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viernes, 6 de octubre de 2023

SERIE PASEOS POR PARQUES Y JARDINES DE MADRID CXXXIII: PUENTES Y PASARELAS DEL MANZANARES (1 de 5).



El Manzanares es nuestro río estrella por muchas razones aunque no sea el más caudaloso ni el más largo de Madrid, pero sí por su significado dentro de la capital en concreto y de la cuenca Sierra de Guadarrama en particular. Madrid es la única provincia que conoce en sus 92 kilómetros antes de desembocar en el río Jarama a la altura de Rivas-Vaciamadrid, lo cual hace como un niño remolón que no parece querer llegar y se entretiene entre revueltas y pozas. El ser humano ha vivido de cara al cauce en diferentes lugares y ha salvado su caudal mediante puentes y pasarelas que ha ido instalando, derribando y/o renovando a lo largo de la historia. Vamos a hacer un recorrido uno a uno de los que podemos encontrarnos en la actualidad, incluyendo las presas que se levantaron cuando su canalización a primeros del siglo XX, aquellos otros vados que lo superan aunque no sean practicables, pero que han obligado a una obra de ingeniería ante su presencia más todos los que la construcción del CORREDOR AMBIENTAL DEL RÍO MANZANARES trajo consigo, eso sí, en varias etapas.


Partimos de el Embalse de EL PARDO, donde concluye por cierto la SENDA FLUVIAL que vimos aquí (dividida en tres etapas, el enlace conduce a la inicial). Lo primero que nos encontramos tras alejarnos del muro de contención es La Pasarela de Mingorrubio. Metálica y levantada sobre pilastras de hormigón, garantiza el paso sin problemas aunque el embalse esté soltando agua y el curso vaya crecido, con lo cual, el vado que antaño se encontraba aquí y se anegaba ha sido superado. No obstante y cuando el nivel está bajo, es un buen lugar para remojarse los pies porque hay una especie de playita en los laterales. Hay que aclarar que desde esta pasarela al siguiente paso hay 2 kilómetros y que la ruta de la SENDA FLUVIAL es un recorrido circular entre ambos puentes que cuentan con un sendero propio y así indicado mediante postes verticales clavados en el terreno con la parte superior truncada en la que figuran los colores de la SENDA FUVIAL (verde y azul) separados por una cinta blanca. Este sendero es el más cercano al río, a veces muy estrecho y con pequeños taludes sobre el cauce, pero hay otros caminos paralelos un poco más alejados e incluso más en alto que son más anchos por los que transcurren hasta bicicletas, pero cuidado, también pasean niños y mascotas.



Nuestro siguiente parada está a la entrada del núcleo de casas, donde el sendero de la ribera derecha confluye en la SENDA FLUVIAL por el lado izquierdo y sigue por ahí, poco antes hay una antigua "presilla" que hoy día no sirve ni para vadear el río pero en su momento tenía su utilidad que tampoco era esa, sino regular el caudal remansándolo para evitar grandes arrastres y permitir el paso de los peces que ascienden por el curso, se denomina Azud. Lo pongo aquí a pesar de no ser un puente porque es una presilla, como he dicho no practicable, pero que lo pudo haber sido y sin duda para casos particulares lo fue; obsérvese la foto en dos momentos del año muy diferentes: invierno y verano.


A continuación esta el Puente de Capuchinos que veremos donde concluye la carretera del mismo nombre, data de 1961 y guarda el estilo típico del franquismo en consonancia con la obras de acondicionamiento del entorno efectuadas en dicho período, si bien su tamaño es más ancho también es más corto que el que hubo anteriormente, en concreto se redujo en tres ojos sobre el original, obra del arquitecto Francesco Sabatini (1722-1797), finalizado tras los correspondientes trabajos en 1785, ya sin la intervención de Sabatini. El nombre le viene porque daba acceso al Monasterio del Cristo que está un poco más arriba.

