Conservando el estilo y la forma de cuando se creó el jardín a finales del siglo XVIII, encontramos en la Terraza de los Cuadrados, la más baja de todo el recinto, la ROSALEDA DEL REAL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID ocupando los cuatro cuadros centrales frente a la Puerta del Rey, entre los paseos de Minuart y de Gomez Ortega, atravesado por los paseos de Carlos III y de José Quer. Donde florece cada primavera un mar de rosales multicolores y multiformes de diferentes procedencias y variedades. En total y como dice la página del CSIC, son más de 340 especímenes de distintas especies, variedades e híbridos para cuya plantación se partió de la colección de rosales antiguos donados en 1977 por Doña Blanca de Urquijo y Eulate (Bilbao, 1924 - 1977), que se sumaron a las especies silvestres que el Jardín ya poseía. En portada os dejo foto de la variedad conocida como "Marquesa de Urquijo" dedicada a Pilar Landecho, abuela de doña Blanca, que ostentó el título consorte tras casarse con Estanislao de Urquijo y Ussia en 1898; también se conoce la variedad con el nombre civil de la titular y fue creada por el cultivador de rosas catalán Cipriano Camprubí que en 1938 la presentó en el Concurso Internacional de la Rosaleda de Bagatelle, París, ganando la medalla de oro, Camprubí es un conocido rosalista autor de otras variedades muy diversas. Si tienes curiosidad por conocer los avatares de la Marquesa, enlaza con su historia pinchando en epistemia.es.
Aunque la citada cesión de rosales "antiguos" se toma como punto de partida para la creación de la Rosaleda en sí, el Jardín ya contaba con rosales propios que se mezclaron con los recién llegados. Con el tiempo la colección siguió creciendo y se reforzó con otros especímenes provenientes de diferentes colecciones, otras aportaciones y de la ROSALEDA DEL PARQUE DEL OESTE que visitamos aquí, por cierto que en mayo se celebra allí el Concurso Internacional de Rosas, en el citado artículo te lo cuento todo. A la colección inicial se sumó hace años una colección de rosas silvestres originarias de la Península Ibérica creada en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid.
Por si fuera poco, al cumplirse el centenario del famoso perfume Nº 5 en 2001, la casa Chanel decidió colaborar en el mantenimiento del Jardín mediante la reparación de caminos y los sistemas de riego, aportando además otros 22 rosales de los siglos XVIII y XIX. Esta decisión no fue puntual sino que abrió una colaboración que se mantiene constante. Así en 2022 facilitó la adquisición de otras 9 rosas escogidas por el REAL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID por su especial fragancia. Y este mismo año 2023 ha aportado otras 6 rosas más y ha realizado un catálogo interactivo donde se muestran más de 140 ejemplares que hay en la Rosaleda y que se puede visitar virtualmente pinchando en rjb.csic.es, os aconsejo un paseo por él, adicional al paseo físico que debéis hacer también en cuanto podáis.
La modista francesa Gabrielle Chanel, conocida como Cocó Chanel (Saumur, Francia, 1883 - París, 1971) creó en 1921 el perfume Nº 5 (de su biografía podéis disfrutar aquí), en 1987 firmó un acuerdo con el mayor productor de flores de Grasse para que proveyera de Rosa Centifolio (o Rosa de Mayo) y de Jazmín para mantener así la calidad olfativa de su perfume. El compromiso de Chanel pasa por valorar la biodiversidad y colaborar con productores de todo el mundo que cuiden del medioambiente. En el catálogo citado, además de la ubicación de cada ejemplar, se exhibe una ficha con gran detalle de cada modalidad de rosa escogida.
La zona de Rosaleda ocupa 2.800 m2 distribuidos en los cuatro cuadros numerados como VII, VIII, IX y X donde se agrupan las diferentes variedades de las 340 censadas. En cada cuadro se sigue una agrupación diferente, vamos a verlos acompañados de cuatro collage de fotos propias, pero conste que están mezcladas aleatoriamente. El cuadro VII es la sección de las Caninae y las Centifolia (las famosas cien hojas) y la sección de Carolinae, con ejemplares como la Rosa Virginiana, la Rosa Carolina norteamericana y la Rosa Rugosa con sus hermosísimos y fragantes híbridos.
El cuadro VIII reúne los antiguos híbridos y rosas de Occidente en los grupos Gallica, Alba, Centifolia, Muscosa y Portland. Y los Híbridos Reflorecientes más primitivos. En él podemos ver rosas históricas como 'Quatre saisons' y 'Summer Damask' del grupo Rosa x damascena, cuyo origen se data en los siglos XVI y XVII si bien se las supone más antiguas, ubicándolas en la ciudad grecorromana de Paestum, a la cual cantaron Virgilio y Ovidio por ser famosa por su aroma.
