El PARQUE LINEAL DEL MANZANARES comprende la renaturalización del espacio que rodea al río y que, formalmente integrando en MADRID RÍO, se entiende como el terreno a continuación de éste, abarcando hasta la desembocadura en el río Jarama. Se divide en tres tramos por su configuración pero también por el tiempo y forma en la que se acomete su realización. Por equivalencia, la Cuenca Alta del Manzanares tiene su propia protección como área medioambiental porque así lo es y también para proteger el cauce que va a cruzar la ciudad posteriormente. A continuación de dicho Parque encontramos la SENDA FLUVIAL DEL MANZANARES, equiparable al Parque Lineal en su función de conservación y área protegida, dividida en tres tramos igualmente y que recorrimos en anterior ocasión que podemos repasar pinchando en el siguiente enlace, aquí. Así pues, MADRID RÍO llegaría hasta el Nudo Sur de la M30 y, mediante una serie de pasarelas paralelas al cauce, cruzaría entre las carreteras hacia este nuevo espacio denominado PARQUE LINEAL DEL MANZANARES que tiene una zona acotada mediante un vallado con horario de cierre y apertura entre las 7 y las 22 horas o las 24 en verano. Data de los años 90, aunque su construcción no se comenzó hasta el año 2000 y se concluyó tres después por ejecución del estudio de arquitectura de Ricardo Bofill, constituyendo un espacio con gran diversidad de especies, que se articula en torno al río y que cuenta con paseos tanto para peatones como para bicicletas que lo recorren de norte a sur y de este a oeste. El Parque en sí fuera del vallado llega hasta La Caja Mágica y la depuradora de La China, por cierto, de donde se surte de agua para su riego, pero el río sigue serpenteando entre ambos recintos con senderos que siguen el curso por su dos márgenes hasta la M40, que hace de frontera con el segundo Tramo que recorreremos pronto.
Antes de iniciar nuestro paseo y como es costumbre de este blog, vamos a ver qué dice la web oficial que tiene en "nómina" plantado en el recinto, a grandes rasgos:
Superficie: 447.342 m2
Árboles: 6.831
Pino piñonero 15%
Tilos 9%
Olivo 9%
Plátanos de sombra 7%
Arbustos: 1.030
Sauzgatillo 20%
Abelia 19%
Bambú dorado 13%
Macizos arbustivos, superficie: 28.913 m²
Hiedra 46%
Romero 19%
Viburno 4%
Vamos a comenzar nuestro paseo desde la entrada de la calle Embajadores, junto al cerro del Mirador del Coyote. Una rotonda nos da la bienvenida al llegar al Parque cuyas salidas dan acceso al aparcamiento de la Caja Mágica, al propio parking del Parque Lineal y recibe la incorporación del ANILLO VERDE CICLISTA que rodea Madrid y que detallamos en un recorrido plasmado aquí. Árboles de metal como los que vimos en el PARQUE JUAN CARLOS I y otros, junto a Cipreses en medio de un césped bien cuidado, son la primera vista que recibimos. Junto a la puerta comienza un circuito de cemento que es el recorrido oficial de dicho Anillo por el interior del recinto.
Nosotros vamos a empezar subiendo al Mirador del Coyote, también conocido como Monte Forestal o simplemente "la Montaña" que está ubicado junto a dicha entrada. Se trata de una elevación creada artificialmente con restos traídos para hacer un Mirador desde el que abarcar diferentes puntos de la ciudad y los alrededores. Mediante una serie de caminos en rampa siempre, se va subiendo con algo de esfuerzo para encontrarnos con una explanada que podría equivaler a dos campos de fútbol y donde podríamos elucubrar con la intención del diseñador.
En el centro formando un gran círculo se alzan cuatro estructuras de acero corten como si fueran paradas de autobús gigantes, apunta cada una de ellas hacia un punto cardinal. Y en el centro, dos alcorques de forma octogonal y un tamaño gigante, realizados en piedra caliza rayada, uno de ellos vacío y el otro con una Encina. Podemos recorrer toda la valla de madera que rodea este volcán truncado artificial desde el que se contemplan unos inmensos atardeceres.
Una de las vistas más reproducidas desde ahí es la de la otra montaña del Parque, donde se ubica la escultura que vemos en la foto superior y a la que vamos a ir a continuación. Bajamos por un camino que va girando por la propia montaña y hacia el río, una pequeña meseta cerca del final nos permite un descanso en los bancos ubicados expresamente, que desemboca cerca de uno de los varios espacios con juegos infantiles existentes por todo el recinto y la pasarela que nos conduciría al otro lado del río si la atravesáramos, pero no lo hagáis de momento.
