta:


Bueno, pues justo enfrente lo que vemos es el PARQUE EUGENIA DE MONTIJO, según el municipio, esta es su dotación:

Superficie: 72.933 m2

Árboles. Nº total de unidades: 789
Falsa acacia 16%
Plátano de sombra 11%
Acacia del Japón 10%
Olmo de Siberia 10%
Arbustos. Nº total de unidades: 34
Evónimo 27%
Taray 21%
Griñolera 18%
Macizos arbustivos. Superficie: 1.805 m²
Acantho 25%
Hiedra 25%
Junco 15%

Advierte el Ayuntamiento en su página web, que este parque está dividido en dos zonas diferenciadas y separadas por la calle Monseñor Oscar Romero, la cual es, a partir de cierto momento, una vía pecuaria que diversos grupos ciudadanos están intentando recuperar como camino natural, pero que a día de hoy, es un sendero de tierra con torres de electricidad a partir de la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, la iglesia de estilo mudejar más antigua y mejor conservada de Madrid (fue la ermita de la Magdalena, posible asentamiento inicial de un poblado romano o incluso anterior que dio origen a los asentamientos posteriores en ambos carabancheles, en arteguias.com/monumentos nos explican curiosidades dignas de leer) y también vemos los Cementerios anexos: el de Carabanchel Bajo y el de San Sebastián Mártir, ambos comunicados interiormente entre sí y con pozo:


La otra parte del citado parque hasta la calle Nuestra Señora de la Luz, lo podéis encontrar como PARQUE DE LOS INGENIEROS, es fácilmente reconocible debido al descampado que los separa, la Parroquia y porque en este segundo se encuentra la parada de metro de Eugenia de Montijo. Desde ciertos puntos de su recorrido se puede ver asomar sobre las copas y los edificios colindantes, el Hospital Gómez Ulla, de origen militar y ahora de uso civil. Nos tropezamos con zonas de juegos infantiles, campos de deportes, praderas de hierba y kioskos cercanos donde un refresco se hace más agradable con el entorno.


Pero no deja de ser una parte del anterior gran Parque dedicado a esta mujer de nombre tan llamativo y canciones infantiles. ¿Quién era Eugenia de Montijo? Pues así, de repente, una emperatriz española en la Corte de París. Nació un 5 de mayo de 1826 en Granada, con el nombre de María Eugenia Ignacia Agustina de Palafox y Portocarrero de Guzmán y de Kirkpatrick, siendo su padre el VIII conde de Montijo el cual tenía algunos títulos más que no vienen al caso, un "afrancesado" que hizo fortuna por herencia y que luchó en la Guerra de la Independencia "a favor de ellos"; su madre era doña María Manuela Kirkpatrick de Closeburn y de Grevignée, no tan rica como sus apellidos parecen decir, de natural escocesa, pero afincada en España. Dadas las tendencias ideológicas del padre, estudió en París, además su madre quería para ella, y para su otra hija también, llamada Paca (no es desdén, es que la llamaban así) un futuro noble; al final Paca le quitó el novio a su hermana y se casó con él, uno que era primo y miembro de la casa de Alba (¡un pelotazo, para eso las había educado doña María Manuela!). Pero en cuanto a Eugenia se le pasó el desplante, encontró consuelo en un Bonaparte veinte años mayor que ella y, supuestamente, solterón de oro inasequible al matrimonio ¡pues cayó, menudas eran "la españolita" y su madre! Así que cuando al tal le erigieron como el Emperador Napoleón III, ella se convirtió en Emperatriz, boda mediante por la iglesia en Notre Dame, claro. Ejerció como tal, tomando decisiones e influyendo sobre su esposo de forma constante, el papel de consorte se le quedó pequeño a la media hora, pues según cuentan, era de espíritu inquieto, promocionó multitud de obras de caridad, marcó estilo en la industria de la joyería y de la moda parisina (tal vez fue el origen de ésta), se pronunció a favor del catolicismo y de Maria Antonieta, etc. Pero tuvo mala suerte, Napoleón III fue destituido y ella tuvo que huir junto con su hijo a Inglaterra, donde se afincaron, tras la muerte de su esposo; el joven vástago participó con los ingleses en unas guerras en África con tan mala suerte que cayó muerto. Así que María Eugenia pasó sus últimos años en Londres, combinándolo con viajes a España. De hecho, la muerte la sorprendió en 1920 estando de visita en casa de sus familiares de la Casa de Alba, en el Palacio de Liria, aunque ella contaba con una residencia propia. Dicen que era de una belleza distinta a lo habitual en su época, comprometida en diversas causas, fundadora de obras en beneficio de los más desfavorecidos, mecenas de artistas... ¡en fin! la última emperadora de Francia. Su legado en joyas, edificios, estilo, nombre, etc. es inmenso, la película "Violetas imperiales" está inspirada en ella y le cantaron Concha Piquer, Rocío Dúrcal y Marujita Díaz, su nombre figura en asteroides, islas, etc. De su Quinta de Carabanchel sólo tenemos este recuerdo rodeado de cipreses (ver reportaje ABC pinchando aquí):


Y con esto se acaba nuestro paseo de hoy. Eso sí, quería mostraros tres imágenes especiales de este día:


Pozo citado, en el interior de los cementerios visitados. Ojo al detalle del grifo junto al brocal, donde se puede coger agua.


Torre de tendido eléctrico en el inicio de la Vereda de Aluche (vía pecuaria de Carabanchel que llegaba hasta Boadilla del Monte), junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua y los dos Cementerios citados. Diversas asociaciones de vecinos, ecologistas, de cultura y patrimonio, particulares y profesionales, están haciendo campaña para que las retiren y se conserve y proteja esta zona deteriorada e ignorada que, mediante plantaciones populares, están cuidando voluntarios. Más información en vereda-de-aluche-pasillo-verde-entre-carabanchel-y-latina/.


Justo al lado se encuentra esta placa que nos recuerda un pasado reciente de nuestra Historia que no podemos olvidar para saber porqué somos lo que somos ahora mismo. Es el terreno de 18 hectáreas que ocupó la vieja Cárcel de Carabanchel.


Y como siempre, aquí tenéis enlaces de interés, hay muchos más que podéis consultar en el lateral izquierdo (según miráis) de este mismo blog, sobre todo los que conciernen a la historia de Carabanchel:









@ 2020 by Santiago Navas Fernández

P.D.- Actualizado y ampliado en abril de 2021.

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