Comenzamos ante el Puente de los Franceses, donde nace MADRID RÍO. Se trata de un puente levantado por ingenieros de nacionalidad francesa para la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España que construía la línea Madrid-Irún, creada en 1858 por capitales mayoritariamente de dicho país vecino. Las obras se sustanciaron entre 1860 y 1862, dando como resultado un puente funcional, sin adornos, sostenido sobre cinco ojos de arco de medio punto y con los pilares en el lecho del río salvo uno que está asentado en la orilla, se usó el típico ladrillo rojo visto combinado con piedra de la sierra. El puente fue testigo del conflicto surgido tras el golpe militar del general Franco en 1936 y que tuvo como objetivo en la zona la toma de Madrid. Actualmente sigue en uso, no es peatonal.
A partir de aquí podemos caminar por ambos márgenes del río, pues Madrid Río nos lo permite, por lo que recomiendo repasar los recorridos propuestos para este lugar (ver aquí el primero y luego ir enlazando con los siguientes al gusto). Encontramos la Presa Número 3, primera de la serie que en su momento se hicieron para controlar el agua del Manzanares buscando que se embalsara y diese la sensación de gran río. Cuando se ordenó dejar que el agua corriera a su antojo, se produjo el milagro de la regeneración natural del propio río. Gracias a los sedimentos que arrastraban las aguas, se formaron islas y tierras naturales donde germinaron semillas y con ello, los peces y las aves acuáticas encontraron un hábitat apropiado. Ésta es una represa única dotada con pasarela que la cruza, mientras que el resto que encontraremos hasta el número 9 a lo largo del Parque cuentan además, con una edificación en el centro del cauce de un estilo neoclásico típico adaptado durante el franquismo.
A continuación encontramos la Pasarela de Almuñécar llamada así porque está enfrente de la calle del mismo nombre que es perpendicular al paseo de Aniceto Marinas. Es una de las pasarelas incorporadas al río a raíz de la renaturalización efectuada. Construida en forma de U con fibra de carbono en una matriz de resina polimérica que le da resistencia al no necesitar mantenimiento. Mide 43 metros de largo (la mayor a nivel mundial de su clase), 5 metros de ancho y un canto de 1,2 metros; fue fabricada en una pieza en los talleres de Acciona, instalándose por entero con la ayuda de grúas y sin tocar el lecho del río. Es útil para ciclistas y viandantes. Ha recibido diferentes premios. Y si os fijáis a las entradas, hay dos muretes que presentan azulejos de cerámica firmados por las escuelas de Moncloa y de Francisco Alcántara (ubicada en el PARQUE DEL OESTE y que conocimos, ver aquí).
El siguiente es el Puente de la Reina Victoria, centrado en la Colonia del Manzanares y la única vía para vehículos a motor que la une con el otro lado del río, justo en la rotonda donde se ubica la estatua a Goya y las dos Ermitas gemelas de San Antonio. Proyecto de 1907 realizado por el ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste y el arquitecto Julio Martínez-Zapata Rodríguez, se inauguró en junio de 1909 coincidiendo con la festividad de San Antonio de Padua, sustituyó a un puente anterior que se conocía como Puente Verde por el color en el que estaban pintadas las barandillas. Su nombre es en honor de la Reina Victoria Eugenia casada con Alfonso XIII, durante la II República recibió el nombre de Puente de Galicia. De estilo modernista cuenta con 4 jarrones y 8 farolas realizadas en hierro con varios osos rampantes en recuerdo del escudo de Madrid. El pretil es de hierro entre pilares de piedra. La estructura es de dos arcos elípticos paralelos en hormigón armado que se unen al tablero mediante ejes verticales, con esto se consigue dar una imagen de gran ligereza al dejar al descubierto los vanos, fue el primer puente en España en el que se aplicó esta técnica desarrollada por el ingeniero francés Paul Séjourné. Por ambos laterales se puede pasar bajo la estructura pero con cuidado, pues la altura no es mucha.
A continuación está la Presa Número 4, que cuenta con el castillete o casa en el centro tal y como hemos explicado en la número 3, cuya conformación es similar a la del resto de Presas que nos encontraremos a partir de aquí, por lo que sacamos ésta como tipo y el resto remitirán a estas imágenes y explicación. Dicha especie de castillete ubicado en el centro oculta los mecanismos de palancas de las compuertas, ya abiertas desde 2016 siendo alcaldesa Manuela Carmena y que dio origen a la renaturalización salvaje del cauce del río al poder correr libremente las semillas ocultas en sedimentos. Bajo ella transcurre un canal que dejaba fluir el agua tranquilamente para que no se desbordara. La pasarela que se usaba para llegar al castillete, ahora es de uso común, salvo alguna parte que por razones de seguridad está bloqueada.
A continuación y previa a la curva donde estuvo "La Isla del Manzanares", se encuentra la Pasarela de Aniceto Marinas - El Reservado, en honor del escultor que da nombre a la calle y al Parque paralelos al río que concluyen a estas alturas más o menos. Y lo del "reservado" hace alusión al jardín que hay detrás de la CASA DE CAMPO, antigua de Vargas, que era una zona acotada real, o sea, para el rey y los suyos, que en este caso no somos todos. Aunque en honor a la verdad, hay que decir que una placa a la entrada la denomina Pasarela de la Casa Campo, así que es como si este nombre fuera la oficial y el otro fuera el popular, aunque dicho nombre de Pasarela de la Casa Campo lo ostenta otra muy cercana que cruza sobre la M-30 desde la Colonia del Manzanares. Es cierto también que al lado de la entrada de la Pasarela de Aniceto Marinas hay un cartel de MADRID RÍO que anuncia que estos son los JARDINES DE LA VIRGEN DE LA ERMITA y nosotros nos creíamos que era el de Aniceto Marinas ¡ cosas del directo !
