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viernes, 20 de octubre de 2023

SERIE PASEOS POR PARQUES Y JARDINES DE MADRID CXXXV: PUENTES Y PASARELAS DEL MAZANARES (3 DE 5)



Respecto de la Presa número 7 sólo tengo que decir que sigue la estética de todas las presas que se realizaron a la vez, según lo visto y explicado en la número 4 que está en el paso 2 de 5 de esta serie de Puentes y Pasarelas del Manzanares a la cual me remito por no repetir. Seguimos. El siguiente es el Puente de la M-30 levantado al tiempo que lo hacía el estadio Vicente Calderón del Atlético de Madrid y que sirvió para aliviar el tráfico originado por este recinto así como comunicar los dos distritos a uno y otro lado del río, Latina y Arganzuela. También liberó la presión que el paso de vehículos provocaba en el cercano Puente de Toledo. Cuenta con carriles que se entierran entre los jardines del PARQUE DE ARGANZUELA para dar servicio a la autovía subterránea. Quizá lo más curioso sea cómo ha quedado tras la reforma de MADRID RÍO la zona debajo del puente.



Inmediatamente pero a nivel de la orilla, encontramos la Pontona Grande, cuyo nombre no dudéis que se refiere a su anchura; aunque en algunas referencias la llaman Pontona Norte el oficial es el que os he dicho. Una pontona es una plataforma flotante o varias pequeñas unidas que se usaban para salvar un río, básicamente. En este caso, evoca los diferentes pasos que hubo en el río en este lugar pero de una forma más práctica; aún conserva el suelo de tablas de madera, como son los de los atracaderos de un puerto. La foto sobre este texto está hecha desde la pasarela, desde la que vemos el Puente de la M-30 citado y la presa número 7 por detrás.


El Puente de Toledo une la glorieta del Marqués de Vadillo a la de Pirámides. El que hoy vemos fue levantado entre 1718 y 1732 por el arquitecto Pedro de Ribera (1681-1742) aunque su historia comienza mucho antes: Felipe IV mandó construir un camino hacia Toledo con un puente sobre el río aquí. El primer diseño es de Juan Gómez de Mora que ejecutaría José de Villanueva entre 1649 y 1660, conocido como Puente Toledana, el cual se llevó una riada apenas diez años después. En 1680 una vez acabado el nuevo puente, otra riada se lo llevó también. José del Olmo comenzó el nuevo proyecto en 1682 que inició José de Arroyo y dos años después asumió Teodoro Ardemans. En 1715 se lo traspasa a Pedro de Ribera, que no lo comienza hasta 1718 gracias al empeño del Marqués de Vadillo. En 1952 el ingeniero Carlos Fernández Casado realiza un estudio y determina un problema de estructura por culpa del tráfico rodado que transcurre sobre él. Cuatro años después es declarado Monumento Histórico Artístico. En 1972 se inician las obras de construcción de los puentes que han de liberarlo del tráfico, en particular el citado antes. Sin embargo, el hecho de transcurrir la M-30 bajo sus arcos implicó un profundo deterioro calculado en un estudio realizado en 1980. 12 años después es declarado BIC y comienza su restauración patrocinada por la desaparecida Caja Madrid que concluye en 1997 con el soterramiento de la autovía, tras haber reforzado y corregido algunos pilares y dar cabida a los jardines que lo rodean hoy en día. Estructuralmente cuenta con rampas que suben desde las orillas del río; consta de diferentes adornos en forma de columnas o alzados de piedra del mismo estilo. La pasarela del puente mide 180 metros de largo y casi 10 de ancho, con ampliaciones en forma de balcón hacia fuera del puente. Tiene 9 ojos sobre arcos de medio punto y está adornado con gárgolas, molduras y relieves típicos de la época y contrafuertes de apoyo. Hacia la mitad hay dos hornacinas, una a cada lado, que contienen las imágenes de San Isidro y de Santa María de la Cabeza, ambas adornadas al estilo barroco con profusión de decoración como jarrones, escudos, hojas, cruces, rosetones, etc. realizadas en piedra de granito. Las dos estatuas dichas son obra del escultor Alonso Villabrille y Ron (1663-1732) encargadas por el arquitecto director, ambas realizadas en piedra caliza que no han perdido demasiado detalle a pesar del tiempo transcurrido. La de San Isidro representa el momento de su más conocido milagro, el del pozo donde había caído su hijo, el futuro San Illán; desde enfrente los contempla Santa María. La decisión de instalarlas se tomó en 1722 por acuerdo de la junta municipal para que con su presencia protegieran la instalación del puente.