El cuadro IX se dedica a la sección Chinensis y Synstylae, entre las que se encuentran la Rosa de Té y sus híbridos, Borbonianas, Noisetianas, Floribundas, Polyanthas, Modernas, etc. Con nombres como la 'Park's Yellow' (datada en 1823) cuyo color caracteriza a esta familia, o 'La France' (de 1867), primer Híbrido de Té que marca la transición entre las rosas antiguas y las rosas modernas.
El cuadro X presenta las Pimpinellifoliae, Laevigatae, Bracteata, Banksinae y el subgénero Platyrhodon. Característico es el rosal Rosa Banksiae, formado por diminutas y abundantes flores dobles agrupadas en ramilletes, bien conocidas en Andalucía como 'rosas de pitiminí'. Si os da para ello, algunas de las fotos tienen la placa con el nombre correspondiente, tales como Margarita Salas, Pau Casals, Duke of Edinburgh, Dorothy Perkins, Fantin Latour, Gloire de France, Tom Wood, White Provence, Pitimini, Mosqueta, etc.
En cuanto a los ÁRBOLES SINGULARES DEL REAL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID (de los cuales podéis ver algunas placas y ejemplares en el collage sobre estas líneas), están ubicados estratégicamente por todo el Jardín y señalados con placas descriptivas en cada uno. Estos árboles han sido reconocidos con este título por ser ejemplares arbóreos con características extraordinarias de rareza, excelencia de porte, edad, tamaño, significación histórica, cultural o científica, que constituyen un patrimonio merecedor de una especial atención y protección por parte de la Administración, según figura en el listado actualizado en 2015 por la Comunidad de Madrid. Os dejo aquí el enlace a una página muy interesante con esta temática que incluye varias rutas guiadas: arbolessingularesdelacomunidad. Contamos varios ejemplares comenzando por la Picea del Himalaya que da sombra a la estatua de Murillo que hay en la plaza de la entrada al Jardín y es parte de una ruta específica dentro del "Paisaje de la Luz": la Parrotia Pérsica o Árbol del Hierro (llamado así porque su madera es tan densa que no flota, sino que se hunde en el agua), plantado en 1917, se utiliza con fines ornamentales. De hoja caduca, alargada y con margen ondulado que adquiere una coloración roja en otoño, fue introducido en Europa en el siglo XIX. Sus flores carecen de pétalos, puede vivir hasta 200 años y alcanzar los 14 m de altura. Se puede ver cerca de la glorieta Norte de los Tilos. Es muy renombrado el Olmo Pantalones que vemos en una de las fotos superiores pero ya sólo sus gruesos troncos talados, puede llegar a vivir 500 años y era típico en la Península, muy extendido hasta que comenzó a ser asolado por un hongo que obstruye sus vasos y los mata; apreciado por su frondosidad, su madera se ha usado en la industria naviera tradicionalmente. También contamos con el ejemplar más antiguo conocido por ello por el "abuelo", un Ciprés Común con una altura superior a los 30 metros, ubicado por la zona norte del paseo de Celestino Mutis. El Pino Llorón del Himalaya se conoce bien porque está muy inclinado y sostenido por soportes de vigas de hierro para que no caiga sobre la valla del Paseo del Prado, de hoja perenne tiene una altura superior a los 20 metros. El Tejo es de las especies más longevas pues puede alcanzar los 1500 años, es un árbol sagrado en muchas culturas desde los Celtas al tiempo que venenoso por lo que tiene una doble leyenda, hay ejemplares macho y ejemplares hembras por separado y recientemente se le ha encontrado ciertas propiedades anti tumorales; se encuentra cerca de las plantas aromáticas en la Terraza de los Cuadros, a la altura del número 11. Y así podríamos seguir descubriendo la Secuoya, la Palmera Canaria, la Butía, el Pino Carrasco, etc. Y otros muchos que sin estar reconocidos en la Guía de la Comunidad de Madrid con la categoría de Singulares, lo son por su espectacularidad.
En todo caso, conocer el Jardín Botánico y disfrutarlo, requiere mucho más de una visita y distribuirlas por diferentes épocas del año, si es que se puede hacer claro. Y con esto doy por concluido el paseo en tres zancadas por el REAL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID. Espero que con este pequeño incentivo y las guías, disfrutéis del paseo que, realmente, lo merece; por cierto, suele haber exposiciones e incluso charlas muy interesantes siempre relacionadas con el tema.
@ 2023 by Santiago Navas Fernández
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