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sábado, 30 de noviembre de 2024

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXXX: FUENCARRAL Y CHAMARTÍN, Y UN CEMENTERIO ÚNICO.



Los Cementerios pueden llegar a ser como un libro que abre sus páginas en forma de lápidas para contarnos un momento de la Historia vista en ese instante. Como una fotografía, como un pedazo de realidad virtual. Y eso es lo que nos vamos a encontrar de singular en el CEMENTERIO DE FUENCARRAL que se encuentra en el barrio de Montecarmelo, mirando hacia El Pardo, hacia fuera de Madrid y hacia la sierra, como si los vientos fríos del norte, además, trajeran suspiros helados desde la caverna del abismo. No es la muerte sino cómo se produjo, pensar en los monumentos, en las estelas, en los símbolos, que nos hablan de guerras donde jóvenes se dejaron su futuro, sus ilusiones y su familia, donde los odios se arrebataron esos hálitos congelados que nos llegan dentro; donde el ser humano demuestra su crueldad para crear utensilios cada vez más sofisticados para matar a Adán, a Caín y a todos sus descendientes por razones que, bien miradas, carecen de sentido. El color, la religión, la ideología política, el nacionalismo...



En la parte del Cementerio viejo nos encontramos con el Monumento a los Voluntarios Soviéticos que acudieron a España a combatir en defensa de la República Española contra el golpe militar que dio origen a la triste Guerra Civil española. De los más de 35.000 voluntarios que se contabilizan como tales, se refleja el nombre de 182 aunque hay fuentes que aseguran que fueron 200 los muertos y otras que no son todos los que están. Se trata de una alegoría en la que bajo un arco de triunfo truncado erigido sobre el mapa de España, entran tropas de soldados contemplados por una figura femenina que representa a la Madre-Patria un poco alejada. Las figuras son de bronce, en el arco vemos sendas leyendas con el nombre del monumento que fue levantado en 1989 por el arquitecto M. Voskresnski y el escultor Alexander Rukavishnikov. En el Parque de la Victoria de Moscú existe un monumento hermano de este, dedicado a los españoles que cayeron en la Segunda Guerra Mundial luchando contra el nazismo.

Hacia la parte de atrás de dicho monumento, otro a base de mármol negro en suelo y en vertical, se alza "En memoria de los Españoles que combatieron por la libertad en Europa. 1939 - 1945", dedicado a los 50.000 españoles que murieron durante la Segunda Guerra Mundial y que fue inaugurado en 1995, realizado por el escultor Enrique Rocabert con motivo del 5º aniversario del fin de la segunda guerra mundial. Y enfrente, pero por delante, entre otras tumbas de esta parte antigua, se alza al fondo una tumba blanca en la que destaca en negro, el yugo y las flechas al estilo del que lucían los Reyes Católicos y que el partido fascista Falange Española adoptó como su identidad, a los pies del símbolo hay dos ángeles alados orando, se trata de la tumba del primer "jefe local" de dicho partido falangista, muerto en agosto de 1936.



Si seguimos caminado, nos encontraremos a pocos pasos con los enterramientos de los caídos de la XII Brigada Internacional. Del muro cuelgan numerosas placas en memoria de las distintas nacionalidades e idiomas: británicos, polacos, estadounidenses, canadienses, irlandeses, italianos, cubanos, judíos, chipriotas y yugoslavos; algunas de ellas sufragadas por sus respectivos países. Una gran lápida, copia de la original, en francés dice así: "Voluntarios de las Brigadas Internacionales. Tumbas de los héroes. Por la libertad del pueblo español, el bienestar y el progreso de la humanidad". En 2016 fue colocada una placa por la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales con motivo del 80 aniversario de la creación de dichas Brigadas, la cual nos cuenta la historia de por qué está aquí: "En la Defensa de Madrid, a finales de 1936, eran muchas las bajas sufridas por los combatientes internacionales sin que tuvieran un lugar digno de reposo y memoria. El general Luckacs, jefe de la XII Brigada Internacional, encargó a Francisco Herreros Araque, entonces secretario judicial de Fuencarral, habilitar un espacio en el cementerio de Fuencarral en el que reposaran los restos de los "Voluntarios de la Libertad". Después de la guerra, los restos fueron exhumados y abandonados en una zona cercana al Monte de El Pardo. En 1980 el Ayuntamiento de Madrid colocó la actual reproducción de la placa original; posteriormente se han ido añadiendo, por diversas asociaciones y embajadas, placas memoriales dedicadas a distintos grupos nacionales de voluntarios." En las fotos sobre este párrafo podemos ver los enterramientos antes del fin de la guerra y la situación actual. Estudios posteriores ubican más fosas a las que fueron arrojados los restos de los brigadistas, en las cercanías del cementerio, aún siguen los estudios y prospecciones con la oposición única del Ayuntamiento de Madrid.


