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viernes, 9 de febrero de 2024

SERIE PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CXLVII: EL CAMINO DE SANTIAGO, DE SANTO DOMINGO A LA PARROQUIA DE SANTIAGO EL MAYOR.



Seguimos con la ruta oficial, tramo I, del CAMINO DE SANTIAGOEsta histórica plaza de Santo Domingo está presidida desde noviembre de 2022 por la escultura titulada "Ágora" como representación de lo que quiere significar históricamente Madrid, la palabra ágora hace referencia a un cruce de caminos, y en la plaza de Santo Domingo podemos identificar hasta una decena gracias a su trazado irregular y rectangular. La obra fue realizada por el escultor Carlos Albert en acero corten con una pátina de oxidación y con una altura de 4 metros, que descansa sobre un pedestal de granito, encargada por la empresa que remodeló el interior del aparcamiento sobre el que descansa, para su lucimiento público permanente.





El cronista de Madrid Pedro de Répide, nos ha dejado escrito que en este lugar se ubicó en 1218 un Convento fundado por Santo Domingo de Guzmán (Caleruega, Reino de Castilla, 08/08/1170​ - Bolonia, Sacro Imperio Romano Germánico, 06/08/1221; presbítero fundador de la Orden de Predicadores, conocidos como "dominicos"), bajo el nombre de Convento de Santo Domingo del Real para religiosas de la regla de San Agustín, que fue creciendo con las aportaciones reales de Enrique II, Felipe II y otros personajes; también fue destino del descanso eterno de diferentes nobles. Su derribo se produjo en 1869 trasladando a la congregación a otro convento que sigue existiendo en la calle Claudio Coello. En la primera mitad del siglo XX nos cuenta Répide que se estableció un pintoresco mercado de flores que, en primavera, era de fresas de Aranjuez y requesón de Miraflores, desaparecido en 1920 para construir un aparcamiento. Al inicio de la década de los 60 el citado fue sustituido por otro modelo que a nadie gustó, pero hasta 2006 no se levantó la actual estructura que contempla tres plantas en sucesivas alturas, en la superior con pequeños jardines, zonas de juego infantil y espacios estanciales. Aunque su arbolado no es notable, sí podemos encontrar ejemplares de Liquidámbar, Arce campestre, algún Ginkgo, Ciprés, etc. y sobre el techado se suman ejemplares de Árbol de Júpiter, Magnolio, Ciruelo Púrpura y algún Madroño y Consuelda como arbusto o árboles pequeños.


Hacia 1637 se instaló la Fuente de la Plaza de Santo Domingo frente al Convento, lo vemos en la foto superior correspondiente a un grabado realizado por Louis Meunier en 1665, cuyo caudal provenía del Viaje de la Fuente Castellana (algo contamos en nuestros paseos por dicha vía). Encargada al maestro cantero Miguel de Collado, con estatua del escultor portugués Manuel Pereira, cuyo pilón se sustituyó en 1793 por el maestro fontanero Domingo García. Debido a su continuo deterioro es derruida, según se cree, hacia 1865; once años después Fernández de los Ríos en su Guía de Madrid la da por desaparecida. Nos cuenta Répide también que la sublevación de 1866 en el cuartel de San Gil tuvo su escenario de enfrentamientos aquí como en otros lugares de aquel revuelto Madrid. Alrededor de esta plaza hubo varios Palacios, pero prácticamente ninguno se conserva sustituidos por otros edificios o reconvertidos en hoteles. Así que no vamos a nombrar ninguno y encaminamos ya nuestra ruta que nos lleva por toda la calle de San Bernardo.


La calle de San Bernardo no es de las más antiguas pero sí tiene una gran antigüedad. Debe su nombre al santo francés Bernardo de Claraval que vivió en el siglo XI y se hizo famoso por la reforma de la orden cisterciense. A lo largo de su extensa historia ha sido conocida como Carrera de San Bernardo y Calle Ancha de San Bernardo, que ya es llamarse pues no ha variado en mucho lo que era cuando nació; durante unos años del siglo XIX se la denominó calle de las Navas de Tolosa. Vamos a tomarla desde su principio en la plaza, e imaginarnos que salimos por la Puerta de Santo Domingo donde la situó la "nueva cerca" que estableció Felipe II como límite de la ciudad de Madrid, según Mesonero Romanos era de porte menor como su vecina de San Martín ubicada hacia la actual plaza del Callao. No quiero olvidar citar la estación de metro de Santo Domingo, inaugurada en 1925 dentro de la línea 2 y que en enero de 2023 se decoró con motivos relativos a la República Dominicana los cuales giran en torno al merengue, la música, el baile, el mar y los cultivos del país.



