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viernes, 2 de febrero de 2024

SERIE PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CXLVI: EL CAMINO DE SANTIAGO, DE LA IGLESIA DE SANTIAGO A SANTO DOMINGO, RUTA 2ª.


Esta ruta 2ª propuesta por mi parte, es una variante que se une a la ruta 1ª en la plaza de Santo Domingo y el único sentido que tiene es el turístico, pues nos encontramos en una zona cargada de historia. Madrid comenzó a expandirse en esta dirección, incluso, como estamos viendo, algunas de las actuales iglesias fueron en sus comienzos mezquitas. Volvamos a situarnos pues, en la puerta de la Parroquia de Santiago y San Juan Bautista y, en vez de girar a la derecha o ir de frente como en la anterior ruta, volvamos nuestra vista a la izquierda, allí se abre la calle de Santiago. Podemos recorrerla hacia su final hasta desembocar en la plaza del Comandante las Morenas que nos dejará en la calle Mayor donde tomaremos la ruta que pasa por Sol y Alcalá hasta Cibeles, luego el paseo de la Castellana hasta plaza Castilla, pero ya os dije que yo prefería ir por el centro.


Así que desde la Costanilla de Santiago, tomamos la calle del Mesón de Paños que nos lleva hasta la calle de la Escalinata y la plaza de Isabel II, vulgarmente conocida como Ópera, o en su defecto llegar hasta la plaza de Herradores y bajar por la calle de las Fuentes a la calle del Arenal. Un pequeño lío, pero en todo caso nuestro camino va a llevarnos a la conocida Ópera.

Para el moderno visitante hay que aclarar que esta plaza esconde varios secretos decisivos en la historia de Madrid. Si entramos al Metro y bajamos las escaleras mecánicas hacia la Línea 5, nos encontraremos con un Museo de ruinas, se trata de las conducciones de agua que llegaban hasta el Palacio Real desde las tomas hechas en los pinares de la Dehesa de la Villa (o de Amaniel, lo vimos aquí), el del Cerro de los Pinos (ver aquí) y aún más allá y que bajaban por la calle San Bernardo dando agua a casas de nobles, conventos y otros servicios públicos, todo ello hasta que el CANAL DE ISABEL II fue inaugurado en 1860. En la remodelación de la Línea 2 del metro en 1990 se descubrió la fuente de 57 pilas (o lavaderos) y otros tantos caños datados en 1542, de la cual se muestra parte en el Museo y sobre el suelo más o menos dónde estuvo ubicada junto con una reproducción en granito, como se ve en la foto sobre este texto. Os enlazo al recorrido hecho para conseguir el pasaporte de los Museos ligados al Metro de Madrid, pincha aquí. Como podéis imaginar, el suelo de la calle estaba por debajo de las fuentes, denominadas Fuente de los Caños del Peral; por los lados de la plaza circulaban sendos arroyos que arrastraban la basura de los arrabales, la cual se mezclaba con el exceso de agua de la fuente y así se formaba un barrizal de olor nauseabundo. En unas maquetas realizadas en bronce que se encuentran en un asiento corrido de granito frente a la calle de la Escalinata, podéis ver unas reconstrucciones del lugar a diferentes fechas, con las murallas cristianas ya, de las cuales quedan vestigios por diferentes lugares; el desnivel de la plaza sobre la calle citada os podéis imaginar por qué es, pues sumar al problema de la concentración de agua embalsada y sucia el bloqueo de dichos muros ¡con razón recibió el nombre de Arrabal!


Entre 1738 y 1817 estuvo aquí ubicado el Real Teatro de los Caños del Peral, el primero de los de planta italiana, inaugurado con la ópera Demetrio, compuesta por Johann Adolph Hasse y libreto de Pietro Metastasio. Antes de él se cuenta que en 1709 una compañía italiana instaló un corral de comedias, que posteriormente fue sustituido por algo más estable gracias a la afición operística de Felipe V. En enero de 1814 se celebraron las sesiones a Cortes Constituyentes de Cádiz, trasladadas desde San Fernando y hasta su siguiente traslado, el 2 de mayo de ese año, al Monasterio de Doña María de Aragón, actual Palacio del Senado. Una vez derribado por el abandono sufrido, en abril de abril de 1818 se inician las obras del actual edificio, del anterior nos queda el dibujo que de él hizo Francisco Sánchez en 1788, sobre estas líneas. Fernando VII quería un coliseo lírico a la altura de los mejores de Europa, de lo que se encargó el arquitecto Antonio López Aguado. Las obras se alargarían 33 años por continuas interrupciones por falta de presupuesto y otros problemas, incluido el fallecimiento del arquitecto, sustituido por Custodio Teodoro Moreno; mientras, desde 1841 se convierte en sede del Congreso de los Diputados. En 1850, el 19 de noviembre, se inaugura por Isabel II y así se mantendrá 75 años como uno de los mejores teatros de Europa. Su historia se interrumpe con diferentes vicisitudes y no se reabre como Teatro de Ópera hasta octubre de 1997 (podéis ampliar información y ver más pinchando en la web del Teatro Real). Poco arbolado contamos en esta plaza, con lo cual vemos bien los edificios, pero dos especies dominan lo que hay: el Árbol el amor y el Peral de flor, aunque en la acera de la calle de los Caños del Peral (tenedla en cuenta, está en cuesta y por ella venía el cauce del viaje del agua) encontramos una fila de Cerezos de racimo y un grupito de Ginkgos como tapando una pequeña calle, la de la Priora, por la que vamos a entrar.



