"No debemos pretender comprender el mundo solo por el intelecto". Carl Jung.
En el mundo de los sueños está la razón
Tal era el título de aquel pequeño libro que X (llamémosle así) encontró entre un montón sobre la abigarrada mesa de una librería "de viejo". Su aspecto antiguo y su ligero peso, le llamó la atención entre el montón de viejos tomos, al abrirlo, leyó la frase de Jung con la que encabezo este resumen de una fornida historia, a la que seguía una pequeña introducción: "Si el ser humano siguiera siendo tan animal como un gato, si no estuviera tan absorto por el materialismo, por el cuidado de la imagen, por el poseer, si hubiera conservado parte de su "animalidad", decía el desconocido autor, entendería los avisos que su cuerpo le manda. Esas pequeñas señales o indicios que van más allá del
- no me encuentro bien,
- ¿pero que le pasa?,
- no lo sé, pero algo no va bien... intuyo".
Faltaban aún meses para que las pruebas médicas descubrieran la realidad de lo que había cuando ya X tuvo un sueño indiciario tras leer ese pequeño libro. Todo había pasado por una suerte de casualidades que le desviaron en sus paseos cotidianos, por una calle que jamás usaba, fue la presencia del escaparate lo que le llamó la atención pues carecía de nombre o cualquier palabra en su fachada, fue como si el instinto guiara sus pasos y lo incitara a pagar los 5 euros que le pidió el vendedor, sin regatear. Aquél hombre, parecido a un Papá Noel deslucido, le dirigió la luz verde de sus pequeños ojos verdes desde el mismo momento que entró en la tienda y no dejó de mirarlo hasta que se marchó. Hierático y misterioso en todo momento, sintió un escalofrío en su espina dorsal al rozar sus dedos con la mano helada del vendedor. Aquella misma noche, sufrió un sueño que le aterrorizó, envuelto en una nube de fantasía, era incapaz de desprenderse de la inconsciencia y fue su esposa la que lo despertó. Estaba aterrado, pero no sabía por qué, no recordaba qué vio.
Días después, la doctora le entrego los análisis médicos y se los explicó con toda claridad, no era nada letalmente grave, pero sí muy serio, debía actuarse inmediatamente. En menos de un mes debían estar operado. Comenzó entonces una carrera contra reloj en la que entraban numerosas variables en su vida y la de su pareja, amigos y familiares más directos. Su mundo se daba la vuelta como un calcetín. Se iniciaba un camino que se anunciaba con retorno, pero nunca se puede prever al cien por cien dónde acabará una operación con anestesia general, sólo hablamos de experiencia y probabilidades, estadísticas que el ser humano ha inventado para calibrar las cosas. Así que, junto con las medidas que los médicos ordenaran y dispusieran, comenzó otra maratón paralela en busca de esa animalidad desaparecida, hay quien la llama espiritualidad, quizá más correctamente.
X recordó que había leído en el librito citado, que "el ser humano se autolimita por los cantos de sirena, se deja influir por charlatanes que prometen remedios mágicos, que estimulan la creencia en un yo interior supremo y resolutorio, como si sólo por cambiar la sonrisa por una mueca seria, se solucionaran todos los problemas", lo que le trajo a la mente la cantidad de consejos y remedios, algunos increíblemente absurdos, que veía en las redes sociales, la gran pocilga del siglo XXI donde algunos chapotean intentando hacerse ricos hablando sin conocimiento y otros los siguen con la fe del sectario. El librito no hablaba de karma, chacras ni nada así, tampoco de blogueros, influencers u otras galimatías, debía ser muy anterior a la invasión de la auto ayuda que sólo ayuda a hacerse rico a los falsos "profetas" del bienestar en las sociedades modernas.
Quedaba poco para la operación cuando X de nuevo una noche, volvió a soñar otra imagen terrorífica de la que, esta vez, sí pudo huir por propia voluntad, la percibía intensa y extensa, aunque en el mundo real sólo hubiera significado unos segundos de su tiempo. Recordaba vagamente las imágenes, pero sobre todo lo que conservaba era una sensación que se molestó en anotar en las páginas en blanco que el librito tenía al final. Igual que iría haciendo con el resto de sueños que tuvo.
- Sé que he peleado con un ángel negro, o eso es lo que se me viene a la imagen. Una lucha cruenta, sin cuartel, no puedo detallarlo, pero sentía que quería arrastrarme, no sé a dónde, pero me resistí, peleé y, finalmente, pude desprenderme y despertar. -Confesó por la mañana a su esposa.
