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viernes, 28 de febrero de 2025

PASEOS POR LOS PARQUES Y JARDINES DE MADRID CLXXXIX: EL 28F Y LOS JARDINES ANDALUCES DE MADRID.

    



El 28 de febrero es la fiesta oficial de la Comunidad de Andalucía, como estamos en Madrid pero tengo alma sureña, no he podido resistirme a buscar qué podía encuadrar en un recorrido que incluyera Madrid, Andalucía y Jardines en una sola frase. Y sin duda lo hay, está muy céntrico y es visitable, se trata del JARDÍN ANDALUZ DEL MUSEO SOROLLA, en el Paseo del General Martínez Campos. Por cierto y como vamos a ver a continuación, Sorolla nació un 27 de febrero, sirva pues el presente paseo como recuerdo y homenaje también.


Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27/02/1863 - Cercedilla, 10/08/1923) fue un pintor español con más de 2.200 obras catalogadas. Su obra madura ha sido etiquetada como impresionista, postimpresionista y luminista. Huérfano junto a su hermana Concepción desde muy pequeñito, vivió con su tía materna y el esposo de ésta que descubrió su pasión por la pintura, cursando estudios en la "Escuela de Artesanos de Valencia" y poco a poco fue adentrándose en el mundo del estudio y la creación artística. Miembro de la Academia de Bellas Artes, cuenta con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, es Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor (1901), Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII (1902) y Oficial de la Orden Nacional de la Legión de Honor (1906); así como cuenta con numerosos premios y galardones. En 1888 contrajo matrimonio con Clotilde García del Castillo en Valencia, aunque vivirían un año más en Italia, matrimonio del que nacieron tres hijos: Joaquín, Elena y María. En 1889 se instalan en Madrid cuando ya su nombre es conocido en el mundillo del arte. En 1905, el pintor adquirió un solar en el paseo del Obelisco de Madrid (actual de Martínez Campos, y del cual hablamos en nuestro paseo por la Castellana), junto a la residencia de la actriz María Guerrero casualmente. Cuatro años después encargó al arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas un proyecto de vivienda y mientras tanto, compró el solar contiguo que le permitiría ampliar la zona construida e incorporar los tres jardines que ahora veremos, a la vivienda. Sorolla inauguró en 1911 su nuevo hogar en Madrid.

Tanto el edificio de la vivienda y estudio, como los propios jardines fueron obra de la inspiración familiar. Sorolla quería tener el lugar de trabajo cerca de la familia y al mismo tiempo, gozar de un espacio que por salud y estética, fuese lugar de encuentro para el ocio y el descanso. Inspirándose en sus continuos viajes a Andalucía, el Jardín se divide en tres ambientes sucesivos. Protegida la casa por un muro de ladrillo que abre sus puertas frente a la entrada principal, decorada según el gusto de la época con numerosos detalles coloristas sugeridos por el propio Sorolla. Fue declarada BIC en 1962 con la única condición de que se mantuviera como Museo del artista.

El primero de los jardines al que se accede desde la entrada, conduce al edificio vivienda principal, y se inspiró en el Jardín del Alcázar de Sevilla. Gira en torno a una fuente de mármol dejando ver al fondo el pórtico del paso a la casa sobre una escalera con coloridos azulejos, al estilo trianero. Los pequeños macizos florares, naranjos y alguna morera, se nos aparecen entre los setos que van formando los paseos.

Una ría de agua conduce hacia el estanque del fondo, con forma alargada, tras un par de escalones enladrillados y nos recuerda a los Jardines del Generalife de Granada, estilo neoárabe. El ruido del agua que sale por los diminutos surtidores y la alberca con su murmullo, compiten con el ruido de los coches de la colindante calle. Una estatua romana de un togado que le regalaron a Sorolla en 1916, crea un ambiente clásico desde el rincón. Aquí es donde se conservan algunos arrayanes originales, también conocidos como mirtos.

Y a continuación el tercer jardín presidido por el grupo escultórico de la Fuente de las Confidencias, obra del artista Francisco Marco Díaz-Pintado (1887-1980), se convierte en centro de la zona verde y las aguas de su estanque en espejo que da luz y frescor al lugar. Mientras observamos sentados bajo la pérgola que Sorolla se reservó para las reuniones familiares, ocupado por un emparrado. Dan paso hacia la entrada al estudio, unas escaleras con más coloridos azulejos y algún que otro adorno de barro y/o cerámica. Muestras de la colección que nos espera dentro de la casa.

Algunas de las plantas que Sorolla se trajo directamente de Andalucía han sobrevivido al paso del tiempo, otras han sido replantadas. Columnas y sencillas estatuas dividen los diferentes jardines. Entre la vegetación cito especies tradicionales tan coloridas como las variadas rosas, alhelíes o lirios y los típicos geranios; arbustos como la adelfa y el lilo; setos de boj y oloroso arrayán; y árboles como robinias, almendros, naranjos o cipreses a los que acompañaron otras especies no tan sureñas como rododendros, hortensias o azaleas. La casa esconde una gran colección de dibujos y cuadros, pero además, de cerámica, muebles, joyas y fotografías. Clotilde García del Castillo, en su testamento de 1925, legó al Estado español la casa y las colecciones que le pertenecían para que se creara un museo en memoria de su marido. El legado fue aceptado en 1931, mediante una Real Orden que clasificó la institución que se creaba como “Fundación benéfico-docente de carácter particular”, cuyos fines quedan definidos como: “la conservación y exposición al público con las obras auténticas ejecutadas por D. Joaquín Sorolla y cuantos cuadros, objetos artísticos, muebles, etc., existan en la casa 37 del Paseo del General Martínez Campos y de cuantas obras se adquieran en el futuro con destino a dicho Museo”. En la web del Museo encontrareis más información y en YouTube diferentes vídeos, os dejo este que me ha gustado en particular, aquí.