Cruzamos la Gran Vía, una avenida icónica que fue construida a primeros del siglo XX a base de derribos de varias manzanas y cuya profusa historia la ha llevado a tener mil y un nombres, algunos tan curiosos como el de avenida de la CNT, de los obuses o del quince y medio, entre muchos otros, por tramos o completa, hasta el actual que adoptó en 1981. Y desde aquí encaramos San Bernardo, calle en la que apenas hay algo de arbolado consistente en Aligustre del Japón, una especie resistente y de tamaño moderado, más adaptable a esta ubicación, todo a lo largo de la acera de los pares, en la de los impares sólo hay arbolado en su tramo final, consistente en Acacia del Japón, otra especie que cumple con las exigencias máximas a que se ve sometida la vegetación en este ámbito de asfalto, hormigón y tráfico contaminante. En términos generales nos vamos a encontrar edificios con más de un siglo de antigüedad, algunos fueron palacios, otros conventos, o simplemente viviendas. En el número 18 (foto sobre este texto) observamos una construcción de una sola planta y que actualmente es un supermercado, en contraste con el edificio a su espalda hay otro más moderno realizado en ladrillo con una ventana en arco.


En la fachada del número 35 existe una placa que recuerda que allí vivió Emilia Pardo Bazán entre 1890 y 1915. En el número 39 se encuentra la Farmacia Deleuze, data de 1780, en 1861 pasó a Juan Chicote que organizaba tertulias en el interior a la que acudían personajes como Méndez Álvaro, Federico Rubio, Castelar, etc. En 1948 la adquirió la familia Deleuze, con motivo del arreglo del edificio tuvieron el cuidado de guardar el mobiliario original para reponerlo en su lugar acabadas las obras hacia los años 80 del siglo pasado; su interior conserva el aspecto original con adornos y un despacho cargado de elementos neogóticos y árabes. Haciendo esquina con la terrorífica calle de Antonio Grilo, se alzó el Hospital de Convalecientes en la década de los 70 del siglo XVI, fundado por San Bernardino de Obregón, creador de la Congregación de los Hermanos Enfermeros Pobres; fue también conocido como Hospital de Santa Ana, dedicado a recoger convalecientes de otros hospitales manteniéndolo a base de limosnas. En 1587 Felipe II manda reunir todos los hospitales y los ubica en la Carrera de San Jerónimo como Hospital General, que en 1596 se traslada a Nuestra Señora de la Anunciación en la Puerta de Atocha. El Hospital de Convalecientes sería derribado en 1846. La calle de Antonio Grilo esconde una terrorífica leyenda negra pues en ella se han cometido a lo largo del siglo pasado, horribles asesinatos que han levantado un cierto recelo, especialmente en el número 3 donde una madre mató a su recién nacido y un marido a su esposa y cinco hijos, entre otros sucesos; además de otros ocurridos en el resto de la calle.

En el número 45 se encuentra el Palacio de la Marquesa de Sonora, actual Palacio de Justicia perteneciente al Ministerio homónimo. Su origen se remonta a 1745 cuando el Marqués de Regalía compró unos terrenos a la duquesa de Alba donde encargó a Ventura Rodríguez un Palacio, el cual desarrolló un proyecto al estilo del nuevo Palacio Real, sin embargo, en 1761 aún no estaba levantado y vendió el espacio al marqués de Grimaldo que encarga el proyecto a José Serrano, el cual se inspira en el de Ventura Rodríguez pero adaptándolo a un estilo neoclásico. Por desgracia en 1789 el palacio sale ardiendo y nueve años después lo compra la marquesa de Sonora y encarga un nuevo proyecto a Evaristo del Castillo que lo termina en 1828 en piedra de Colmenar, ladrillo y granito, la marquesa no llegó a verlo. Aún pasaría por diversas manos hasta que en diciembre de 1851 pasa al Estado. Varias reformas posteriores en 1942 y 1947 añaden las torres de las esquinas de estilo neoherreriano a cargo del arquitecto José Barroso.

