(Ver NOTA al final). Según las crónicas de Felipe II, Alcobendas era una tierra "con buena agua" según encuesta del rey, así contestada en 1580; del abastecimiento a través de dos fuentes principales que se citan, nos quedan varios recuerdos, nuestro paseo de hoy va a comenzar en una de ellas: la Fuente de la Reina. Y Pascual Madoz, ministro de Hacienda, en el “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar” afirma que Alcobendas “tiene buenas aguas de fuente y un arroyo que está al Sur”. Comenzando el siglo XX, en 1902 en concreto, se decide su construcción para complementar el suministro de agua que hasta entonces daba la Fuente de San Pedro, la cual tenía un lavadero anexo. Hay referencias fechadas en 1904 de la Fuente de las Charcas, que también tenía su lavadero. Pero centrémonos: a primeros de la década de los años veinte, se detecta el hundimiento de una de las minas de la Fuente de la Reina y se decide repararla modificando su estado para fortalecerla, pues sus aguas inundaban el Camino Viejo de Madrid, hoy calle de la Libertad. Con el tiempo, el suministro de aguas a la población deja de provenir del subsuelo y se une a la red de distribución proveniente de la sierra, dejándose un tanto abandonadas las fuentes, en este caso, hasta se pensó en demolerla para ganar su espacio para el Camino. Pero en 1981, sin uso y casi demolida, se propone su traslado desde la ya denominada calle de la Libertad al PARQUE DE LA CHOPERA, finalmente se restaura como la vemos ahora, imagen que adquirió tras la reforma de 1921. Quizás aquí debiera contar algo de la historia de Alcobendas, pero lo iremos viendo en otros capítulos.