 

Aunque a nosotros no nos sirve, el siguiente paso lo conforma el Viaducto Ferroviario de la línea Chamartín a Pinar de Las Rozas, como comprenderéis no es practicable para el paseo pues va a tanta altura que en realidad el trazado de la SENDA FLUVIAL paralela al cauce, pasa por debajo. Como se aprecia en la foto, la composición del puente tiene dos estilos diferenciados, uno sobre el lecho fluvial  aunque el último arco es paso para el camino o sendero, y otro sobre el territorio seco que se encuentra separado del anterior, tras un alzamiento de tierra, continúa dicha arcada de piedra sobre el trazado de la carretera de vehículos. La línea se inauguró en 1964 para servicio de mercancías aprovechando un trazado anterior de la II República que circulaba más cerca de la población de El Pardo, y tres años después se incorporó el uso para trenes de viajeros también.

Llegamos a la zona de aparcamientos de Somontes y nos encontramos con un bucólico puente de madera que salva el arroyo de Valpalomero que desagua aquí mismo (recordaréis de las rutas por EL MONTE DE EL PARDO que con este nombre conocimos una Senda, ver aquí, y una Fuente en un Parque del pueblo, ver aquí). Un poco más adelante hay una tubería que cruza elevada sobre el camino, pero no nos sirve para cruzar, como ocurre con todos estos tipos de puentes.

 

Junto a la entrada al Club Somontes está la carretera del Tiro de Pichón que tiene carácter particular y restringido desde dicha entrada sobre el río, pues conduce al Palacio de la Zarzuela, residencia de los Reyes de España. El camino sale a la carretera dicha y nos lleva a cruzarla para a continuación recuperar su recorrido de SENDA FLUVIAL hacia la izquierda del dicho camino, la ruta fluvial tiene una alternativa que es pasar bajo el puente de la carretera de Tiro de Pichón, recomiendo hacerlo una vez en la vida al menos.

El siguiente es el Puente de la M40 y el enlace con la M-30 cercana. Transcurre tan elevado que por debajo pasa la SENDA FLUVIAL junto a unos establos de caballos, con su circuito de monta incluido, es parte del Club de El Tejar de Somontes. No se puede cruzar andando. Y un poco más adelante el puente de la calle Tapia de Casariego nos enfrenta a la ruina de lo que fue la "Playa de Madrid", el proyecto de ciudad deportiva comenzado en la II República, abierto en 1932 y que tras diversas vicisitudes está abandonado desde 2014, arrastrando una ruina económica y arquitectónica.

La "playa" tenía una playa, valga la redundancia, construida sobre una presa justo donde incorporaba sus aguas el arroyo del Fresno. Pasada la cual, actualmente queda como recuerdo lo que fue una parte del "Parque Sindical", construcción franquista a la que se llegaba en unos autocares desde Moncloa y que convirtió en una tradición familiar acudir los domingos allí. Actualmente es el Centro Deportivo Puerta de Hierro, de titularidad de la Comunidad de Madrid. Encontramos por aquí viejos puentes ya inútiles como el de tirantas que vemos en la foto superior que daban acceso a una isla alrededor de la cual se movían barcas a remos de alquiler.

Llegamos así al Puente de San Fernando, antigua N-VI y actualmente ANILLO VERDE CICLISTA y SENDA FLUVIAL al mismo tiempo. Para seguir junto al río, nos desviamos siguiendo la ruta del mencionado Anillo. El nombre del puente procede en honor y recuerdo al rey Fernando VI, impulsor de la obra que realizó el arquitecto Jaime Bort y Meliá, las estatuas del rey y su esposa Bárbara de Braganza son obra de Vicente Bort y Meliá, su hermano, levantado en 1749. Aunque su origen está en una orden de Felipe V que ordenaba construir un camino a El Pardo que incluía la pasarela que existía hasta entonces. En 1856 sufrió diferentes desperfectos por unas fuertes riadas. En 1921 debido al tráfico de vehículos, se ensancha el puente con la adición de unos voladizos. Durante la Guerra Civil sufrió su posición como lugar de paso hacia la capital. Hasta casi finales del siglo XX sirvió al tráfico que se dirigía hacia la M-30 y la A6, pero con la construcción posterior de una pasarela específica, se descargó este resistente puente, prohibiendo el tráfico sobre él.