En cuanto al cementerio en sí, decir que su origen está en el pueblo de Fuencarral (que visitamos aquí), pero en lo que fueron campos de labor y hoy es el barrio de Montecarmelo (ver aquí). Fue inaugurado el 14 de octubre de 1896 por Doña Antonia Isabel Ferrero Madrigal, su antiguo recinto aún es reconocible, pero con las sucesivas ampliaciones se han alcanzado las 65 hectáreas. Cuenta con una gran cantidad de nichos sobre muros formando extensos pasillos, como el de la foto; por supuesto tiene Mausoleos aunque no son muchos y unos muy en particular, de pequeño tamaño integrados con los nichos, tal y como vemos en la foto al final de este artículo. Entre otros muchos, los personajes más conocidos que permanecen enterrados son Agustín Rodríguez Sahagún y los cantantes Luis Aguilé y Antonio Molina. En alguna página podrás leer que el cementerio es obra de Juan de Villanueva a primero del siglo XIX, pero no hay nada que así lo confirme.

Del CEMENTERIO DE CHAMARTÍN DE LA ROSA tenemos ya referencias en 1885, aunque existía de antes seguramente. Alejado del pequeño núcleo de población, cuya plaza central se encontraba más o menos donde hoy está la estación de Metro de Duque de Pastrana, en 1929 había 42.000 empadronamientos, pero hay que tener en cuenta que la mayor parte de la población residía en las zonas más cercanas a Madrid, norte de lo que hoy es Ciudad Lineal y en Tetuán de la Victorias que poco después se independizaría con Entidad propia, tenía casi todas las dependencias municipales en su enclave, donde hoy se encuentra el edificio de la Junta Municipal del Distrito. El camposanto alejado de la población y rodeado posiblemente de pequeñas casa rurales, abarcaba entre lo que es hoy el aparcamiento de la estación, calles Mauricio Legendre y Manuel Fernández Silvestre, ocupando parte de las actuales vías y una esquina de las cocheras de la EMT, sobre planta triangular. En 1948 Chamartín es absorbido por el Municipio de Madrid e integrado como un barrio más. Su ubicación estorbaba a la futura estación de Chamartín que comenzó a construirse en 1967 y fue ampliada sucesivamente desde 1971, proceso que aún sigue. Así que en 1965 se anuncia la eliminación de todos los restos mortuorios para que sus familiares dispongan qué hacer con ellos, y a partir de ese momento comenzó el traslado al CEMENTERIO DE LA ALMUDENA, pero como las obras tardaban en comenzar, se dejaron varios fosos de tumbas abiertos, lo que aprovechó Chico Ibáñez Serrador para fotografiarse con Carmen Sevilla en el anuncio de uno de los capítulos de "Historias para no dormir" en 1971, que es la foto que encabeza este párrafo. Siete años después, el Ayuntamiento tapó dichos fosos, aunque aún quedaron lápidas sueltas tiradas por allí. Así que podemos decir que éste es el último Cementerio en desaparecer en Madrid.

Y con esto acabamos. Madrid absorbió varias poblaciones a su alrededor para convertirse vía decreto, en una gran ciudad. Esos pueblos tenían sus camposantos que ha seguido como tales, alguno de ellos cercanos a sus límites, pero que aportan una variedad y riqueza, los veremos. Aparte de esto, vamos a ver uno de los más curiosos que existen en Madrid, provincia en este caso, el CEMENTERIO DEL CRISTO ubicado en una rotonda de Villanueva de la Cañada, rodeado de carreteras. Data de 1933 pero cuando llegó la expansión urbanística, el camposanto estaba en esa dirección, así que se decidió abrir otro más alejado y clausurar éste, hacia el año 2002, rodeando el viejo lugar de carreteras, pero respetándolo, a pesar de que se podrían haber exhumado los restos. Si te fijas, hay un paso de cebra de buen tamaño justo ante la puerta de entrada. Por supuesto ya no se autorizan nuevos enterramientos y tan sólo quedan un centenar de tumbas. Pero sin duda, es una cosa difícil de repetir.




@ 2024, by Santiago Navas Fernández.

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