Justo detrás de lo que fue el Teatro Real Cinema, hoy un hotel, se encuentra la escueta plaza de Santa Catalina de los Donados que no da más que para un ligero respiro. A su lado la calle de los Donados contiene el Oratorio del Santo Niño del Remedio. Un oratorio viene a ser un lugar donde orar y celebrar misas sin que sea una parroquia; su origen es muy antiguo, se comenzaron a levantar en las tumbas de los santos para que los creyentes tuvieran un lugar de referencia, también y con bula papal, se ubicaban en viviendas privadas y posteriormente servían en zonas rurales a nivel local donde no había iglesias. Estos que se pueden encontrar en ciudades, son pequeños templos con esa función, abiertos a quien quiera y con servicio de misas en su caso. Este que vemos, guarda una talla de niño de piedad que cobró fama a finales del siglo XIX en un edificio levantado en 1917 y que pertenece a la Parroquia de San Ginés. Antes aquí se ubicó desde 1460 la Iglesia del Hospital de Santa Catalina de los Donados, fundado por Pedro Fernández de Lorca, tesorero del rey Juan II y secretario de Enrique IV, con la función de atender a doce hombres ancianos inválidos, los cuales vestían con el atuendo típico de los miembros de una orden religiosa sin haber profesado, doce en total protegidos por el prior de San Jerónimo de El Escorial. El Hospital fue destinado en 1856 a atender ciegos y pasó a depender de la beneficencia provincial hasta 1893 que fueron trasladados a Vista Alegre. Cuatro años después, un 24 de diciembre, el Hospital fue demolido.


Tomamos la calle de la Flora preguntándonos de dónde le vendrá el nombre pues no hay ni una mala hierba. No se sabe bien, pero si os fijáis en la placa, aparece una especie de diosa joven cubierta de flores, se trataría de cómo representaba la primavera la mitología romana, aunque también se dice que había una casa con una estatua similar (por cierto, la "casa de los muertos", dos hermanos gemelos que se apellidaban así, pero es una leyenda más del viejo Madrid). Desembocamos en la plaza de San Martín, donde nos alegran la vista unos pequeños jardines donde aspiran a sobrevivir en macetones especies como el Almez, Tuya, Ciprés, Arce o Acacia, y algunos macizos florales entre césped. En un lateral aún se conserva la Librería Bardón para Bibliófilos, fundada en 1947 por Luis Bardón, y en otro se levanta el Palacio de las Alhajas. El edificio actual data de finales del XIX (levantado entre 1870 y 1875), es obra de Fernando Arbós Tremanti y José María Aguilar como lugar de exposición y venta anexo a la Caja (aún se conserva dicha denominación en una puerta lateral junto a la plaza), cerrado en torno a un patio que se abría al cielo, conserva las pinturas originales de Isidoro Lozano, contaba con viviendas para los empleados, almacenes, capilla, etc. En 1974 se pensó en derribarlo pero por suerte en 1980 se sometió a una restauración y se dedicó a exposiciones temporales bajo la dirección de Caja Madrid primero, luego la Fundación Montemadrid y desde 2023 Teamlabs. Incluido desde 2011 en la red de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid.