A continuación pasamos sobre la A6 por una pasarela peatonal que confluye con el ANILLO VERDE CICLISTA, ruta que vamos a seguir para hacerlo junto al río. En la foto vemos desde lejos el puente citado, está sacada desde el otro puente, el peatonal que está techado y construido con una serie de listones de hierro que entretejen un símil de protección cerrada que tienen más una misión de unidad y cerramiento que de paredes, otorgando un juego decorativo a su utilidad. Esta pasarela peatonal conduce un poco más arriba del puente ciclable compartido entre bicicletas y peatones, sirve para seguir ruta en dirección Pozuelo, así que si cruzamos por ahí, tendremos que dar una gran vuelta para recuperar la ruta del Anillo y SENDA FLUVIAL.


A continuación hay un  acueducto con una tubería del Canal de Isabel II (supongo, pues puede ser para el colector de la cercana depuradora) que no se puede usar para pasar. Y un poco más adelante, una especie de azud con una compuerta que deja pasar el flujo del río pero detiene sedimentos en una especie de represa. Si observamos en vivo, o si no, en la foto sobre este texto, vemos que el espacio para acumulación está repleto y ha germinado la naturaleza en él. Este tipo de presas tenían la función de retener lo que el río arrastraba y así impedía que se formaran dichos tapones en el cauce dentro de la ciudad, lo que en un hipotético caso de avalancha, podría provocar desbordamientos. Ya ocurrió a lo largo de la Historia como veremos con el Puente de Toledo hasta la casi desaparición de La Isla a primeros del siglo pasado donde hubo que rescatar a trabajadores con tirolinas, o las consecuencias de las torrenciales lluvias en 1950 o 1966. "El aprendiz de río" tiene sus grandes enfados.

Nos encontramos más adelante con el Puente de Madera del Manzanares, el cual descansa sobre unas pilastras en el río, hecho de dicho material, justo enfrente de los Viveros de MIGASCALIENTES y una isla que se forma en este lugar con varios puentes similares, muy destacados por su uso durante el periodo de la Guerra (in)Civil como vemos a continuación en un cartel adosado a las tapias del Club de Campo de Madrid donde se adivina enterrado lo que pudo haber sido un túnel.


Gracias al Gefrema podemos conocer lo que aquí aconteció que dio lugar a la llamada Pasarela de la Muerte. En noviembre de 1936 el ejército sublevado unos meses antes intentó cruzar el río por esta zona (trasera del actual Club de Campo que entonces no existía) con gran fracaso, pues casi la mitad de los quince carros de combate Panzer I conocidos como “negrillos”, quedaron atascados en el lecho del río y dos destruidos. Así que esa misma noche se tendió una pasarela de madera, el frente se estabilizó al llegar hasta el Hospital Clínico y la parte baja de la CIUDAD UNIVERSITARIA las tropas sublevadas. Otra pasarela más se unió a la anterior para facilitar la doble circulación, pero el ejército republicano los bombardeaba desde la antigua estación gasolinera y el Puente de los Franceses, lo que obligaba al ejército rebelde a usar los puentes sólo de noche. No obstante, llegaron a levantarse hasta catorce pasarelas que fueron sucesivamente destruidas. En 1938 el frente estaba prácticamente inactivo, así que comenzaron a construir un puente de hormigón con tablero de madera llamado originalmente “Puente del Generalísimo”, que se terminó dieciséis días antes del fin de la guerra. Sus restos son los que pueden observarse actualmente en este lugar con el cartel explicativo de la foto. 

Muy poco más adelante llegaremos a pasar bajo la M-30 de nuevo y casi sin distinguirlo, bajo el puente de la Carretera de Castilla. Poco más adelante se encuentra el Puente de los Franceses donde concluye la SENDA FLUVIAL y nuestra primera etapa sobre los puentes del Manzanares.



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Consulta su contenido en la Zancada CXXXIX de este blog, pinchando aquí.


@ 2023, by Santiago Navas Fernández 

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