Es necesario que nos desviemos un poco de nuestra ruta para entrar a conocer un hito de la reconstrucción de Madrid bajo las líneas del nuevo diseño surgido del régimen dictatorial tras la Guerra Civil española. Y lo haremos al llegar a la esquina con la calle Comandante Fontanes.
Lo primero que nos encontramos es el Centro Municipal de Igualdad Lourdes Hernández justo donde comienza el PARQUE JENNIFER HERMOSO, cuyo nombre no sé si es oficial ya, pero desde luego sí es merecido. Está dedicado a una famosa carabanchelera que ha hecho historia en el fútbol mundial con la camiseta de España, nacida en 1990 en este barrio, en el Camino Alto de San Isidro, comenzó a jugar en el Atlético de Madrid con 12 años, ha recorrido varios equipos europeos labrándose un gran currículum y ha sido una de las grandes estrellas que ganaron con la Selección Española de Futbol la Copa Mundial de la FIFA 2023. Ya había destacado por su coraje y acierto en los penaltis en el Mundial de Francia 2019, convirtiéndose en una de las líderes emocionales de la plantilla. Así que bien merecido y ganado tiene el reconocimiento en su propio barrio.
Prácticamente todo el arbolado consiste en Plátano de Sombra, aunque hay una zona al principio cubierta de Fresnos, teniendo en cuenta que es un árbol de ribera podemos imaginar que el lecho del arroyo seco que se ha respetado en el Parque, pudiera corresponder con un viejo arroyo de cuya existencia se conoce y que estuvo emparentado con los viajes del agua de hace siglos. Este parque era tan solo lugar de paso que además estaba bastante abandonado, pero gracias a la iniciativa de la AFA del Lope de Vega y la AAVV Alto de San Isidro que se pusieron manos a la obra colocando unos columpios fabricados artesanalmente con ruedas de vehículo en junio de 2024, ha alcanzado un nuevo horizonte. El cambio de nombre y el empuje de los vecinos, deben provocar que se materialice en un cambio radical de su fisonomía, aprovechando las pérgolas de sombra que jalonan sus paseos y dotándole de servicios como juegos infantiles, zona de gimnasia, área para mascotas, muchos bancos y macizos florales. Pero sobre todo, ocuparse de su limpieza.
Al otro lado de los edificios de viviendas junto al Parque, está el Camino Alto de San Isidro cubierto de Plátanos de Sombra, al cual podemos llegar por un curioso puente sobre el río seco o por parasoles metálicos que dan paso a pasillos entre los edificios de viviendas. Este "camino" es una especie de patio interior y comunicado por interbloques por los que llegamos al módulo con las instalaciones básicas deportivas Caronte, frente a las tapias y los servicios de la Sacramental, también arbolado con Plátanos de Sombra y alguna especie con un sólo ejemplar que va desde Almendros hasta Arizónicas, el resto son zona de aparcamiento y cemento, entre las que destacan dos pistas que parecen la base de un helipuerto. Al fondo están las instalaciones deportivas, valladas, y con un gran espacio para ajardinamiento. Si seguimos caminando, llegamos a la zona destinada a la Verbena de San Isidro, porque estamos rodeando el PARQUE DE SAN ISIDRO, que ya recorrimos aquí. Y si volvemos a Comandante Fontanes y subimos, llegaremos a nuestro siguiente destino: la Colonia Tercio y Terol.
En la línea de lo dicho en el primer artículo del recorrido por la calle del General Ricardos y sus alrededores, hay que recordar que Carabanchel sufrió en extremo los rigores de la maldita Guerra Civil española, lo que provocó su casi destrucción. Se calcula que sobre el 40% quedó completamente derruido. Casi 60.000 afectados marcaron la necesidad de vivienda urgente para la población, promoviendo la implementación de planes de desarrollo aunque fueran con gran austeridad, que marcaran la nueva visión del régimen dictatorial que se había hecho con el poder en España. Así, la Dirección General de Regiones Devastadas (cuyo nombre lo dice todo) a partir de 1940 realizó diversas actuaciones que aquí se centraron en la construcción de 640 casas bajas con una estructura de pueblo independiente, con todas sus características básicas acorde a los tiempos de entonces: plaza central, iglesia, zona comercial, etc. Quizá nos recuerde este paseo a otros que hemos hecho y donde se intentaron construcciones similares con carácter temporal, pero que luego se han asentado y perduran en el tiempo. Se atribuye esta colonia a los arquitectos Luis Moya Blanco, Luis Díaz-Guerra y Milla, Ramiro Avendaño, Luis Huidobro, Carlos Bailly-Bailliere, José Tamés Alarcón, Ramiro Moya Blanco y Enrique García-Ormaechea; más Rita Fernández Queimadelos en la ampliación de 1946. Se concluirían las obras en 1951.