Esta zona medieval conocida como el arrabal de San Martín, albergó desde 1126 el primer convento de Madrid fuera de las murallas, que recibió bula para poblar la zona estableciendo una iglesia bajo la advocación de San Martín que en el siglo XV se convirtió en la jurisdicción eclesiástica más importante de la ciudad. José I Bonaparte ordenó el derribo de la parte norte para ampliar la plaza dicha. En 1836 la desamortización de Mendizábal puso el convento en manos del Estado para sus usos hasta 1868 que fue demolido y parte del solar adquirido para construir su sede la Caja de Ahorros. La Caja había sido impulsada por el Marqués viudo de Pontejos (estatua sobre este texto) y creada en 1838 como servicio a los más desfavorecidos aprovechando la iniciativa del Monte, por lo que se ubicaba en la misma sede. El Monte de Piedad fue fundado en 1702 por el sacerdote Francisco Piquer Rodilla (la otra estatua sobre este texto), capellán del convento de las Descalzas Reales y de la Capilla Real, para recoger lo que las gentes tuvieran que empeñar y mantener su propiedad mediante préstamo a bajo interés, funcionando en el propio convento. El éxito fue tal que se decidió construir un edificio en la misma plaza y se inauguró en 1724, la capilla en 1733. Del viejo edificio se conserva la portada atribuida a Pedro de Ribera típica del barroco madrileño del siglo XVIII (foto superior).


Algunos cipreses vemos en la plaza que se creó a raíz de la última remodelación de la Casa de empeños del Monte de Piedad. Justo enfrente vemos el Monasterio de Nuestra Señora de la Visitación, más conocido como de las Descalzas Reales, fundado por Ana de Austria en 1559, esposa del príncipe Juan Manuel de Portugal, madre del futuro rey Sebastián de Portugal, aunque ella era española y hermana de Felipe II. La construcción se prolongó desde 1557 a 1564, obra de los arquitectos Antonio Sillero y Juan Bautista de Toledo, instalándose una comunidad de monjas clarisas coletinas; en 1715 el monarca Felipe V decidió conceder el título de Grande de España a todas las abadesas de las Descalzas, teniendo en cuenta que ahí solían profesar las hijas de la realeza y alguna otra procedente de amores inconfesables, fue una medida integradora entre dos instituciones tan interesadas como la corona y la iglesia. En la plaza ante el convento estuvo la fuente de la Mariblanca en el XIX, que acabó en el interior de la Casa de la Villa. Se dice que hubo un palacio real que pudo ser de Alfonso VI aunque otros investigadores fijan su origen muy posterior a éste, en cualquier caso en el patio plateresco del Monasterio se conservan unos escudos de armas de origen desconocido. El estilo clasicista de la época da cabida a un museo lleno de obras de arte que se puede visitar en caso de contar con tiempo para ello, al igual que sus diferentes lugares de culto, si podéis no os lo perdáis.


Y ahora ya, nos volvemos hacia la calle Trujillos para encaminarnos a la plaza de Santo Domingo, disfrutando de algunos Aligustres del Japón que encontramos al paso. Pero antes vamos a hacer una parada en el cruce con la calle de las Veneras, la de las Conchas y la de las Navas de Tolosa. En ésta se encuentra la antigua Beneficencia Municipal, esquina con la calle Ternera. Edificio construido por la Junta de Beneficencia del Distrito Centro para Casa de Socorro y sufragado por el legado de doña Josefa Claudia Artieda y Labiano. El proyecto fue realizado por el arquitecto Julio Martínez Zapata Rodríguez en 1913; el edificio ha sufrido diversas reformas interiores ya que años más tarde se transformó en Equipo Quirúrgico y en la actualidad funciona como CMS, Centro de Madrid Salud Centro. Lo preside un escudo antiguo de Madrid con el dragón y sin corona superior, debajo hay un relieve realizado en honor y recuerdo de la donante, por el escultor Ángel García Díaz, colaborador habitual del arquitecto citado y de Antonio Palacios y López Sallaberry también.


Y sin más aunque nos dejamos otras cosas que ver, salimos a la plaza de Santo Domingo donde nos esperan los integrantes de la Ruta 1ª ¿los veis?

@ 2024, by Santiago Navas Fernández

P.D.- Otras Zancadas del CAMINO DE SANTIAGO por Madrid:

-) De la Iglesia de Santiago a Santo Domingo, ruta 1. Pincha aquí.
-) De Santo Domingo a la Parroquia de Santiago el Mayor. Pincha aquí.
-) De la Plaza de Ruiz Jiménez a la glorieta de Cuatro Caminos. Pincha aquí.
-) De la glorieta de Cuatro Caminos a la plaza de Castilla. Pincha aquí.
-) De la plaza de Castilla al Cruceiro de Montecarmelo, ruta 1.Pincha aquí.
-) De la plaza de Castilla al Cruceiro de Montecarmelo, ruta 2. Pincha aquí.
-) Los mapas del Camino, ruta urbana. Pincha aquí.
-) De Montecarmelo a Tres Cantos. Pincha aquí.


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