Vamos a entrar en la antigua NECRÓPOLIS DEL ESTE por su puerta principal y la primera que tuvo, en la avenida de Daroca esquina con la avenida de las Trece Rosas, que cuenta con unos jardines previos que la aíslan del ruido del tráfico de la ciudad para mantener ese estado de recogimiento que su gran Pórtico nos transmite. Este espacio verde es un paso previo a la entrada al recinto funerario de cuya relación con LA ELIPA ya hablamos en un paseo anterior (ver aquí), en el cual además, recorríamos los otros parques y jardines que forman el cinturón verde con que se rodeó La Almudena, cuyo nombre se da a un Parque en concreto y a la estación de Metro más cercana. Este Pórtico es simétrico al eje principal, tiene un gran frente con 21 arcos distribuidos alrededor de los tres centrales que hacen de puerta, formando una monumental crujía de doble arquería, con un espacio entre los jardines y la entrada ubicada en los tres arcos centrales, cuya vista sería tan espectacular como la que reflejo en la fotografía que abre esta zancada, si no fuera porque dicho espacio se usa (indebidamente para mi) como calzada todo el año para aparcamiento libre. A sus respectivos extremos, se extiende la arquería en dos brazos semi elípticos que concluyen en sendos edificios de ladrillo visto y amplios ventanales completamente iguales, cuyo uso fue variando en el tiempo desde residencia de los trabajadores hasta centro social en manos de los integranres de "La Dragona", que le dieron una nueva vida, con criterios propios. Vamos a entrar en detalles:
Pues pasemos ahora la frontera que marca el camino que no se ha de volver a recorrer, el que separa la vida de la muerte, pero sin dramatismos, es puro arte aplicado al uso funerario. Al otro lado, una figura nos ve entrar desde el arco en altura, la formación arquitectónica es igual, pero en este caso encontramos una estatua diferente, es el Arcángel San Miguel que, según la tradición, pesa las almas en una balanza para decidir su destino. Es obra del escultor Mateo Inurria. A los lados hay dos pequeños edificios que nos recuerdan una especie de cuarto de vigilancia cuya utilidad estaba justificada en el tiempo de su apertura. De espaldas, el camino empedrado que debemos subir a la Capilla, pero antes, veamos que hay a ambos lados.
El JARDIN DEL RECUERDO está dedicado a esos restos últimos que son las cenizas y los familiares pueden depositarlas allí de una forma ordenada. Es necesario hacerlo saber en las oficinas y se asignará un espacio donde hacer una pequeña excavación para depositarlas. Luego se pude instalar una placa en los monolitos de granito que existen en un extremo, que también hay que solicitar. El pequeño recinto abierto, sólo está rodeado de rosales y los árboles del propio Cementerio como protección, por lo que se ruega no hablar muy alto y, por supuesto, no pisar fuera del camino enlosado. En la foto superior, vemos uno de los dos espacios, el otro aún no se ha inaugurado, y los monolitos cubiertos de placas que están en el lateral derecho.
Un poco más allá de cada recinto visto, hay unos edificios que guardan la estética general del Pórtico y la Capilla, dedicados a almacenes, oficinas y otras zonas de servicios varios para el oficio fúnebre, incluso en uno de ellos se encuentra el Museo de Carruajes Fúnebres que dicen que es el más importante de Europa. Para poder conocerlo, hay que leer artículos de prensa y ver fotos que se publican en ellos, porque no está disponible la visita. Como curiosidad, el último coche fúnebre tirado por caballos que se usó en Madrid, fue el que se utilizó en el entierro del acalde Enrique Tierno Galván, pero curiosamente, hubo de traerse desde Barcelona. Cosas del destino.
Si sigues subiendo hacia la Capilla, te llamarán la atención estos dos Olivos donde a la vista están unos colgantes blancos. Pues a pesar de ser tan notorio, no es nada, son etiquetas en blanco que los propios trabajadores de los Servicios Funerarios han colgado a lo largo del tiempo. De ahí a que dentro de poco aparezca una leyenda, sólo hay un pequeño salto de la imaginación.
El interior sin embargo, está articulado con grandes machones que convierten la planta en una gran Cruz griega de amplio espacio y cubierta de una esbelta cúpula de sección parabólica, sostenida por arcos de la misma forma. Como adornos, son impresionantes las vidrieras de la casa Maumejean (que por cierto, desde el exterior no se distinguen apenas), fundada en 1860 por Jules Pierre Maumejean y que ha desarrollado una calidad plasmada en vidrieras como la cúpula del Hotel Palace, la Catedral de Sevilla y la de la Almudena en Madrid, así como otras muchas más en diferentes edificios a lo largo de los cinco continentes. Dicen que cuando atardece la luz que traspasa los cristales se vuelve mágica, pero hay que decir que la Capilla no está siempre abierta, sólo cuando hay un oficio religioso.
Otras zancadas sobre el Cementerio de La Almudena:
-) El Cementerio Civil, el Cementerio Hebreo y 3 monumentos más. Ver aquí.
-) La Elipa (I) y el Cementerio de la Almudena. Ver aquí.
-) Un poco de Historia Ver aquí.
-) Del Cementerio Antiguo y la Necrópolis. Próximamente.
-) Las Mesetas y la Ampliación. Próximamente.




















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