Ante nosotros se abren extensas praderas bordeadas de arbolado, dejando el río a nuestra izquierda, subimos sin cruzar la siguiente pasarela hasta que nos encontramos con el Estanque; diseñado por el estudio de Ricardo Bofill y la colaboración de Francisco Gómez y José María Rocías en 1998 e inaugurado en 2003 como casi todo el Parque y lo que contiene, consiste en una lámina de agua con cinco surtidores de diferente tamaño que vierten sobre un espacio que se asemeja a una medio luna y cuyas riberas son de madera a modo de viejos embarcaderos, igual que numerosos paseos, plazoletas y vados. En las zonas de césped que lo rodean por los cuatro costados, abundan las Palmeras y los Plátanos de sombra. Carece de otros adornos.
Vamos a girar a la derecha y caminar a la vista de las numerosas pistas de juego que hay en esta zona cercana al parking del recinto, entre ellas, dos campos de futbol de hierba artificial. Y una gran zona de juegos infantiles. Las amplias praderas de césped entre la anterior elevación y a la que vamos, nos dejan ver la Atalaya, el otro enclave artificial de igual creación. Con 21 metros de altura y varias rampas, cuenta con una escalera frontal de más anchura en la base y más estrecha arriba con un total de 181 escalones. El Mirador cuenta con la ventaja de estar más enfocado a la gran ciudad y su centro turístico.
La escultura que vemos en su picota es La Dama del Manzanares, nombre que no es el primero que recibió, pues se llamaba Ariadna IV en un principio. Es obra del prestigioso escultor valenciano Manuel Valdés Blasco. La estatua recrea la cabeza de una mujer sin rostro detallado pero que por la postura se adivina que mira de frente a Madrid, en su cabeza los cabellos forman una madeja destartalada, quizá llevada por el viento, quizá en recuerdo a su primer nombre y a la madeja que usó la mítica Ariadna para ayudar a Teseo a salir del Laberinto o puede que emule la cabeza de cabellos de serpiente de Gorgona. Realizada en hormigón y madera, sus 13 metros de alto y ocho toneladas de peso, se sobreponen sobre una plataforma de madera sin pretil, lo que le da mayor esplendor. Un juego de 24 proyectores de cuatro colores diferentes la hacen visible en la noche. Cuenta además con un espacio interno para mantenimiento y un pararrayos que sobresale entre sus cabellos. Visible desde los Miradores del PARQUE ENRIQUE TIERNO GALVAN y PARQUE FORESTAL DE ENTREVÍAS, donde citamos un proyecto que existía de conectar mediante senderos estos miradores.
Si bajamos por la parte de atrás nos encontramos con el Arboreto, además de otras zonas infantiles. Esta senda botánica cuenta con unos paneles en buen estado y un estanque como cosa más particular, pero también con los naturales caminos y bancos donde descansar. Un cartel nos indica de qué árbol o arbusto se trata, en total son 22 ejemplares que os animo a conocer y cuyas características vienen explicadas en los paneles individuales de cada ejemplar.
A un lado encontramos un suelo de piedras blancas sobre una terraza que asoma al río, cuenta con un pequeño estanque y bajo él, una estructura parecida a un conducto de agua con aliviadero directamente al cauce del Manzanares. Hay un caminito que nos acerca a una especie de observatorio donde se acaba toda posibilidad de seguir paseando. A mí me ha evocado las obras del Canal del Manzanares, sueño borbónico del que algún día hablaremos largamente.
Nos desviamos para pasar por la presa que está en la zona que se indica en el Parque como Las Cascadas. Es el lugar donde recuperamos el sendero junto al río, en la cabecera del Tramo 1 del Parque y que se caracteriza por ese pequeño salto de agua, donde encontramos patos y palomas entre otras aves que gozan de la frondosidad y frescor del sitio en cuestión. Ya sería una suerte ver algún pececillo nadar por las aguas, aunque no imposible.
Otro montículo se levanta ante nosotros, pero esta vez es sólo la parte trasera de otro hito, el Auditorio, ubicado en la llamada Plaza Verde que es justo donde comienza el Paseo de los Sentidos. El auditorio también representa un Mirador hacia su pared norte; por el lado "bueno" se suceden los asientos en modelo "banco corrido" de madera, igual que el suelo del supuesto escenario, de las riberas del Estanque, de la plataforma de la Dama o de tantas otras áreas del Parque. Entre una fila y la de abajo/arriba existe un espacio que está alfombrado de verde césped, de forma que el contraste de color con la madera le da una visión muy bucólica.