Hay que aclarar que a pesar de lo que hace suponer su nombre, nada tiene que ver con un destino militar. El lugar escogido correspondía a los antiguos barrios de las Pavas y el Tercio. Se trata de casas de dos plantas en hilera, con patio en la trasera generalmente y algunos edificios de pisos, pensadas para familias trabajadoras, al igual que se diseñaron otras por todo Madrid. El orden gira en torno a una plaza central donde se concentra la vida común de la población, como ocurre en un pueblo, con su zona comercial incluida. Lo que le faltó fue la iglesia parroquial tan común en las áreas rurales, cuyo proyecto no se llegó a realizar (ver en la cabecera del artículo). Sí existe una plaza en torno a la que gira la Colonia, ocupada ahora por pistas de deportes valladas, zona de juegos infantiles, con bancos y arbolado que mejoran la vista y el ambiente, en la confluencia de las calles Amalarico, Suintila, Tulga y Chindasvinto, nombres de reyes visigodos que ocupan las calles de la Colonia, aunque no son exclusivos ni todas las calles los llevan, la mayoría por otro lado, sin arbolar más allá de los que algunos vecinos hayan podido haber plantado, pero en la plaza y su entorno sí vamos a encontrar numerosas especies como el Almez, Palmera de diferentes familias, Falsa Acacia, Cinamomo, Pino piñonero, Acacia del Japón, Laurel, Tuya oriental, etc. e incluso algunos frutales.
También se levantaron unos edificios de pisos de tres plantas que cierran el barrio en la calle del Toboso. En total 18 bloques con patio interior a beneficio de los bajos. Viviendas de entre 45 y 54 m2 con dos o tres dormitorios. En cuanto a las casas, las había de varios tipos, capacidad y superficie. Por ejemplo del tipo 3 se levantaron 56, con unos 56 m2 en dos plantas y tres dormitorios, dos de ellos en la superior y el resto de la vivienda en la baja, con el patio delantero; se alinearon en el centro para permitir la vista general. Las 96 viviendas de 60 m2 se alinearon hacia el sur y alguna al noroeste, con sólo dos habitaciones en la planta superior, el resto de la vivienda en la planta baja, son las tipo 5. Las de tipo 2, de igual superficie aproximada, estaban pensadas para más ocupantes, por lo que cuentan con un dormitorio más que las de tipo 5, ubicado en la segunda planta, se programaron 265 viviendas con entrada directa desde la calle al igual que sus semejantes, mientras que el resto de tipos tenían a la entrada un patio previo. El tipo 1 era de unos 56 m2 entre las dos plantas, estando los tres dormitorios en la segunda planta, programándose unas 125 casas que compartían porche de entrada. Y por último, las casas para comerciantes eran 12 viviendas de unos 66 m2 en dos plantas, en la baja se encontraba el local comercial y la entrada al hogar que se concentraba en la primera planta con un dormitorio, más los otros dos de la segunda planta.
La Colonia contaba con su depósito de agua propio, muy parecido al que vimos en la Finca de Vista Alegre en la zona de la antigua huerta, como recuerdo de que aquel lugar fue tiempo antes, zona de explotaciones agrícolas, posteriormente fincas de recreo y pasados los años, viviendas, oficinas, negocios y comercios hasta hoy. El depósito se distingue fácilmente por la pintura mural que lo adorna, "la chulapa" asomada y vestida para irse a la Pradera, obra del artista cubano José Rodríguez-Gerada, famoso por sus obras gigantescas pensadas para que sean admiradas desde el espacio exterior, realizada en colaboración con el colectivo Carabanchel Creativa en homenaje al movimiento vecinal y ubicada junto al bar "de toda la vida" del barrio.
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Hacia el otro lado podemos subir por la calle Amalarico y en el final del barrio, calle Ergivio, nos encontramos con un jardín arbolado con Pino Piñonero, Olmo común, Falsa Acacia, etc. y zona infantil. Salimos así de la Colonia para dirigirnos muy cerca de allí a la plaza Roger de Lauria y a la plaza Roger de Flor (ambos fueron dos personajes del siglo XIII de origen italiano que destacaron en su vida militar, el primero más relacionado con la Corona de Aragón y el segundo con los templarios), de similar configuración en ambas, con Ciruelo Rojo, Ciprés común, Olmo de Siberia, Almez, Adelfas, etc. La segunda rodeada de edificios con un templete en un lateral del patio y la primera es un solar rodeado de calles, pero en la que consta un frondoso jardín con zona de juegos que salva el desnivel de la zona.
Alrededor de los edificios que circundan la calle del Toboso, realizados en ladrillo como si quisieran de alguna forma imitar la Colonia rural a la que se asoman, pero adaptada a una construcción más metropolitana, más de los años 80 ó 90, se crean espacios interbloques llenos de sombra y frescor. Es un placer pasear por estas aceras ajardinadas con Plátanos de Sombra casi en su totalidad y la presencia ocasional de algún Pino piñonero, Ciprés de Arizona, Olmo común o Arce Negundo entre otros varios que ocasionalmente surgen, hasta llegar a una plaza espaciosa y con gradas. Sobre ella y a la espalda de la parroquia de Nuestra Señora de África, se ubica el Huerto Urbano del barrio. Estamos a un paso de la calle del General Ricardos a la que volveremos para acabar nuestro recorrido.
El JARDÍN DE LAS ASOCIACIONES nos sirve como enlace, creado en 2018 en un solar abandonado sobre el que los vecinos reclamaban una zona verde, cuenta con más de 4.000 m2 en los que encontramos zonas de variados rosales, área para mascotas, máquinas de gimnasia y un enclave para juegos infantiles. Una bonita forma de salvar el desnivel hacia la calle del General Ricardos. Aunque un poco escaso de arbolado, destacan como especies más comunes el Plátano de Sombra y el Arce Negundo, a los que acompaña algún Pino, los Parasoles chinos de la calle, etc.
Y hasta aquí el recorrido de hoy. Volvemos pronto con el tercer y ultimo tramo de la calle General Ricardos.
@ 2024, by Santiago Navas Fernández.
-) Para repasar el primer paseo, pincha aquí.
-) Para la Finca Vista Alegre, pincha aquí.
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