El esperado día de la operación llegó, pero por razones incomprensibles, todo transcurrió de manera un poco tortuosa. "Tal vez hablar de religiosidad o espiritualidad resulte incómodo según quién lo haga, pero la concentración en algo transcendente, mediante la oración, los mantras que se repiten como rosarios y viceversa, las imágenes en el recuerdo, pueden centrar la atención sobre un punto más humano. Las experiencias de muchas personas, conocidas por doctores y religiosos, indican que algo hay, cada cual lo aplica de una forma, cada cultura lo busca de una forma, cada individuo lo adapta, o debe adaptarlo, a su lenguaje común. Una oración da fortaleza porque encuentra un eco no escuchado, el ruido de la civilización nos ha adormilado varios sentidos, entre ellos éste. Hay quien se santigua al salir de casa cada día o en cada viaje, en otras culturas tocan el quicio de la puerta, doblan la espalda... lo importante es lo que queda dentro de cada uno."
- Me encontraba en una especie de duerme vela, miré al frente, era como si flotara en el interior de una nube blanca, entre dos planos que no llegaban a tocar mi cuerpo, en una perspectiva aérea absoluta. Sé que era mi cuerpo porque lucía el camisón del hospital, desde mi pecho hasta los dedos de los pies en un perfecto equilibrio.
- Oía a mi alrededor los ruidos habituales como si estuviera despierto, pero dudé que lo estuviera porque la imagen ante mis ojos me hacía dudar, y pensé que me confundía con las sábanas que me cubrían por encima y por debajo. Pero entonces me dije, ¿cómo es que veo mi cuerpo?
- Decidí abrir los ojos, estaba en la habitación. Mi mujer, mi cuñada y mi hermano, hablaban bajito frente a mi para no despertarme ¿me había dormido?
El libro no le previno de esas cosas. Sin embargo, X había oído que las personas, en determinadas situaciones, podemos pasar por experiencias singulares e inéditas. Aún siendo consciente de dónde estaba y por qué, la realidad que le mostraban sus ojos difería de lo que en verdad había ante él.
- Recuerdo que otro día en el Hospital vi ante mi cama una serie de personas vestidas de blanco que me miraban. ¡Las vi realmente, a los pies de la cama!. Al igual que otras veces, escuchaba las voces y ruidos del ambiente. Eran personas desconocidas, pero sin embargo las sentía cercanas, quise creer que sería una captura fotográfica del inconsciente, sobre las doctoras que me operaron y el equipo que las acompañaba, sin embargo, el color de las batas difería, en mi visión eran blancas completamente, también me pareció que algunos miembros del grupo eran de piel más oscura que cualquiera de los miembros que yo había visto antes de la operación. Quise comunicarme con ellos, pero cuando abrí los ojos, ya no estaban allí. La noche había caído sobre la ciudad, mi habitación de hospital estaba vacía y oscura, silenciosa.
"Coincidencias significativas sin causa aparente, nos sorprenden a veces, en situaciones especiales de gran carga emocional o de transición, donde lo síquico y lo material se alinean; sientes como si el universo quisiera hablarte. Así son las Sincronías que Carl Jung intentó explicar a la humanidad. Existen numerosas creencias que mezclan diferentes aspectos, religiones, sentimientos espirituales, etc. para obtener una fe sincrética. El sincretismo religioso se practica en diversos lugares del mundo y llegó hace tiempo a la cultura occidental." Nos causan indudable curiosidad esas tiendas que vemos sobre santería y similares ¿verdad? Muchos individuos afirman creer en la reencarnación, que no es un elemento de las religiones occidentales tradicionales como son el judaísmo, el islam y/o el cristianismo.
- En sucesivas ocasiones en ese pequeño tramo de días entre las dos operaciones, se repitieron hechos parecidos donde imágenes de personas irreconocibles se movían ante mi. Algunas se me han quedado atrapadas en la retina, otras volaron. De las que más me llamaron la atención fue una en la que aparecía una mujer, vestida con una blusa de flores o algo similar, tal vez llevaba gafas creo recordar, de montura grande; miraba a un lado y otro pero nunca me miraba a mi, parecía atender a personas que le hablaban desde diferentes lados. Cuando intenté contactarla y abrí los ojos para verla mejor, se esfumó.
- Otro sueño que se me quedó grabado también, fue el que de un pequeño grupo de personas ante mi. Parecía como si entraran a la habitación y se colocaran para ver la televisión, hablaban entre ellos como si yo no estuviera, tuve la sensación de que estaba viendo una escena pasada tiempo atrás desde dentro del cuerpo de la persona que estaba en mi cama entonces, ahora ocupada por mi. Y esa sensación la tuve porque su forma de actuar, su vestimenta, su actitud no casaba con lo que yo conocía. No eran de mi círculo, de mi sociedad ni de mi época.
"Heráclito de Éfeso explicaba que ningún ser humano puede bañarse dos veces en el mismo agua en un río, algo comprensible porque el agua es el ejemplo básico de fluidez y el ser humano, también cambia. Esa teoría que Platón relataba, le sirvió para explicar los dos mundos existentes: el cambiante o mundo sensible, y el inmutable o mundo de las ideas." Aunque la explicación es mucho más larga que este simple titular. Por conectar con la Navidad: tanto los Reyes Magos, Santa Claus, Papá Noel... ¿qué son? ¿cuáles son sus opuestos en el "otro" mundo?