A lo largo del Paseo de los Sentidos se suceden las zonas de praderas rodeadas de Plátanos de sombra en particular, pero a los lados encontramos arbolado sobre pradera agrupados por especies. Por ejemplo: Abedules, Olivos, Arces, Pinos, Encinas, Alcornoques, Ginkgo Biloba, etc. que forman pequeños y peculiares bosques. También nos vamos a encontrar intercalados entre pradera y pradera, diferentes curiosidades, la primera un Laberinto no demasiado grande pero de cierto empaque. Como ya hablamos en nuestra visita a EL CAPRICHO donde hay uno muy extenso pero impracticable, estos espacios se construían con el ánimo de que sirvieran de divertimento, aunque algunas películas de terror luego lo han usado para crear angustia, pero no es el caso.
Además del pequeño Laberinto, nos vamos a encontrar dos fuentes, una se encuentra al día de nuestra visita en reparación, pero consiste en una serie de caños que lanzan el agua desde el nivel del suelo hacia el cielo y la otra es un pequeño espacio al otro lado de la pasarela del río junto al Estanque grande. Pero el más destacable hito que encontraremos a lo largo del Paseo es el Umbráculo, también llamado por algunos Pabellón de Japón, vamos a ver por qué. Obra de Bofill es una construcción muy singular realizada en maderas en forma de listones y vigas que se sostienen sobre una estructura como si estuviera apoyada sobre ella, totalmente abierta y que contiene plantas como Bambú, Palmeras, etc. y un pequeño estanque. De forma que da una sombra relativa y al tiempo permite el paso de la claridad y, sobre todo, del aire.
En la zona más alta del Parque, entre el Paseo de los Sentidos y la calle del Camino de Perales, se erigen unos jardines que son reflejo de los anteriores, con paseos transversales desde las puertas a la calle y hacia el río, totalmente arbolados de Cipreses, con grandes zonas de juegos infantiles como el llamado "castillo" y una zona canina. Además por allí está la zona de las Pérgolas donde también encontramos aseos públicos (como novedad sobre la mayoría de Parques de Madrid). Las pérgolas están levantadas sobre columnas toscanas de hormigón sobre las que descansan vigas del mismo material y cruzadas por otras de madera con cubierta vegetal, de esta forma Bofill recuerda los antiguos jardines clásicos donde la pérgola siempre estaba presente.
Tanto las pérgolas como los juegos infantiles corresponden al espacio que ocupaba el antiguo PARQUE DE SAN FERMIN, ahora llamado PARQUE DE BELVEDERE integrado desde 2003 en el Parque Lineal que estamos recorriendo. También en ese espacio encontramos un Monolito realizado en mármol, erigido en el centro de un estanque cuadrado que goza de suelo de madera, con una clara concepción abstracta, el monumento se alza en tres tramos de prisma, el de en medio retorcido sobre sí mismo. Desconozco la autoría, aunque la función parece ser permitir el baño de las personas.
Con esto habremos recorrido el Parque, pero el sendero que sigue el río y que también es parte del PARQUE LINEAL DEL MANZANARES, tramo 1, sigue adelante. Descubrimos la Pasarela del Paseo Fluvial del Manzanares, similar al resto de pasarelas inauguradas en la época de MADRID RÍO, al otro lado está el Cerro del Coyote. No hace falta cruzarla. Seguimos por el paseo compartido entre el sendero de caminantes y el carril para bicicletas, separados y bien señalizados, lo curioso es que demasiados viandantes no respetan el carril de las bicicletas, lo que puede originar sustos innecesarios o desagradables accidentes. El sendero bordea la Caja Mágica (de la que hablamos más en el capítulo 5 del recorrido por puentes, presas y pasarelas del Manzanares) frente a la depuradora de La China donde cuenta con otro sendero paralelo al otro lado, pero sin separación entre bicicletas y andariegos como en este. Ambos nos conducirán hasta la M40 donde concluye el tramo 1.
En ese recorrido podemos aprovechar para conocer más adelante el Huerto Urbano de San Fermín que está a pie de ruta. Y al final del todo, el alto del Mirador de la Caracola inaugurado en enero de 2019 frente al Tanatorio de la M40, nos permite disfrutar de un pequeño espacio verde a base de arbolado, rampas, mesas y con la presencia del Diplodocus del Manzanares, una atracción infantil consistente en unos toboganes a los que acceden los niños a través de rampas y galerías enrejadas, multicolor y acompañado de otros elementos más.
Y con esto, damos por concluido nuestro paseo de hoy.
@ 2023, by Santiago Navas Fernández.
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Consulta su contenido en la Zancada CXXXIX de este blog, pinchando aquí.
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