El Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, más conocido por CEMENTERIO DE LA ALMUDENA, es el más extenso de Europa occidental con sus más de 120 hectáreas. Y contiene un número de fallecidos que supera a la población censada en Madrid en la actualidad, claro que para ello suma y agrega el tiempo transcurrido desde su fundación en 1886, aunque ya desde dos años antes recibía enterramientos. Constituye una ciudad en sí mismo (por eso se llamó "necrópolis", de muerte y ciudad), con edificios auxiliares para diferentes usos, calles y zonas de aparcamiento, con un par de líneas de bus de la EMT por su interior, algunos jardines ornamentales y otros que se usan como zonas de reposo, monumentos, esculturas y homenajes en grupos escultóricos, sepulturas de suelo, nichos sobre pared y en recintos techados y cerrados, panteones, miradores y pequeños cementerios en su interior, digamos que temáticos, si puede usarse ese nombre. Su riqueza arquitectónica abarca casi todos los estilos posibles, contradictorios a veces, que comienzan desde sus puertas mismas, en particular una de ellas, la de la avenida de Daroca. Pero antes de nada, sepamos algo más sobre los Campo Santos en general.