- No sabría decir si fue el último sueño, pero sí uno de los más largos y duros. En esa especie de duerme vela, en la oscuridad de la habitación del hospital, siempre pedía que no me bajaran las persianas pues para mi, ver el cielo de día o de noche, me transmitía algo que no sabría explicar, pero que lo necesitaba, era como una puerta abierta, una salida al mundo fantástico. A través de ella imploraba, en mi soledad, a mis antepasados, padres y abuelos, con los que me sentía conectado. También imploraba a la Santísima Trinidad, persona a persona y les inquiría que me "hablasen" sinceramente sobre el futuro.
- De repente una noche, me encontré en una discoteca, negocio que no visito desde hace muchos años y apenas ha sido un referente en mi vida. Distinguía fácilmente la pista de baile del lugar donde estaban las mesas y sillas, en la oscuridad había colores a grandes brochazos como el negro de las figuras de la gente, contra un blanco apagado en las zonas de más luz como la pista de baile, un tristón amarillo ocre que salía de las luces y recargados azulones combinados con granates en los respaldos de los sillones, el resto eran figuras distorsionadas. Me vinieron a la mente algunas imágenes de Warhol, pero creo que no era más que una ocurrencia de mi cerebro.
- Iba con una pandilla de amigos y amigas, incluso una de ellas parecía ser algo más para mí, pues recuerdo que nos besamos. Estábamos alegres y avanzábamos supongo que en busca de un lugar apropiado, hacíamos una fila de una sola persona pues la discoteca estaba llena, reíamos a veces, nos movíamos... Según pasábamos estancias, todo se volvía más oscuro, más tenebroso, incluso nos separamos en un grupo más pequeño para seguir, mientras que otros se quedaban por el camino. Sentí que a medida que las sombras negras eran mas abundantes que los huecos de color, un temor crecía en mí, sentí que quería salir de allí, no deseaba continuar, era un presentimiento, un mal presagio quizá... pero esta vez fue tan fácil como habían sido las últimas veces, simplemente ¡abrí los ojos!
- Y todo acabó.
"Sólo añadiré que orar no es malo, tampoco es lo único. Repetir como un papagayo una retahíla aprendida al efecto tampoco es orar, aunque es cierto que si no conocemos la oración común, es difícil alzar la voz unida en una sesión donde interactúas con más gente, la oración compartida da fuerza al espíritu. Como en toda fiesta, lo bonito es compartir, pero aunque físicamente no estés al lado de... se puede celebrar el encuentro espiritual, pues éste traspasa el tiempo y el espacio. A pesar de lo cual, la necesidad de tocar la piel humana, nos rebela que aún mantenemos una cierta animalidad, equivalente a lo que sienten las manadas de tantas especies. El lobo solitario, el león de la sábana, son invenciones de quienes quieren que nos creamos los dioses, reyes o sujetos inimitables de la creación, promoviendo así el individualismo." De hecho, lo que sucede en tales especies es algo natural, pero nos muestra a individuos territoriales, que matan por conservar su espacio solitario a otros de su propia especie.
- En aquél momento y sin saber cómo, de nuestras bocas salieron los rezos exactos, a pesar de los años que hacía que no acudíamos una oración común como un Rosario, una Misa, etc. Y por un momento sentí que mi cuerpo se despojaba del peso y mi alma hacía eco con el resto de almas que allí estaban ¿qué casualidad nos llevó a esa Iglesia precisamente ese día y con esas circunstancias?
Flotando sobre un océano blanco. Feliz Navidad, feliz cambio de ciclo.
@ 2025, by Santiago Navas Fernández
Gracias a Yolanda, mi esposa, en primer lugar, porque ella se empeñó en tirar del hilo rojo y no soltarlo pasara lo que pasara.
Y al equipo médico del Hospital La Paz de Madrid, que son parte de esos anónimos ángeles, que hacen milagros en silencio cada día: Carolina, Belén...
Gracias a Claudia y Livia, en Salvador de Bahía, Brasil, y a Nosso Senhor do Bonfim, por sus cuidados espirituales.
Y a San Antonio de Padua, "que tiene un niñito que ni comen ni bebe y está gordito", y a quienes me enseñaron ese chascarrillo, sé que me cogían de la mano durante las dos operaciones sucesivas.
Gracias al doctor David Marchante, que me preparó física y espiritualmente también.
Gracias a mi familia, cuyas caras en ese duermevela, dirigían mis pasos. Mis hijos, hermano, cuñada, sobrinos y nietos.

Santi, sua narrativa é uma celebração de sensibilidade, riqueza mental, intelectual e espiritualidade, sim Panta Rei! Flue para o lugar da evolução, e a evolução é para aqueles que buscam o sentido maior da vida, ou seja, o amor. Feliz Natal.
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