A continuación nos encontramos con la Pasarela del Canal y casi al lado la Pasarela de Bolas, ambas similares y ésta última con unas piedras talladas en granito similar a las que vemos en otros puentes más tradicionales e incluso en las presas, pues fue construida a nivel de orilla en 1955, mientras la del Canal es del tiempo de la remodelación de MADRID RÍO, ambas tienen una anchura suficiente, con suelo de tablas sobre una pasarela metálica y una barandilla abierta, que llega hasta media altura. Como único adorno, cuenta la más antigua con 12 bolas sobre pedestal, todo en granito en una sola pieza, similares a las que se pueden ver en el Puente de Segovia. Hay cuatro en cada extremo, colocadas dos a dos, frente a frente, que suman 8. Y las otras 4 están en el centro de la pasarela. Todas pegadas a la barandilla sin que su altura supere la de ésta.

El Puente de Arganzuela es también conocido como Puente de Perrault, por el apellido del arquitecto que lo diseñó, el cual también se encargó de la Caja Mágica y otros modelos urbanísticos transformadores en Europa. Se empezó a construir a finales de 2010 y se inauguró en 2011, cinco años después recibió el galardón "Verónica Rudge Green Prize in Urban Design" de la Universidad de Harvard. Se alza dividido en dos tramos: uno de 128 metros de longitud que va desde el paseo de Yeserías en Arganzuela a un otero del Parque y el otro de 150 metros parte al lado de éste hasta un pequeño parquecillo en el distrito de Usera, a la espalda de la calle Antonio López, pasando por encima del río; desde las bocas interiores se accede al PARQUE DE ARGANZUELA junto a los toboganes. Ubicación que se aprovecha para crear miradores sobre el parque y el río. La forma helicoidal del túnel del puente realizada en metal, le da un aspecto muy llamativo, brillante durante el día y con iluminación nocturna. Su interior se divide longitudinalmente en dos partes separadas por unas gradas que sitúan cada carril a una altura, uno de ellos es para las bicicletas y el otro es para los paseantes, hay que tener cuidado de no confundirse; el suelo es sólido de madera para impedir la vista sobre la zona bajo el puente, por la cual cruzan los caminos del Parque en rutas peatonales y ciclables. La estructura de hierro está pensada para proteger de los rayos solares pero dejar pasar luz suficiente y con espacio suficiente para los miradores citados.

 

La tercera pasarela dentro del PARQUE DE ARGANZUELA es la Pasarela de la Playa siendo la del Canal y la de las Bolas la primera y segunda (sobre estas líneas, fotos de la propia pasarela citada y una vista aérea efectuada durante la construcción de las otras dos pasarelas, esta foto es propiedad del Ayuntamiento de Madrid). Al principio de inaugurarse MADRID RÍO, era así como se les conocía: primera, segunda y tercera, pero luego fueron dotadas de sus actuales nombres. En este tercer caso se debe a su cercanía con las conocidas playas del Parque. La composición de las tres es muy parecida, en este caso sólo podemos destacar como algo característico propio su anchura que se puede apreciar en la foto sobre este texto. Y de ahí a la Presa número 8 que, en forma análoga, es una repetición de las creadas para la canalización del Manzanares, ya explicada en la presa 4 vista en el parte 2 de esta miniserie. 


Y para terminar, vamos a ver el Puente de Praga y la Pasarela de Praga que, como vemos en la foto sobre este texto, están prácticamente al lado una del otro. El puente sostiene la carretera A42 que en este tramo se conoce como el Paseo de Santa María de la Cabeza. La historia es larga y se confunde entre lo que podría haber sido la pasarela y lo que es la autovía. Veamos. En 1925 se elevó por primera vez un cruce sobre el río con el objeto de facilitar la llegada del ganado al Matadero (lo cual puede ser el origen de la pasarela) recibiendo el nombre de Praga en 1932 ya con la II República. En 1940 se inicia la construcción de un nuevo puente y en 1952 se cambia oficialmente el nombre por el de Héroes del Alcázar de Toledo, pero la gente sigue usando el anterior, de Praga; problemas de cimentación y de los malos materiales usados provocan que se construyese otro paralelo (puede que éste sea ya el puente que conocemos hoy y no tanto la pasarela que quedaría sin uso) mientras se iba desmantelando el anterior hasta que se inaugura en octubre de 1968 por fin. En 2009 los respectivos concejales de Carabanchel y Arganzuela propusieron el nombre definitivo de Praga. Pero no acabó ahí la cosa porque a fin de facilitar las obras de MADRID RÍO, el puente fue desmantelado de nuevo hasta su recuperación en 2010.


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Consulta su contenido en la Zancada CXXXIX de este blog, pinchando aquí.



@ 2023, by Santiago Navas Fernández



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