Los edificios que ocupan los números 47 y 49 albergaron hasta 1767 el Noviciado de la Compañía de Jesús, la cual fue expulsada siendo ocupado sucesivamente por la Congregación de los Sacerdotes Misioneros, los jesuitas de nuevo y el cuartel de ingenieros militares, hasta que en 1842 se convirtió en la sede de la Universidad Central, se derribó la Iglesia para hacer una ampliación por el arquitecto Francisco Javier Mariátegui, adquiriendo el nombre referido hacia 1850. Se trataba de una traslado de los centros de estudios desde Alcalá a Madrid cuya sede fue pasando por otros edificios hasta recalar en este. En ella estudió Derecho Concepción Arenal entre 1842 y 1845, como recuerda una placa junto a la puerta del Paraninfo, además de éste, el edificio acoge el Instituto de España y el IES Cardenal Cisneros. En 1927 Alfonso XIII promueve la instalación de la CIUDAD UNIVERSITARIA en los altos de la Moncloa, como ya vimos en otra Zancada específica. Las facultades que habían quedado dispersas se reubicaron allí y en 1970 adquirió oficialmente la denominación de Universidad Complutense para diferenciarla de la recién creada Autónoma, mientras el Casón de San Bernardo pasó a manos del Ministerio de Educación. En 1983 se celebró en él, la sesión constituyente de la Asamblea de Madrid y siguió usándose por medio de un alquiler, hasta que se trasladó a la sede de Vallecas recién acabada en 1998, no obstante, en el dintel de una de las puertas aún se lee la sombra que dejó el nombre de dicho órganismo.



Enfrente encontramos el Palacio de Ignacio Bauer, llamado así por el banquero judío que lo adquirió en 1862 y lo usó como vivienda, también como sinagoga, famosas fueron en Madrid sus fiestas. Había pertenecido al Noviciado de los jesuitas hasta 1765 y a partir de ahí circuló por varias manos. En 1972 fue declarado Monumento Histórico Artístico, cuenta con portada de estilo barroco, antepechos de forja en los balcones y cantería mezclada con ladrillo, más la decoración profusa en su interior con techos pintados y uso de la madera, realizado por el polifacético artista Arturo Mélida. Ya en manos del Estado, fue Conservatorio Nacional de Música y en la actualidad es la Escuela Superior de Canto. En el número 48 hay que recordar que estuvo la Librería Fuentetaja, de la cual deriva la actual escuela de escritores, de fama nacional. 



Otro edificio del Ministerio de Justicia permanece en el número 62, fue el Palacio de Parcent o de los Siete Jardines, levantado en 1728 según proyecto del arquitecto Gabriel Valenciano, pasó por diversos dueños hasta que en 1940 fue adquirido por el Estado y en 1995 fue reconocido como Bien de Interés Cultural. Es una pena que estos edificios públicos que cuentan con jardines espectaculares no los ofrezcan abiertos al público en lugares tan poco verdes como el que recorremos, aunque sea en horario restringido, para beneficio de paseantes y vecinos (existe puerta en la calle Espíritu Santo, no digo más).


Andamos un poco y nos encontramos en el número 70, después de pasar delante del Parque de Bomberos nº 6 de Madrid, con el edificio que alberga el Instituto Lope de Vega dependiente de la Comunidad de Madrid, único de los tres que permanecieron abiertos durante la Guerra Civil, había sido creado por la II República en 1933, de los pocos que sobrevivieron al franquismo aunque no así sus profesores nombrados por la República que fueron depurados y retirados en su mayoría; tuvo varias sedes hasta recalar en este edificio declarado Bien de Interés Cultural en 1999. El edificio, como otros de la calle, tiene su origen en un palacio, en este caso levantado en el siglo XVIII por el marqués de Castromonte, en el XIX fue cedido a las "clarisas" hasta la desamortización de Mendizábal; en él se ubicaron la Escuela Seminario Central de Maestros, el Museo de Instrucción Pública y hasta la Facultad de Filosofía y Letras. 


Justo enfrente del Parque de Bomberos, en el número 67, no os perdáis esta preciosidad de fachada, os doy veinte minutos de parón nada más (fotos superiores). Contiene una placa al filósofo, poeta, ensayista y novelista Jorge Santayana instalada en 2013 en recuerdo de su lugar de nacimiento.



Seguimos y en el número 72 hay un edificio cuya placa a la entrada nos informa que se trata de una residencia geriátrica de día, aunque el aspecto de Convento delata su verdadero origen. Se trata del Segundo Monasterio de la Visitación de Santa María, o Salesas Nuevas, promovido en 1792 por María Luisa Centurión y Velasco, marquesa de Villena y de Estepa, cuando​ solicitó permiso para construir a sus expensas un inmueble destinado a convento de religiosas de la Visitación de Nuestra Señora y colegio de San Francisco de Sales. Lo que vemos en la foto es la fachada de la Iglesia diseñada por Bradi con el visto bueno de Juan de Villanueva, de estilo neoclásico sencillo y equilibrado, con un frontón superior y cuatro pilastras toscanas que sostienen el entablamento. El convento se suprimió en 1836 y el edificio fue sede la Universidad Central hasta que ésta pasó al Noviciado, durante la Guerra Civil fue checa, posteriormente se recuperó para diferentes usos, consta en su interior muy funcional, de varios patios y galerías alrededor de cada uno, más un jardín recuerdo del que tuvo y que fue cedido para nuevas construcciones.