https://youtu.be/9XjV0aYEwF8?si=FMYq8Xivx_2bGUn7

Pero no hemos acabado aquí el encuentro con jardines que nos recuerden hoy la relación ente el 28 de febrero y Andalucía. Este artículo se abre con un busto del llamado fundador de la patria andaluza: Blas Infante Pérez de Vargas (Casares, Málaga, 05/07/1885 - Sevilla, 11/09/1936) que fue un ensayista, notario, abogado y político conocido por su condición de ideólogo del andalucismo, en sus vertientes regionalista, federalista y nacionalista. Es una de las miles de víctimas que provocaron los militares golpistas del 18 de julio de 1936, que dio lugar a la maldita Guerra Civil española. Blas Infante se construyó una casa en Coria del Río que llamó Dar al-Farah (en árabe "Casa de la Alegría") inspirada en la arquitectura de Al-Ándalus, donde se trasladó a vivir con su familia en 1933, donde hoy se ubica el Museo de la Autonomía Andaluza. Blas Infante es también autor de la letra del himno regional. Iniciado el levantamiento militar, fue arrestado en su casa y a pesar de los numerosos intentos de salvarle realizados por diferentes personas incluso pertenecientes a los nuevos gobernantes, fue fusilado de madrugada y enterrado en la mayor fosa común de España ubicada en el cementerio de San Fernando de Sevilla. A pesar de esto, aún tras la Guerra, fue juzgado y condenado, por lo que su viuda y sus cuatro hijos huérfanos sufrieron la represalia teniendo que pagar una fuerte multa. Con el tiempo recuperaron la casa pero tuvieron que vender otras propiedades familiares. Hasta 1981 no se proclamaría por fin el Estatuto de Autonomía andaluz, tras un tortuoso recorrido de años de pacífica lucha política.

Este busto se encuentra ubicado en el PARQUE DE ANDALUCÍA, en el municipio madrileño de Alcobendas, como obsequio de la Casa Regional en esta ciudad. Levantada sobre un pedestal de granito junto al lago artificial en el centro de los 160.000 m2 que ocupa este espacio verde, un lugar donde viven ejemplares de aves acuáticas, caracterizado por su naturalización, el gran surtidor central y el puente que cruza de un lado a otro salvando el desnivel donde profundiza el mencionado estanque. 

En un extremo el Recinto Ferial de Alcobendas y al otro el Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología, cuyos jardines albergan diferentes incentivos para los curiosos, entre otros, un Dinosaurio gigante, como se ve en la foto sobre este texto.

Además de las zonas de juegos infantiles, cuenta con un paseo central donde está el busto mencionado al principio, junto al lago y bajo la pasarela citada, desde la cual se pueden sacar muy buenas fotos.

Cuenta también con algunas otras esculturas como las que vemos sobre este párrafo. El círculo es obra del artista británico Richard Long nacido en Bristol en 1945, está realizada con piedra roja colocada en círculo, como es uno de sus modelos tan usado con materiales naturales recogidos en sus viajes, titulado "Braga Circle" desde 1999, e instalado en 2003. La segunda es obra del artista británico y sefardí Anthony Caro, una estructura realizada en acero oxidado y barnizado que se titula "Streaker Flat" como parte de la serie que realizó bajo la común denominación Flat: "plana".

Dos olivos nos llaman la atención en el centro del parque, delante de cada uno una placa nos descubre su secreto. Uno está dedicado a José María Caballero Cáceres, nacido en Castuera en 1961 que recibió el I Premio por la Paz Ciudad de Alcobendas en 2005 por su larga trayectoria de lucha por la rehabilitación de los niños soldados de Sierra Leona y otros temas relacionados con África. La otra corresponde al II Premio por La Paz Ciudad de Alcobendas, otorgado en 2007 a la Rural Development Trust y la Woman Development Trust, de origen inglés, ambas están dedicadas a ayudar al mundo rural y a las mujeres a desarrollar proyectos y mejorar sus condiciones de vida y futuro en las comunidades pobres.

Otra curiosidad del Parque es la decoración de las columnas de la avenida de la Chopera, que cruza por encima de los caminos del parque, y de los edificios de servicios auxiliares con que cuenta. Alegres colorines variados para los patos y otras formas geométricas dibujadas sobre una pintura plástica muy viva.

Un amplio área para mascotas, vallado y con limpieza diaria periódica en horas predeterminadas según anuncia un cartel, pista de petanca, viveros propios, grandes paseos, zonas de césped, etc. y una variada nómina de árboles y arbustos entre los que se puede citar Fresnos, Olmos, Falsos Plátanos, Plumeros, Adelfas, Enebros, Olivos, Cipreses, Cedros, etc. lo convierten en un agradable recinto que visitar y usar como descanso. En este caso nos ha servido para recordar a Andalucía en su fiesta anual del 28 de febrero.


Feliz 28 de febrero... ¡y siguientes!


@ 2025, by Santiago Navas Fernández

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