El Puente del Rey no tenía más sentido que el de servir a la Monarquía para acceder desde el Palacio a la CASA DE CAMPO a través de un sendero privado que bajaba por el CAMPO DEL MORO, cruzaba y atravesaba la Puerta del Rey. Al principio sólo era un puente que salvaba el cruce sobre el caudal libre, pero con el paso del tiempo y el cambio de fisonomía de las orillas, fue necesitando reformas como fue la ampliación efectuada en tiempos de Fernando VII, por eso se dice que el Puente del Rey data de 1816 aunque obviamente no es cierto, veamos. Felipe II compró a los Vargas en el siglo XVI la CASA DE CAMPO, convirtiéndola en coto de la realeza e integrada con el entorno natural de El Pardo, por tanto, el puente existía desde mucho antes fuera más o menos grande. Hasta 1931 el Ayuntamiento de Madrid no adquirió la propiedad, lo que hizo gracias a la II República, e inmediatamente abrió sus puertas al pueblo de Madrid. Posteriormente, durante el franquismo, el Puente se convertiría en la autopista de Extremadura que excluyó a los viandantes de este paso, y así fue hasta que en el período democrático llegó el soterramiento de la M-30 convertida en calle 30 y la peatonalización del espacio, quedando el puente como un amplísimo lugar de paso al que se adosó una gran explanada y la puerta quedó reducida a seis columnas como un testimonial monumento de lo que fue.
La Presa número 5 es igual que a las anteriores, por lo que me remito a la número 4. A continuación nos encontramos con el Puente de Segovia y sus famosos estanques con surtidores, donde un día alguien colocó una ballena muy bien hecha de cartón y pegó el pelotazo publicitario. El viejo puente que data de Alfonso XI de Castilla, levantado en el siglo XIV, se quedó pequeño para las necesidades de la nueva capitalidad de la ciudad en 1561, un camino por el que entraba el tráfico procedente del norte y que se conocía como Puente Segoviana. Su ampliación se encargó al arquitecto Real Gaspar de Vega en 1574, al que sustituyó Juan de Herrera (el de El Escorial) tras su fallecimiento tres años después. Pero a pesar de que se dio por finalizado en 1584, posteriormente se produjeron nuevas reformas y variaciones a lo largo de los siglos en las que participaron por ejemplo Juan de Ribera o Ventura Rodríguez y hasta se instaló una puerta realizada por Teodoro Ardemans que acabaría retirándose posteriormente. Durante la maldita Guerra Civil, el puente fue volado para impedir la entrada de las tropas sublevadas al mando de Yagüe, tras la contienda, se realizó su reconstrucción pero ya puestos, se amplió notablemente y se dividió en dos tableros introduciéndole nuevas estructuras. Con el soterramiento de la M-30 se recuperaron espacios verdes y se dotó de fuentes y estanques para darle más vistosidad. Si os come la curiosidad, hay un cuadro de Antonio Joli titulado "Palacio Real de Madrid" que muestra el paisaje de 1753 visto desde el otro lado del río. Por otro lado, el entorno del Puente cuenta con unas enormes praderas de césped y variedad arbórea entre las que se encuentran algunas especies singulares. Chopos, Abedules, Árbol del Amor, Cipreses, etc. Desde ciertos ángulos podemos ver al fondo los edificios más emblemáticos de Madrid como son las torres de la Plaza de España, el Palacio Real, la Almudena, etc.
La Presa número 6 es igual que las anteriores, por lo que me remito a la número 4. Seguimos hasta el Puente del Principado de Andorra, que antiguamente se denominó "Y" en atención a su forma, está más claro a vista de pájaro. Fue inaugurado en 2009. Las tablas del suelo del Puente del Principado de Andorra suenan al pasar sobre él las ruedas de bicicletas y patines, cosa que está prohibida por cierto, pero ya sabemos que... Tiene forma de Y como he dicho, midiendo el brazo largo 69 metros de longitud por 31 del corto, es un túnel de vigas de hierro que nos recuerda ligeramente al ferrocarril. Su forma evoca los valles del Norte y de Oriente que confluyen de forma similar en el Gran Valira del Principado de Andorra. De hecho su nombre actual le fue otorgado en 2011 para recuerdo de la visita del Presidente andorrano y en correspondencia de la pasarela nombrada "de Madrid" en la capital de dicho principado desde 2008. Hay que decir que cuenta con un mirador sobre el río que no os podéis perder.
El último de esta primera entrega es el Puente de San Isidro, un puente moderno y utilitario cuyo origen fue un pontón de barcas que permitía el paso peatonal hacia la zona de la Ermita hacia 1900, conocido como el Pontón de San Isidro, al cual sustituyó una pasarela del mismo nombre. Anteriormente a eso, hubo una pontona construida por la Archicofradía de San Isidro en 1733 para que los fieles pasaran más directamente hacia las praderas del Santo. El crecimiento de los barrios de Usera y Latina más la construcción del estadio Vicente Calderón en 1966, hicieron que se proyectara un cruce mejor por encima del río en 1969 y en cinco años ya estaba en servicio con 26 metros de anchura y 289 de longitud, creando dos sentidos separados para el tráfico de vehículos.
@ 2023, by Santiago Navas Fernández
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