La siguiente edificación tiene el título sobre el dintel superior: Compañía General de Impresores y Libreros del Reino. Veamos, esta organización fue creada en 1763 a partir de una inquietud por parte de los comerciantes de libros, surgida de la liberalización de la impresión y desde la propia burguesía, antes existían hermandades donde voluntariamente se agrupaban libreros e impresores por separado y algunas organizaciones de libreros y/o mercaderes de libros; los libros se podían comprar en casi cualquier comercio o a pie de calle y aún se estilaba la copia escrita manual, en fin, que esta compañía "por acciones" pretendía indirectamente controlar el mercado, para lo cual reunía a inversores del ramo que obtuvieron buenos beneficios con el comercio de impresos. Posteriormente el edificio pasó por diversos usos y ahora son apartamentos lo que ocupa el edificio.


Enfrente, número 79, se alza la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, de estilo barroco, fue fundada por Felipe IV para dar acogida a los monjes castellanos procedentes del monasterio de Montserrat que llegaban huyendo de la llamada "insurrección" en Cataluña, provocada por los monjes del Monasterio homónimo que desde Fernando el Católico solían estar gobernados por un abad de origen castellano, a lo cual se negaban ya. Hasta 1668 no se iniciarían las obras, bajo Carlos II, dirigidas por Sebastián Herrera, al fallecer éste en 1671, sería sustituido por Gaspar de la Peña; la financiación fue a cargo del recién nombrado marqués de Llansol. En 1716 retoma la dirección un joven Pedro de Ribera que respeta la fachada pero le añade algunos adornos y remata el campanario. 



En el siglo XIX se le conoció como La Casa Galera al perder su uso como iglesia y convertirse en una cárcel de mujeres; tras volver parcialmente a usos religiosos, durante la Guerra Civil se convierte en salón de baile y posteriormente lo ocupan los benedictinos hasta hoy, con rango de priorato y una residencia de mayores. Merece la pena una paradita en su interior para admirar sus juegos de luces y escuchar los cánticos de los monjes.



Y ya con esto tomamos la calle Quiñones cuyo nombre quizá haga referencia a la imprenta de María de Quiñones, ubicada en la esquina con la calle del Acuerdo en el siglo XVII, esposa de Juan de la Cuesta, impresor del Quijote; la buena señora no pudo firmar sus trabajos hasta que no enviudó, debido al trato legal inferior que se les daba a las mujeres y que ha perdurado hasta el siglo XX por etapas más o menos oscuras. Llegamos así al Convento de las Comendadoras de Santiago y la Parroquia de Santiago el Mayor, el único de Madrid que se conserva íntegro (el convento, no el santo, que de ese sólo queda el recuerdo). Fue fundado en 1584 por D. Íñigo Zapata Cárdenas y su esposa, como sede de la Orden de Santiago, iniciándose la obras en 1667, que se encargaron a los hermanos José y Manuel del Olmo, los cuales planearon planta rectangular e iglesia en cruz griega con brazos terminados en hornacinas. El elemento más destacado del conjunto es la cúpula, que se asienta sobre grandes pilares achaflanados y pechinas decoradas con la Cruz de Santiago. Sobre la puerta de la parroquia aparece una figura del populoso Santiago "matamoros" a lomos del caballo blanco del que nos habla la leyenda de su decisiva intervención en la batalla de las Navas de Tolosa, aunque hay otras 25 veces más donde se le cita, por cierto que San Isidro también "participó" en la citada batalla, según dicen.


¡Ale! aquí os dejo con la duda. Comenzaremos directamente en la plaza de Ruiz Jiménez en la próxima zancada.


@ 2024, by Santiago Navas Fernández.

P.D.- Otras Zancadas del CAMINO DE SANTIAGO por Madrid:

-) De la Iglesia de Santiago a Santo Domingo, ruta 1. Pincha aquí.
-) De la Iglesia de Santiago a Santo Domingo, ruta 2. Pincha aquí.
-) De la Plaza de Ruiz Jiménez a la glorieta de Cuatro Caminos. Pincha aquí.
-) De la glorieta de Cuatro Caminos a la plaza de Castilla. Pincha aquí.
-) De la plaza de Castilla al Cruceiro de Montecarmelo, ruta 1. Pincha aquí.
-) De la plaza de Castilla al Cruceiro de Montecarmelo, ruta 2. Pincha aquí.
-) Los mapas del Camino, ruta urbana. Pincha aquí.
-) De Montecarmelo a Tres Cantos. Pincha aquí.


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