Contemplamos el mar y nos miramos.
Tal vez aquí solloza,
en esas tablas, un amor, un sueño
que aún el olvido arrostra.
Con estos versos del poema "Naufragio" de Leopoldo de Luis, abro este espacio al arte muralista que en la plaza del nombre del poeta, en Tetuán, han creado pintores dominicanos junto a españoles para ennoblecer este espacio abandonado por la administración municipal. Un área que dejó el derribo de las viejas casas que los primeros habitantes de la zona, mucho antes de que se llamara Tetuán de las Victorias, habían levantado con sus propias manos (ver relato corto AMANECÍA en mi blog, aquí; y sobre el origen del Distrito, antes pueblo, ver aquí). Luego construyeron un aparcamiento subterráneo y horrendas torretas de salida peatonal lo ocuparon, el resto quedó como un "lugar" sin personalidad, apto para nada o quizá sólo para perder el tiempo. Así que la plaza se llenó de gente que no sabía qué hacer, de niños que tenían escaso material con qué jugar, de jóvenes que no podían hacer nada... y los vecinos tampoco estaban satisfechos.
Gracias a la iniciativa de numerosas asociaciones y la embajada de República Dominicana, jóvenes pintores la decoran, con el fondo del mural que el artista SUSO33 dejó hace años en una de esas iniciativas culturales sin continuidad que tuvo el municipio. Complementado por otra iniciativa de la Asociación de Vecinos para crear un premio literario con el nombre del poeta Leopoldo de Luis.
No menos importante es la colaboración del muralista tetuanero que tantas obras pictóricas distribuyó por el entorno, llamado El rey de la ruina (del cual ya hemos visto algunos murales en esta serie, ver aquí) que ha dejado su sello en una obra que expresa el sentimiento intercultural perfectamente "Juntos en la distancia"...
Pero el sujeto principal es el emigrante que compagina la nostalgia con la esperanza, la nueva tierra con el incomprensible desprecio de personas que ni siquiera conocen la pequeña historia de su país, que pueden pasar ante la escultura dedica a Juan Pablo Duarte sin saber quién fue, de origen español, militar, político y fundador de la República, junto con otros dos compañeros de fatigas. Dicho monumento está en el Paseo de Camoens en el Parque del Oeste, cerca de la plaza donde se ubica la Fuente de Villanueva (podéis seguir su rastro en el paseo correspondiente, pincha aquí).
El motivo principal de estos jóvenes artistas dominicanos es compartir sus orígenes, sus aficiones, su fe, sus gustos, su cultura... En varios puntos se mezclan los colores de las banderas dominicana y española, se integran los dibujos, como el de la "chulapa" que baila con un grupo dominicano.
Desde ayer, 28 de febrero de 2023, esta plaza alcanza otra dimensión, ya no será un lugar desolado, frío, triste, sino que será un lugar para sentarse a contemplar el arte de unos jóvenes que sueñan con demostrar su valía, con ser tomados por lo que son, que demuestran su voluntad y capacidad. De alguna forma el poeta Leopoldo de Luis mezcla sus versos con los trazos coloridos del carnaval y la alegría dominicanos. O de otros poetas, como los varios versos que se escucharon en el acto de inauguración de los muros.
Tetuán guarda tal vez la primera colonia dominicana en número de personas de toda Europa ¡podemos sentirnos orgullosos de ello! Y al frente otro poeta y amigo, Norberto Azor, con el que quiero cerrar este artículo haciendo uso de unos versos de su "Poema Friático" :
Un viento impávido
abraza a la única amapola viviente
de este desierto
un espacio de luz sombrío
un sentimiento inerte
una puerta del infierno abierta a los encantos
unos seres aduladores
un encierro cruel.
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Familia, Manolo Romero |
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Entre Vírgenes, Wanda Cortorreal |
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